La vida de un estudiante universitario no es fácil. Es un problema que empieza desde que las alarmas suenan hasta que la tarea termina y nunca termina.
Era un pesar diario que no muchos soportan, pero para desgracia de Kyle Broflovski, él tenía que vivir con ese problema todos los días, desde que la jodida alarma sonaba.
Sólo que hoy no había sonado, no se había despertado y ahora conducía contra reloj tratando de ganarle al tiempo y llegar a la escuela antes de tres minutos en un recorrido que normalmente era de diez.
Los problemas de los estudiantes son sencillos si eres parte del promedio, se resumen a: 1) No perder el derecho a examen 2) No reprobar el examen. Por desgracia Kyle pertenecía a ese pequeño porcentaje de la población estudiantil que protagoniza el cuadro de honor y a quienes los profesores conocen a la perfección.
Si en tu caso eres un estudiante sobresaliente como Kyle, los problemas se vuelven más complicados, pero se puede resumir algunos en una lista:
1) No llegar tarde
2) Tomar apuntes en cada clase
3) Hacer la tarea
4) Hacer los proyectos
5) Presentar los proyectos a tiempo
6) Aprobar los exámenesY ahora estaba por incumplir el primer punto en la lista, que seguía de modo inconsciente.
Recordó entonces que había un atajo que su amigo le había mostrado dos semanas antes y solo tenía que girar en la próxima esquina para tomarlo.
Con dos minutos en el reloj pisó el acelerador y giró el volante sin antes comprobar si había alguien y sería un error que le provocaría un infarto al encontrarse de frente con el conductor de una motocicleta e impactarlo.
El chico que venía el la motocicleta no conducía a gran velocidad y el verlo tan cerca lo hizo frenar de golpe, pero ni siquiera esos aspectos fueron suficientes para evitar el choque, pero si para disminuir el impacto de este al mínimo posible, dando como resultado una motocicleta dañada, incapaz de estar de nuevo de pie pero sin estar totalmente destrozada y un chico tirado en la carretera, con la ropa rasgada y algunas heridas menores.
Superó el shock al ver que ese chico se sentaba en el asfalto, pareciendo desorientado.
Salió de su auto y corrió hacia el herido, pero antes de llegar a su lado, esté se puso de pie y sin preocuparse por el estado de su brazo, que sangraba gracias a cortes superficiales, tomó del piso sus lentes oscuros y se los puso. Al instante e que vio su motocicleta, en su rostro se formó una expresión de pánico.
—¿¡Que le hiciste a mi bebé!? ¡Monstruo sin corazón!—
Gritó molesto mientras abrazaba su vehículo dañado.
—Maldita sea—
Sacó su móvil y comenzó una llamada ante la atenta mirada de Kyle.
—Hey Kenny... Tuve un accidente—
Era tan extraño que ese sujeto lo ignorara tan descaradamente.
—Joder no fue mi culpa... Calla a Wendy ¿quieres?, llegaré a tiempo—
El joven universitario sintió la mirada de aquel extraño herido aún a través de los lentes.
—Sí, sí, que te den carajo...—
El chico colgó y miró su vehículo arruinado.
—Lo siento, yo le pagaré y...—
Kyle trataba de excusarse con el moreno que no paraba de mirar aquel choque, fue entonces que notó que su auto no había sufrido mas que una pequeña abolladura.
El moreno hizo otra llamada mucho mas corta, donde solo dio una dirección y una matrícula.
—Joder, es lo último que me faltaba para coronar una mañana de mierda—
Murmuraba mientras buscaba algo en su chaqueta de piel hasta sacar un bolígrafo y se acercó al universitario.
—Llegará una grúa en un rato, dale está dirección y este nombre, ese viejo decrépito sabe que hacer—
Le dijo mientras tomaba su mano y escribía los datos mencionados.
—Pero...—
—Voy tarde para algo importante y necesito que mi bebé esté a salvo—
Detuvo un taxi y se quitó los lentes antes de subir. Era realmente apuesto, de rasgos masculinos propios de un chico malo, con una sonrisa burlona que desafiaba a cualquiera y una chispa salvaje nadando en aquellas orbes de un azul profundo.
—No lo hagas difícil lindura, sólo tienes que esperar—
Subió al taxi y el auto amarillo se alejó a toda velocidad.
Kyle miró su mano, la dirección en una caligrafía clara y perfecta, seguida por las iniciales S.M.
No sabía por qué sus mejillas estaban tan rojas y mucho menos entendió por qué hizo lo que el moreno le había pedido, esperar a la grúa cuando él tenía que llegar a la escuela.
Ese día, el perfecto historial de asistencia de Kyle Broflovski obtuvo su primera mancha.
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Holaaaa, esta es mi primera vez escribiendo de un fandom y la verdad amo mucho South Park como para no escribir algo de ellos uwu
Espero que les haya gustado o interesado un poco uwu
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• Unfortunate • [Style]
FanfictionUn accidente lo inició todo. Debías ser muy desafortunado para conocer a alguien como él, a un mujeriego idiota y alcohólico. Pero más desafortunado debías ser para enamorarte de él. Su vida cambió con aquella sonrisa, fue mala suerte, fue una jodi...