Capítulo 6: Implícito

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"Maybe I'm crazy, maybe I'm weak, maybe I'm blinded by what I see..."

A pesar de que odiara admitirlo, la competencia era buena.

El cantante de la segunda banda tenía una buena voz y a pesar de que no tocaba algún instrumento, se las arreglaba para no parecer un idiota con las manos vacías.

—Stripe4 es una banda increíble—

Fueron las palabras del rubio de rasgos finos al sentarse al lado de su amigo de rostro inexpresivo.

—Nosotros somos mejores—

Fue la seca respuesta de su compañero para después apurar su cerveza y terminar la cuarta botella​ en la media hora que llevaban viéndolos.

Kenny miró a tres mesas de distancia, su amigo y vocalista de Unfortunate estaba entreteniendo al pelirrojo con el que había tenido el accidente días atrás. No podía oírlos gracias a la música, pero se notaba que se divertían, pues ninguno paraba de reír. Aunque bien podía deberse a la cantidad de alcohol que habían ingerido.

—No se lo llevará a la cama—

Fue todo lo que dijo al respecto. Su amigo rubio suspiró. A pesar de que todos estaban acostumbrados a aquello, era a veces horrible tener que ver como algún chico amable e inocente como Kyle era atraído hacía Marsh. Ya habían visto a otros y todos terminaban llorando.

Butters agradecía que el moreno tuviera aquella estúpida regla, de esa manera al menos había oportunidad para el chico Broflovski de salir ileso.

Pensaba hablar con Kenny al respecto, no era un tema que disfrutara en realidad, pero si le ayudaba a mantener una conversación con el inexpresivo rubio no quería desaprovecharlo.

Estaba por decir algo más cuando el mesero los interrumpió.

—S-su bebida...—

Dijo mientras dejaba el vaso alargado con hielos y té de long island frente a Butters.

—Gracias—

El rubio le sonrió amable y entonces fue que notó su aspecto. El mesero era joven, no podía ser un estudiante universitario aún, o al menos eso le parecía, su ropa estaba desordenada al igual que su cabello también rubio y sus manos temblaban ligeramente.

—Hola Tweek...—

Terminó murmurando y su sonrisa se volvió triste ante el aspecto del mesero, se notaba que ese chico hacía un enorme esfuerzo por no huir.

—Hola...—

Kenny lo miró, sus ojos no demostraban pena como los de su compañero, no reflejaban nada, como era su costumbre.

—No tienes que estar aquí si te desagradamos—

—No tengo opción, es mi trabajo—

Forzó una sonrisa mientras empezaba a jugar con sus manos.

—¿P-puedo ofrecerles algo más?—

Antes de su amigo pudiera hablar Buatters rechazó la oferta del menor y este se retiró en cuanto tuvo oportunidad. Se notaba en su rostro el alivio.

—Deberías al menos ser amable con él—

Lo reprendió en cuanto el chico estuvo lo suficientemente lejos para no oírlo.

El rubio se sintió culpable, sabía que su amigo tenía razón y que el mesero no tenía culpa de nada. Bueno quizá solo de ser un ingenuo sin remedio.

—No puedo ser amable con aquellos que no pueden defenderse, son irritantes—

Fue todo lo que dijo y supo que al más bajo no le había gustado su respuesta.

Kenny se encogió de hombros y continuó bebiendo.

Pasó otra hora antes de que la banda de turno terminara de tocar y se dirigiera a su camerino, donde los regalos de sus fans ya estarían esperando, igual que a Unfortunate.

Sabían que seguía un descanso de una hora antes de que iniciara el tercer grupo, aunque por lo que habían oído no eran realmente buenos, solo eran lo menos horrible que había quedado después de la última ronda de eliminación. En realidad había pocas bandas que cubrieran las expectativas.

Kenny esperó a que el otro rubio hubiera terminado su primera bebida y al ver que sus mejillas se pintaban de un suave tono rosado, tomó su mano.

El más bajo no dijo nada, aquello era como un trato implícito que ambos tenían.

Si estaba sobrio Butters era un chico cualquiera, con padres estrictos que no soportarían ver a su único hijo de la mano con otro hombre.

Pero si estaba ebrio, aunque fuera un poco, olvidaba que aquello le importaba. Olvidaba que era "moralmente incorrecto" y se dejaba llevar.

Luego de unos minutos no solo estaban tomándose de las manos, se besaban.

Butters Stotch permitía que el rubio se apoderara de sus labios a voluntad, que lo tomara de la cintura y que sus respiraciones se mezclaran.

Y Kenny McCormick disfrutaba de esos privilegios que tenía cuando su amigo llevaba alcohol en la sangre, porque era la única manera en que este aceptara que aquello le gustaba.

Era la única manera en que le entregaba un poco de su amor y el único momento en que eran algo más que amigos, aún si nunca llegara a saber que eran realmente.

°∆°∆°∆°∆°∆°∆°∆°

Holaaaaa.
Les traigo un capítulo triste la verdad :/
Pero igual espero que les haya gustado uwu
Agradezco que sigan leyendo, espero verlos en la siguiente actualización
Bye-bye <3

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