• Unfortunate • [Style]

Capítulo 53: Clyde y Tolkien

Saber la verdad sobre cualquier secreto era una carga, el conocimiento de lo que no debía saberse, suponía convertirte en parte del mismo.

Aquello era algo que el joven Broflovski había tratado de evitar desde que vio los indicios de algo oculto en la habitación del joven Donovan.

Y aunque le había dicho incontables veces que no era necesario hablar de eso, ahora estaba sentado, en esa cafetería, esperando confrontar a alguien en su grupo de amigos.

Tuvo un intenso deja vu cuando el representante de Unfortunate se sentó frente a él, mientras ordenaba a la mesera un americano cargado, y recordó que había hablado con Kenny casi en las mismas condiciones recientemente.

Si no fuera porque estaban en un lugar diferente, Kyle habría sentido que la situación era un copia exacta.

-Hola-

Clyde saludo torpemente mientras sonreía.

-Hola-

Respondió amablemente.

Le preocupaba que saber de ese secreto pudiera arruinar su relación con su amigo, pero no dijo nada más, iba a esperar que hablara por su cuenta, sin presionarlo.

-Lamento que tardara, estaba arreglando el asunto de Butters con los del concurso-

El joven Broflovski sintió su pecho hundirse al recordar que su amigo rubio los había eliminado de su vida.

-¿Aún no responde?

El castaño negó.

-No, sus padres tampoco nos dicen nada... Nunca les agradamos mucho, ¿sabes?-

Murmuró en voz baja y negó con la cabeza.

-Wendy cree que está deprimido y que debemos darle tiempo-

No parecía muy convencido pero continuó.

-Dice que al menos no se está perdiendo en alcohol en algún bar de mala muerte-

Y aunque sonaba duro, ambos sabían que esas no eran las intenciones de su amiga.

-En fin yo... Bueno al menos conseguí que toquemos en último lugar... Si Butters acepta venir claro-

Kyle trató de animarlo.

-Pero aún no saben cuándo es la próxima ronda, podrían tardar meses-

-También podrían tardar 2 días -

Miró al pelirrojo arrepentido de haber sido tan cortante.

-Lo siento Kyle es que... Con todo lo que está pasando es difícil de decir, hay patrocinadores que quieren irse del concurso y los organizadores están siendo agresivos-

Suspiró cansado.

-Ni siquiera puedo confirmar que toquen independientemente porque no sabemos la fecha y si cancelo alguna función dará mala imagen a la banda-

Guardó silencio un momento mientras la camarera dejaba su taza de café humeante frente a él y Clyde dió un trago antes de continuar.

-Es peor aún, pueden decirnos una fecha y después cambiarla a último minuto por otra, si trato de organizar conciertos así es probable que cancele varios, no podemos darnos el lujo de tener mala fama ni con los dueños de los negocios donde tocamos, ni con los fans-

Miró fijamente su taza y dió otro trago.

Kyle nunca se había puesto a pensar en lo difícil que era encargarse de la logística detrás de los conciertos.

Stan, Kenny, Wendy y Butters lo hacían parecer tan fácil, solo llegar y tocar.

Nunca había pensado en todo lo que significaba hablar con los dueños de los negocios para conseguir el show, armar el escenario, transportar los instrumentos, especialmente la batería, conseguir el pago, administrarlo, publicitar el concierto y hacer eso una y otra y otra vez.

Estaba impresionado.

Clyde negó con la cabeza.

-Estaremos bien, siempre lo estamos-

Murmuró con una sonrisa cansada y miró al pelirrojo.

-Estamos aquí para hablar de otras cosas, ¿verdad?-

El joven Broflovski trató de detenerlo, otra vez.

-No tienes que explicarme nada Clyde, es tu relación y yo no necesito saber-

Pero el castaño estaba decidido.

-Tengo que explicarte Kyle, no quiero que pienses mal de mi, por favor escúchame-

Fue entonces que entendió que, el joven Donovan no quería contarle su historia, porque Kyle necesitara una explicación.

Quería contarle todo porque lo necesitaba.

Porque mantener el secreto lo estaba consumiendo, porque se sentía culpable de que sus amigos no lo supieran.

Porque necesitaba admitir en voz alta, que estaba saliendo con Tolkien Black.

Con esa comprensión, Kyle Broflovski asintió sin negarse más.

-Te escucho, Clyde -

Y así el joven Donovan empezó su historia.