⇝20

2K 116 5
                                    

Esa tarde llegaron exaustos a la casa de Pablo, no solo porque habían estado trabajando bastante sino porque esquivar a la gente al igual que las llamadas y mensajes de los programas de chimentos era un trabajo aparte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa tarde llegaron exaustos a la casa de Pablo, no solo porque habían estado trabajando bastante sino porque esquivar a la gente al igual que las llamadas y mensajes de los programas de chimentos era un trabajo aparte.

Cuando el Chiqui se enteró practicamente fue corriendo a la oficina de Roma para preguntarle si se había enterado, lo que recibió una afirmación cansada.

El viaje fue bastante silencioso porque Roma no despegó ni un segundo la vista de su celular, sin importarle que Pablo le decía que le iba a empezar a doler la cabeza.

Miraba las fotos, se ponía a pensar cuando pudo haber sido. Miraba lo que decían los comentarios y los posteos. Algunos eran buenos, otros decían que no les importaba pero gran parte de ellos hablaban de la diferencia de edad, de como seguro le quería encajar un pibe para salvarse la vida o que apareció ahora que a la selección le estaba yendo bien y Pablo era relevante.

En el sillón, con una copa de vino cada uno se sentaron abrazados para comenzar a tratar el tema.

¿Ya decidiste que vas a hacer?- le pregunta Roma al entrenador.

No se Ro, no quiero llamarla ahora porque se que me voy a calentar y ya con sus amenazas de que me va a mandar un abogado andá a saber para que, es suficiente.- dice suspirando.- Tengo que lograr calmarme y después hablarlo con Beatriz. No me cabe duda que fue ella. ¿Vos como te sentís?

No se que responderte sinceramente.- le contesta.- Estoy intentando no leer lo que dicen de mi y ni se me va a ocurrir prender la tele, por suerte en tu casa solo se ve futbol.- intenta hacer reir a su pareja.- Pero tengo miedo que a mi no respuesta se pongan más intensos y me empiecen a perseguir a todos lados.

No sabemos hasta que pase, pero si en algun momento se vuelve demasiado quiero que lo hables conmigo ¿Si?.- le preguntó más que nada para asegurarse de que se iba a comunicar con él.

Si, obvio. Ahora voy a tener que salir más producida a la calle, que broncaaa.- concluye tomandose toda la copa de vino, haciendo reir al entrenador y levantandose para empezar a hacer la comida.

Pablo pensaba que se lo iba a tomar peor, pero no quería cantar victoria porque esto recien empezaba.

La mañana siguiente Pablo la observaba, quería comprender que le pasaba sin necesidad de molestarla todo el tiempo. Sabía que ella no estaba acostumbrada a todo eso y que podía afectarle negativamente, pero esa mañana parecía normal.

Cuando el entrenador se levantó, noto que ella ya no estaba más en la cama y entre dormido comenzó a buscarla hasta que la encontró sentada en la isla de la cocina, con mate y en su computadora.

Buen día hermosa.- le dice abrazandola por detrás. Podía ver en la pantalla que estaba simplemente trabajando, respondiendo mails.

Hola amor.- sacando su concentración de la computadora, apagandola y guardandola en su cartera, se da vuelta para darle un beso y comenzar la mañana.

CREO - Pablo AimarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora