CREO - Pablo Aimar

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Advertencia: el siguiente capítulo contiene violencia fisica y verbal. Si estas situaciones les afectan, por favor no lo lean. Pero si pasaron por alguna de estas situaciones quiero que sepan que no estan solas y que este capítulo lo escribo con el mayor de los respetos, haciando visibles los distintos tipos de violencia que pueden existir en una relación.

No se callen, no estan solos. Alguien las va a escuchar.

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Después de esa noche, Roma esquivó a Pablo lo más que pudo. No sabía como reaccionár, lo que sentía la asustaba.

El entrenador le dio su tiempo hasta que no pudo más, estaba completamente desesperado. No sabía lo que había hecho mal y quería que ella sepa que no la presionaba a nada, que todo iba a su tiempo y que ante todo él la quería y la respetaba.

El diluvio caía sobre la ciudad de Buenos Aires pero sentía que el momento era ahora, así que como pudo fue manejando hasta su edificio.

De tocar timbre estaba totalmente empapado hasta que ella bajó y lo hizo pasar. En silencio subieron al departamento y Roma rompió el silencio por primera vez.

Pablo no es el momento ahora, en serio.- estaba palida, con unas ojeras terribles. Jamás la había visto así.

Si Roma, es el momento. Porque esperar es inútil cuando se que vos sentís lo mismo que yo. Y estoy tratando de entenderte pero si no hablás conmigo, como voy a saber?- estaba desesperado por alguna señal, algún indicio que le diga como seguir.

Me voy a preparar un té, ¿Querés?- le ofrece.- Porque si queres hablar, hablamos pero si te tengo que ser totalmente sincera como te lo mereces, va a tomar un tiempo.

Asintiendo se sienta en el sillón, viendo como en la cocina Roma se mueve lentamente. El Rock Nacional que se escuchaba de fondo añadía a la atmosfera y cuando los té estaban listos, los apoya en la mesa ratona y lo acompaña en el sillón, mirandolo directo a él.

Me alejé no porque no te quisiera. Me muero por estar con vos, pero tengo miedo. No quiero que creas que te estoy comparando con lo que te voy a contar, pero creo que lo necesitas saber para entenderme un poco más.- tomando aire prosigue.- Necesito que no me interrumpas y no sientas pena por mi. Pena es lo que menos quiero en este momento.

Pablo tomó la taza de té y asintió, preparandose para escucharla.

A mi ex lo conocí en España y me enamoré. Mi universidad hacía un programa de intercambio y yo fuí, por un cuatrimestre. Nos conocimos a penas yo llegué, él estaba en el comité de bienvenida. Pasamos todo el tiempo que estuve allá juntos y cuando me volví, a los dos meses se vino a vivir conmigo.- comenzó frotando sus manos con su taza de té.

Empezó a tener ciertas actitudes... cuestionables. Pero todo lo justificaba con que acá él estaba solo y que no conocía a nadie, entonces me quedaba. No salía con mis amigas para estar con él y que no se enoje, no visitaba tanto a mi familia porque el decía que no lo querían. Así que de a poco me fué alejando de todos y me dejó sola. Sola y dependiendo de él.