Capítulo 20

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Es cierto, tenía a mi padre abandonado, yo entiendo que él acepte mi relación con Juan, pero mi padre también me importa.

—Puedo ir? —le pregunté.

—Claro que sí, ya que, por decirlo así, todo está calmado. Te dejo —me sonrió y salimos de su habitación.

Me puse a pensar como iría donde mi padre, porque, a decir verdad, si lo extraño. Salí de mis pensamientos al ver que Ricardo se estaba acercando hacia mí, pero… estaba serio.

—Buenos días —dije tranquila y un poco nerviosa —todo bien? —le pregunté.

—Si, sólo que no aguanto la cabeza —su expresión ya estaba más relajada —tú fuiste la que me dejó la pastilla y el vaso con agua? —me preguntó.

—Si, te la tomaste? —él asintió —ustedes tres se pasaron anoche —rodee los ojos.

—Es cuando aprovecho a tomar, aparte de salir con Grecia —él soltó un suspiro y luego se fue.

Es cierto, mi mejor amiga, tengo un buen de tiempo sin hablar con ella. Será que aún se acuerda de mí, por que yo me había olvidado de ella completamente. Así que mejor me apresuré a buscar a Juan, me dijeron que estaba en la azotea, así que fui hasta ahí.

—Hasta que al fin te encuentro —dije con la respiración agitada, por que subí corriendo las escaleras.

—Qué pasa? —me preguntó mientras se me acercó.

—Te venía a preguntar, más bien decir, o pedir permiso —en mi cabeza tenía todos los cables enredados.

—Nena al punto —Juan se arregló su cabello.

—Será que puedo ir a visitar a mi padre e ir a hablar con Grecia? —le pregunté con una sonrisa, sé que no me puede decir que no.

—No —se puso serio.

—Qué? —no entendía nada de lo que estaba pasando.

—Mentiras, si vamos a ir, llámale, para no llegarle de sorpresa —me entregó su celular.

—Gracias —empecé a marcarle a mi padre.

Duré hablando con él unos treinta minutos, pero si lo extrañaba. Cuando terminamos le devolví el celular a Juan. Estuvimos un gran rato en la azotea, viendo el bello paisaje y sintiendo la refrescante brisa en nosotros.

—Crees que todo volverá a la normalidad cuando entremos a la universidad? —le pregunté, y no sé por que me acordé de eso.

—Yo ni quiero ir —él soltó un suspiro.

—Y por que ibas entonces? —le pregunté.

—Iba sólo por ti, pero ahora que te tengo a mi lado, ya no me tengo que preocupar que otros te vean —él me dio un beso en los labios.

—Pero… —me separé —qué hay de Alonso? —ni idea del por qué lo mencioné.

—Qué? —tensó la mandíbula.

—Lo siento —me puse nerviosa.

—Te importa ese imbécil? —se separó de mí.

—No Juan, no sé por qué lo… —me interrumpió.

—Si tanto de importa ese pedazo de mierda, vete con él entonces —se fue de la azotea.

—Tenme paciencia —dije hacia el aire.

Fui detrás de Juan, él me estuvo ignorando en lo que restaba de la mañana. En el almuerzo, sólo estábamos Ricardo y Francisco. Hasta que mencionaron al innombrable.

Mi Mayor Obsesión (JD Pantoja & Kim Loaiza) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora