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Auradon, el lugar de las oportunidades. La Isla de los Perdidos, lugar donde habitan los desterrados debido a sus crueles acciones.
La heredera de Agrabah, comienza una historia de amor con quién debería ser su más grande enem...
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Mal estaba de mal humor, no entendía como su vida se había convertido en un desastre en tan poco tiempo. Se recriminaba una y otra vez el no haber estado lo suficientemente concentrada para no perder. Ahora debía decidir junto a sus amigos cómo iban a salvar a Ben.
—¡No le daremos la varita a Uma!— exclamó Evie— no dejaremos que destruya Auradon.
—Si Uma no tiene la varita Ben es historia— comentó Carlos.
—Es cierto, pero entonces Auradon será historia— murmuró triste Zaid.
—Entonces le daremos Justo a Uma la varita— habló Evie pensando en Ben.
—No, no lo creo— negó Jay.
—Esperen, chicos, la impresora— soltó Mal al tener una idea.
—Varita falsa, facilísimo— completó Carlos.
—Pero cuando Una la pruebe, sabrá que es falsa— contradijo Evie.
—Nos llevaremos a Ben rápido con alguna distracción— explicó Mal.
—Bombas de humo— dijo Zaid.
—Espera un momento— detuvo el de pelo largo— tú tienes poderes. ¿Por qué no nos ayuda y ya?
—Porque si hago algo de Magia dentro de un campo de fuerza donde nunca se ha hecho Magia el Hada Madrina lo sabrá.— se explicó el moreno.
—Rayos— se lamentó el platinado.
—Bueno, tenemos un plan, ¿ no es así? Empezamos.
Mientras Mal y Evie se dirigían al salón de Lady Tremaine para hacer las bombas de humo, Carlos, Jay y Zaid tomaron la limusina y regresaron a Auradon. Al llegar, el hijo de Jafar encendió su teléfono, y un sentimiento de culpa volvió a él, tenía un sin número de mensajes y llamadas de parte de su chica, decidió responderle y dijo:
—Perdóname, princesa. Te contaré todo mañana cuando nos veamos.
—Cuando escuche la razón lo entenderá— lo tranquilizó Zaid.
Faltaba una hora para las doce, todo Auradon dormía, o la mayoría de sus habitantes, Chad Encantador estaba en la habitación de los hijos de los villanos imprimiendo una figurita de sí mismo, y Aisha, quien se encontraba nerviosa y ansiosa debido a que la desaparición de su novio y su primo le quitaban el sueño. Hasta que por fin recibió una respuesta por parte de él hijo de Jafar.
Estaba emocionada y tal vez más tranquila de que estuviera bien, pero también estaba más enojada, salió de su cuarto con su pequeño gatito en vano y se encaminó al área de hombres, hecha una furia.
