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Aidan tragó saliva y se quedó muy quieto.

-De modo que no quieres que lo sepan… - Murmuró.

-Preferiría que no. -

Aidan se quitó de encima de ella y volvió a guardarse el anillo...se bajó de la cama y fue hasta el espejo de pie para comprobar que no se hubiera estropeado el peinado.

-Creía que no te gustaba mentir. -

De todas las cualidades que había visto en la noche anterior, aquella era la que más apreciaba. La honestidad era algo muy importante para él. _____ se volvió y lo miró con una ceja enarcada.

-Y no me gusta, pero eso no significa que vaya por ahí anunciando a los cuatro vientos cada detalle sobre mi vida sin necesidad. Preferiría que no lo mencionaras. -

Una mentira por omisión. Resultaba irónico, porque su propia existencia había sido una mentira por omisión durante los primeros diez años de su vida. Al crecer se había jurado a sí mismo que ninguna mentira volvería a enturbiarla, y sin embargo, allí estaba, casado con una mujer que quería mantener su matrimonio en secreto, como si fuese algo de lo que tuviera que avergonzarse.

-Te dije que la sinceridad es importante para mí; hemos hablado de ello esta misma mañana. -

-Aidan... - Le dijo en un tono irritado, como si fuera a ella a quien no le gustara la conversación que estaban teniendo. - Vamos a la boda de mi prima, y aunque no estemos muy unidas, si me presento con tu anillo en el dedo, nadie le restaré protagonismo. No puedo hacerle eso. Lo siento, pero espero que lo comprendas y que lo respetes. -

Al oír su respuesta, Aidan sintió que su tensión se desvanecía y alzó la vista hacia ella.

-¿No quieres ocultárselo porque te avergüenza? - _____ ladeó la cabeza, como si no estuviera segura de haber oído lo que había oído.

-¿Por qué iba a avergonzarme? ¡Ah, ya, claro! Porque eres un hombre feo e insufrible. - Contestó con ironía. Aidan se rio aliviado.

-Algo así. - _____ esbozó una pequeña sonrisa y se quedó mirándolo pensativa.

-Bueno, si quieres que te sea completamente sincera, un poco avergonzada sí que estoy: he tomado una de las decisiones más importantes de mi vida estando tan borracha que ni siquiera lo recuerdo. Claro que tampoco me engaño creyendo que vamos a poder mantenerlo en secreto mucho tiempo, porque en cuanto se lo haya dicho a mi madre se lo contará a todo el mundo. Y ese es el motivo por el que no la he llamado todavía. -

-Puede que sea mejor que no se lo digas todavía. ¿Y si al final decidimos divorciarnos? - _____ se rio.

-Aunque que no sería capaz de guardar un secreto, siempre se lo cuento todo. La llamaré cuando el fin de semana haya acabado y yo haya vuelto a casa. Y sé que en cuanto cuelgue empezará a difundirlo a los cuatro vientos. - Cerró los ojos un instante e inspiró. - Te aseguro que mi familia me lo recordará el resto de mis días aunque nos divorciemos. -

-¿Y no te molesta que haga eso? - _____ suspiró.

-Sí, pero ya he aceptado que no puedo cambiar ni a mi madre ni a mi familia. - Respondió. - ¿Me prometes que no mencionarás en la boda que estamos casados? - Aidan frunció los labios, pero finalmente aceptó.

-Está bien, te lo prometo. -

[...]

La boda transcurrió sin problemas. Gail y Roy se dieron el «sí quiero» en una capilla no muy distinta, según Aidan, a la capilla en la que ellos se habían casado la noche anterior. Pronunciaron sus votos, intercambiaron los anillos, y sellaron su unión con un beso.

𝐀 𝐥𝐚 𝐌𝐚𝐧̃𝐚𝐧𝐚 𝐒𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 [ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ] (𝓐.𝓖.) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora