Intentaba no hacer ruido mientras lloraba, si el castaño la escuchaba se enojaría muchísimo con ella. Estaba recostada en su cama, estando sin nada de ropa, sus lágrimas humedecían su almohada mientras con sus manos cubría su boca intentando no sollozar muy fuerte, teniendo sus brazos llenos de vendas teñidas levemente de rojo.
Había vuelto a hacerse daño, estando en la cocina buscando que comer rompió accidentalmente un plato de vidrio, lo quiso recoger, pero al ver sus padezos en el suelo volvió a sentir aquella tentación por lastimarse. El Señor X se enojó por eso y la castigó encerrandola en su habitación, no la dejó salir por algunos días, además de que había abusado de ella más de lo que ya lo hacía.
Color se preguntaba, si hacer el amor era una manera de amar, ¿por qué ahora estaba llorando por eso? Él la había obligado esa vez y no fue la única que lo hizo, esa era diferente a otras veces que ella se lo pedía o simplemente llegaba a su habitación diciéndole que lo harían. La pelinegra decía amarlo, pero aún así en ocasiones sólo sentía miedo hacia él, momentos en los que sólo quería irse de ese lugar, pero luego lo pensaba mejor y decidía no hacer nada para no enfurecerlo más.
Escuchó la puerta abrirse y se reincorporó rápidamente mirando al castaño entrar, se encogió en su lugar con temor de que le hiciera algo malo.
—¿Ya lo pensaste mejor? —le preguntó en un tono tranquilo, pero a la vez serio
Ella asintió con la mirada baja. El Señor X sólo se apoyó en el marco de la puerta cruzandose de brazos.
—Ven aquí, bonita —la llamó en un tono dulce, el hombre que había abusado de ella horas atrás parecía haber desaparecido
Color se levantó con algo de dificultad, el dolor que sentía apenas la dejaba moverse. Se quedó parada a una cierta distancia de él mirándolo temerosa, siempre que la castigaba llegaba a sentirse temerosa por al menos un tiempo.
Se acercó a ella y la abrazó suavemente, ella temblaba, pero también lo abrazó, después de todo "lo amaba".
—¿Te duele? —cuestionó acariciandola, refiriéndose a su cuerpo
—Sí, mucho —respondió en un murmullo
—Bien, eso te quedará de lección para que no vuelvas a hacerlo nunca, ¿vale? —le hablaba suave y sereno, de esa manera en la que se ganaba su confianza a pesar de todo lo que le hacía
La de ojos marrones asintió, sólo aferrándose al cuerpo del castaño, en cierto modo se sentía protegida estando en sus brazos, sin saber que él era quien más la dañaba.
La separó un poco de él para mirar sus ojos, esos ojos que habían perdido su brillo totalmente. La besó delicadamente, ella tardó un poco en corresponder, pero terminó haciéndolo.
—Te amo, que no se te olvide —le dijo al separarse del beso y acariciando su pelinegro cabello
—Yo también te amo —contestó sin pensarlo mucho
Dejó un beso en su cabeza volviendo a abrazarla, después de todo no se arrepentía de como la trataba.
—Mañana voy a tener que salir, esperame aquí ¿sí? —dijo bajando un poco la cabeza para mirarla
—No quiero que te vayas, no me gusta estar sola —replicó cual niña mirándolo también
—Lo sé, pero es muy necesario que me vaya, no tardaré mucho —aseguró tratando de calmarla
—Está bien —aceptó agachado la mirada, en serio no quería que él se fuera
Después de todo, él era lo único que tenía.
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𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖎𝖔́𝖓 [sᴇɴ̃ᴏʀ x x ᴏᴄ]
Romance𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨́𝐧|| La vida de Color es normal... Normal hasta que un chico misterioso se empieza a obsesionar con ella. Todo hasta llegar al punto de quererla para él, únicamente para él solo. Su obsesión por ella podría llegar muy lejos y podría s...