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Sacó el cuchillo del cuerpo de aquel hombre escuchando como agonizaba de dolor, lo dejó desangrarse mientras lo miraba con una expresión de seriedad, lo hacía para divertirse o siquiera levantarse el ánimo, ya nada le importaba después de todo

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Sacó el cuchillo del cuerpo de aquel hombre escuchando como agonizaba de dolor, lo dejó desangrarse mientras lo miraba con una expresión de seriedad, lo hacía para divertirse o siquiera levantarse el ánimo, ya nada le importaba después de todo.

Guardó su cuchillo ensangrentado al igual que su ropa que lo caracterizaba como criminal, estaba sumamente tranquilo, ya estaba acostumbrado a asesinar personas para entretenerse o liberar su mente, lo hacía muy seguido cuando tenía secuestrada a Color, lo hacía más que todo para no desquitarse con ella la mayoría de veces, en ocasiones le tenia consideración. El castaño sólo escondió el cadáver intentando no dejar tantos rastros o pruebas de su crimen, después de terminar sólo se fue, yendo por los lugares más oscuros para no ser visto, aprovechaba la noche para hacer ese tipo de cosas.

Tal vez ya había pasado mucho tiempo, pero aún seguía sintiendose dolido por lo que había hecho con la pelinegra, después de todo tal vez era un criminal, pero ella era lo único bueno que había tenido todo ese tiempo y no se merecía que él le siguiera arruinando su vida de esa manera.

En poco tiempo ya estaba de regreso en su hogar, era poco más de las once de la noche, aprovechaba que viviera en un lugar no muy concurrido, por lo que nadie notaria la manera en la que llegaba a su casa.

Algo que lo extrañó fue ver las luces de su casa encendidas, ¿acaso había olvidado apagarlas antes de irse? No le tomó mucha importancia y sólo entró procediendo a quitar su sudadera roja, dejándola por algún lado, luego la lavaría para quitarles aquellas manchas. Quitó los guantes negros que traía dejándolos en el mismo lugar que su sudadera, quedando solo en pantalón y una camiseta que traía debajo.

Iba sentarse en sillón cuando escuchó un ruido que lo alarmó, se giró rápidamente buscando que había sido, encontrándose con un cuaderno en el suelo, pero eso no fue lo que le sorprendió, sino a la persona a quien se le cayó dicho objeto. Sus ojos se abrieron con sorpresa y se había quedado sin palabras al ver a la pelinegra a algunos pasos frente a él, su cabeza se llenó de preguntas e incluso consideró que todo era un delirio que estaba teniendo por cuanto la extrañaba, pero no era así.

—S-Señor X —murmuró ella como pudo, también se había quedado sin palabras

Se acercó a ella con pasos lentos sin salir de su sorpresa, parecía casi irreal verla parada ahí frente suyo. Acercó su mano a su mejilla acariciandola suavemente, dándose cuenta de que eso era más que real, ella en verdad estaba ahí junto a él.

—Lor... P-pero... ¿Qué haces aquí? ¿C-cómo llegaste aquí? —ni siquiera sabía que decir, en verdad no se esperaba llegar a casa y encontrarse con ella

—¿Qué no te alegras de verme? —preguntó con un tono algo triste, esa no fue la reacción que esperaba y pensaba que lo había dicho de mala manera

—Es que no entiendo que haces aquí, no deberías estar aquí, por eso te liberé

Color bajó la mirada, pero colocó su mano sobre la del castaño que aún seguía acariciando su mejilla.

𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖎𝖔́𝖓 [sᴇɴ̃ᴏʀ x x ᴏᴄ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora