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Jamás Roma iba a ser igual que sus amigas cuando se casaron, la idea de una boda enorme era cansador

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Jamás Roma iba a ser igual que sus amigas cuando se casaron, la idea de una boda enorme era cansador. Sabía que el amor que tenía con Pablo era lo único extravagante que necesitaba en su día, y por suerte, él pensaba de la misma manera.

Sus amigas se encontraban más preocupadas que ella, planeando la despedida de soltera, que se iban a poner en la boda y cualquier pequeña cosa que Roma dejó que se hicieran cargo. 

A este punto era increible la cantidad de personas que era capaz de albergar en su oficina. No solamente estaban las hijas de Pablo, sino que tambien estaban sus amigas, haciendo que la futura esposa se ponga de los nervios.

Escuchenme, es simple.- dice Roma golpeando suavemente el escritorio.- Sara y Juana, van a ser las que tiren las flores antes que entre, Eva va a llevar los anillos, Agustín es parte de los padrinos y ustedes mis damas de honor. ¿Que tanto hay para estresarse que tienen que venir hasta acá?

Se miraron entre todas, asintiendo con los roles que le había tocado a cada una mientras que Roma continuaba.- Con Sara, Juana y Eva vamos a tener nuestro día dos semanas antes del casamiento, con ustedes la semana anterior y al próximo fin de semana ya es el casamiento. Ya está.

¿Ya sabés quienes son los padrinos?- preguntó Maira, lo que parecía una pregunta inocente, era en realidad una forma de sacarle información para lo que iban a planear.

Por lo que me dijo, además de Agus, son Scaloni, Samuel, Riquelme y mi hermano.- le dice, poniendose a trabajar.

¡Ay! Que lindo que haya incluido a tu hermano también.- dice Julieta sonriendo de lado a lado.- ¿Le dijiste algo vos?

¿Qué? Ni ahi.- le dijó encojiendose de hombros.- Lo único que le dije es que uno tenía que ser Román, sino no me casaba.

Las mujeres en la oficina se rieron a carcajadas, haciendo que los dos hombres que casualmente pasaban por enfrente, paren a mirarlas por la ventana, sin que se den cuenta.

Vos sabes que cuando te cases con ella, indirectamente te estas casando con todas las amigas de ella, ¿No?.- le dice Lio jodiendolo.- Las vas a tener todos los fin de semana en tu casa, no te las vas a sacar de encima, te lo digo por experiencia.

Ya estuve casado Lionel.- le advierte.- Peores que las amigas de mi ex no pueden ser. Por lo menos estas son bastante copadas.- termina riendo, volviendo a seguir con su camino hacia la oficina del Chiqui.

⋆★⋆

Las semanas iban pasando rápido, a pesar del poco tiempo que tenían para pasar juntos, aprovechaban cada momento.

Al tener a sus hijos todos los días, Roma viviendo ahora con ellos y haber creado una rutina, esto era lo más cercano a una familia que tuvo después de tanto tiempo.

La cotidianeidad de sus hijos con Roma era cada vez más natural, ella estaba cada día más reluciente. Le esquivaban a los problemas, y los que debían afrontar, lo hacían con calma, a tal punto que podían jurar que nada los atravezaba, o eso pensaba.

CREO - Pablo AimarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora