•⊱∽∽∽∽∽∽∽⊰✾⊱∽∽∽∽∽∽∽⊰•
Auradon, el lugar de las oportunidades. La Isla de los Perdidos, lugar donde habitan los desterrados debido a sus crueles acciones.
La heredera de Agrabah, comienza una historia de amor con quién debería ser su más grande enem...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•⊱∽∽∽∽∽∽∽⊰✾⊱∽∽∽∽∽∽∽⊰•
La apertura había culminado, los aplausos de los padres y el resto de los compañeros se oían fuertemente.
Me recuerda a las presentaciones que hacíamos en el jardín de niños.
La princesa buscó inmediatamente a su madre, su padre no podría venir, pero ella y su padrino estarían presentes. Aladdin vendría al otro día, debía estar presente en la coronación del nuevo Rey.
Su mirada se ubicó en una mujer voluptuosa, de unos cuarenta años. Tenía un traje azul oscuro ceñido al cuerpo, y una trenza alta que llegaba hasta su espalda.
Se acercó casi corriendo hacia ella, su madre estaba de espaldas hablando con el genio.
—Hola mamá. —la abrazó por la espalda, sintiendo como su progenitora colocaba los brazos sobre los suyos.
—Hola, mi pequeña tigresa. —la soltó un poco para que la sultana de Agrabah pudiera abrazarla mejor. Su madre tenía unos tacones un poco más alto que los suyos, haciéndola ver más alta que su hija.
—¿Y a mi no me vas a saludar?.
—Claro que sí— sonrió efusiva para abrazar al papá de Zaid. —Los extrañé mucho.
—Y nosotros a ti. Ahora, ¿dónde está el salvaje de mi hijo?.
—Oh, ¡genio!— exclamó Jasmine.
—Aquí estoy— apareció el de pelo rizado, abrazando a su tía.
—Oh, ven aquí pequeño mocoso—abrió los brazos con burla, el genio sin lámpara.
El moreno se acercó a su padre, abrazándolo junto a una palmada en la espalda. Los cuatro se acercaron a una mesa, donde estaban sentados Chessur Cheshire junto a Holden y la Reina Ariel.
—Oh, su alteza— sonrió la pelirroja hacía la princesa que se acercaba.
—Su majestad.
—¿Sabes dónde está Melody, querida?. —preguntó por su hija la antigua sirena.
—No tardará en aparecer— contestó para no arruinar la sorpresa. —Buenos días, señor Cheshire.
—Buenos días Aisha— La saludó. —¿Has probado el té? Es deliciosamente curioso.
La morena soltó una risa al igual que su amigo castaño. —No por ahora, pero le prometo que probaré.
—¡Sean todos bienvenidos a nuestra celebración!— se escuchó la voz de Melody en el micrófono. —Es un honor para mí, dirigirme a todos ustedes, y desearles un hermoso día. Hoy, uno de los presentes tiene celebración doble, la Reina Ariel, ¡está de cumpleaños!. —exclamó, las miradas se posaron en la hija de Tritón, quien saludaba tímidamente al recibir la repentina atención.
