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Auradon, el lugar de las oportunidades. La Isla de los Perdidos, lugar donde habitan los desterrados debido a sus crueles acciones.
La heredera de Agrabah, comienza una historia de amor con quién debería ser su más grande enem...
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—Es todo un gusto conocerlos finalmente chicos— Ben casi se ahoga con el "saludo" en el pecho que le dio el hijo de Jafar.
Si se atreve a hacerme eso...
La morena se acercó cuidadosamente y extendió su mano hacia él, la agarró y besó sus nudillos para guiñar un ojo y tener una sonrisa seductora.
<<Esta es una memorable ocasión que espero que quede... en la historia.— se acercó la chica a saludar a Mal y le ofreció una de sus sonrisas—¿Chocolate?.
Parece que el hijo de Cruella de Vil tenía chocolate en los dedos.
—El día en que nuestros pueblos se unieron— siguió hablando el castaño. Mientras su amiga saludaba a la Grimhilde.
— O el día en que los cuatro por fin supimos donde estaban los baños— hablo la hija de Maléfica.
—¿Estuve un poco formal?.
—Un poco bastante— le contestó a Benjamín.
Se quedaron viendo unos segundos, algo que no le gustó para nada a ninguna de las princesas presentes. Audrey decidió hablar.
—Ey, la hija de Maléfica ¿no es cierto? Sabes que no te culpo porque tu madre haya intentado matar a mis padres y eso— soltó una risa falsa—O mi mamá es Aurora la bella-.
—Durmiente— la interrumpió Mal— Si oí sobre ella, sabes qué, yo tampoco quiero culpar a tus abuelos porque invitaron a gente de todo el mundo, pero a mi mamá no. A esa fiesta tan tonta.
Si esas fueron las razones para hacer todo el alboroto que hizo, no tiene justificación— pensó la ahijada del Genio.
—Lo pasado pisado— declaró de manera hipócrita la hija de la Bella Durmiente.
—Seguro—Ambas soltaron una risa y un suspiro sonoro y falso. Aisha las miró incómoda.
Un aplauso de Benjamín la sacó de sus pensamientos— Ok, que tal un paseo. La preparatoria, construida hace trescientos años y luego convertida en secundaria por mi padre, cuando asumió como rey.
Todos vieron la estatua convertirse en bestia cuando Ben aplaudió dos veces.
—¡Ahh!— El grito de Carlos llamó la atención de todos, quienes al voltearse vieron que estaba en los brazos de su amigo.
—Carlos tranquilo— intentó calmarlo Benjamín — Mi padre quería que su estatua se transformara, para demostrarnos que todo es posible.
