𝕺𝖇𝖘𝖊𝖘𝖎𝖔́𝖓 [sᴇɴ̃ᴏʀ x x ᴏᴄ]

[12]

Sentada en el suelo se apoyaba en la pequeña mesa de la sala de estar, se encontraba dibujando con sus colores en su cuaderno, dibujaba mucho ahora que podía. Siempre le mostraba sus dibujos al Señor X, él siempre le decía que eran muy lindos y que tenía mucha imaginación para dibujarlos, y eso la motivaba a seguir haciendo sus dibujos. Incluso algunos de ellos lo colgaba en la refrigeradora porque le parecían bonitos y también para que Color se sintiera feliz por eso.

Terminó su dibujo y con emoción volteó a ver al Señor X que estaba sentado en el sillón detrás de ella, mirando la televisión.

—Señor X, mira, terminé mi dibujo —lo llamó sacándolo de su pequeña burbuja de pensamientos, últimamente se veía demasiado pensativo

—Está muy lindo, a ver, dime ¿qué es? —le preguntó con interés

—Este eres tú y esta soy yo, y el corazón es el amor que nos tenemos —explicó señalando cada cosa en la hoja de papel

—¿Qué hay de esos pequeños dibujos al rededor? —señaló con curiosidad, a veces no entendía lo que ella dibujaba, pero trataba de no hacerla sentir mal por eso

—Son maneras en las que nos amamos, mira en este de aquí me cepillas el cabello para que me vea bonita, y este de aquí me abrazas y me das besitos —siguió explicando con cierta emoción

Él sólo escuchaba atento, podía tenerla retenida ahí dentro, pero no dejaba de "amarla" por eso, él aún tenía esa obsesión por ella.

—Aquí es cuando me haces el amor. Aquí te digo que soy tuya y obedezco todo lo que dices —decía mientras señalaba cada dibujo en el papel, tenía una sonrisa mientras lo explicaba—. Y en este último me castigas para hacer que sea buena chica y sí soy buena chica —dijo lo último con orgullo

El Señor X sólo la miró ante eso, se inclinó hacia adelante acercándose a ella en cierto modo, la tomó de uno de sus brazos un tanto brusco haciéndola tensar, sus brazos estaban llenos de vendajes por cortes un tanto recientes.

—Esto dice lo contrario —habló refiriéndose a sus cortadas

Color bajó la mirada con algo de miedo, temía que él se volviera a enojar por eso.

—Esta vez seré buena, lo juro, ya no me lastimaré más —murmuró en voz baja

Soltó su brazo y luego la tomó de la barbilla levantandole la mirada, haciendo que lo mirara directamente.

—Dime, ¿por qué quieres salir de aquí? —le preguntó repentinamente dejándola desconcertada

—¿P-por qué? ¿Acaso me dejarás salir si te digo? —esa posibilidad la hizo emocionarse un poco

—No, sabes que no puedes salir de aquí. Sólo quiero saber el porqué —la sacó de su emoción para cambiar su expresión a una entristecida—, no pensarás escaparte ¿verdad?

Ella negó rápidamente, como si esa idea la aterrara—No, n-no es eso, yo nunca intentaría escapar, yo sólo quiero salir porque me da curiosidad el afuera —sinceró jugueteando con sus manos

—Quieres ver como es afuera ¿no? —asintió, afirmando las palabras del castaño

—Toda mi vida he estado aquí encerrada y sólo quiero explorar el mundo, ver las cosas que veo en televisión, se ven maravillosas —confesó sin dirigirle la mirada

—La televisión miente, el mundo exterior no es tan maravilloso como se ve ahí —habló acariciando su mejilla

Estaba matando su deseo por querer salir, pero lo hacía de una manera tranquila, como si no le importara eso. Aunque a pesar de todo, estaba considerando la idea de cumplir con su deseo, esa era la razón por la cual se encontraba tan pensativo esos días. Se inclinó hacia ella acercándose más, besando sus labios delicadamente para luego sonreírle aún acariciando su rostro.

—Sigue dibujando, quiero ver más de tu arte ¿si? —le sonrió olvidando el tema anterior

Color asintió y buscó otra hoja de su cuaderno para hacer su siguiente dibujo, volviéndose a sumergir en su pequeña burbuja de felicidad, hacer eso la tranquilizaba y la mantenía entretenida.

Al menos tenía algo que en serio la hacía feliz.