—Estamos en confianza, pero no te lo puedo decir —solté un suspiro.
—Esta bien, todo a su tiempo, puedo salir? —me preguntó.
—No, ya regreso, iré a dejar esto —me refería los platos.
Rápido salí de la habitación, pero obviamente cerré la puerta con llave. Dejé todo en la cocina, mientras iba caminando de regreso a la habitación, una imagen llamó mi atención, era mis padres y ellos me estaban cargando.
—Cuándo volverás a hablar con ellos? —escuché una voz a mi espalda, al voltear vi que era Francisco.
—No que estabas ocupado —me puse serio y dejé la fotografía en donde la encontré.
—Ricardo está entreteniendo a mi encargo —él rodó los ojos.
—Cuando le dirás que ella sólo te quiere a ti —rodee los ojos.
—Ricardo es un testarudo, y ella... me encanta maldita sea —soltó un suspiro.
—Aclara las cosas antes de que sea tarde —levanté los hombros.
—Y hablando de arreglar las cosas, y Kimberly? —me preguntó cambiando de tema.
—Creo que somos amigos, pero antes de que me vayas a decir algo, no, no tengo miedo de que la policía me venga a traer —me puse más serio.
—El amor te tiene cegado hermano, no te culpo —me dio dos palmadas en mi hombro —te dije que no quiero estar involucrado con la policía, pero tú eres mi hermano y no te voy a dejar sólo —chocamos los puños.
—Gracias hermano, siempre voy a estar agradecido contigo. Nos vemos al rato, iré con mi chica —él asintió y cada quien tomó un camino diferente.
Llegué a la habitación donde estaba Kimberly, no escuchaba ruido y eso se me hacía raro, al abrir la puerta, vi que estaba dormida. Cerré la puerta con llave y me fui al lado de la cama.
—Mi hermosa Kimberly, me encanta este momento que toda tu atención es para mi —con cuidado empecé a peinar su hermoso cabello —espero que algún día me ames como yo te amo a ti —mis ojos se fueron directo a sus labios.
No Juan, no la vayas a arruinar ahorita, ella y tú son amigos, pero es que sus labios se ven tan deseables, pero y si ella se despierta y te pega o algo.
—A la mierda todo —con cuidado me acerqué a su rostro.
Vi cada parte de su rostro, cada día me estoy enamorando más de ella. Con cuidado me acerqué a sus labios, y sin más, empecé a dar leves besos, ella aveces me seguía, pero todo lo bonito tiene su fin.
—¿¡Qué haces?! —ella se separó asustada.
—Lo... lo siento —yo me separé un poco.
—Te estas pasando de la línea Juan de Dios —se levantó —una cosa es que tú y yo seamos sólo AMIGOS y otra es que quieras abusar de mi —me miró con asco.
—Momento, besar a alguien es abusar? —la miré algo burlón.
—No te pego por que me duele la mano —ella rodó los ojos.
—Qué? Estabas pensando en mi? —le pregunté con una sonrisa.
—Cuidadito llegas a poner un dedo encima de mi —se puso más seria —por que sino te va a ir mal —me miró directo a los ojos.
—Te voy a dejar en paz el día de hoy, sólo si aceptas que te gustó el beso y quieres más —yo no borraba mi sonrisa.
—Estas loco —ella rodó los ojos.
—No negaste el beso, quieres más y si, estoy loco, pero por ti hermosa —solté sus suspiro.
—La próxima vez que vuelvas a entrar, te voy a pegar una cachetada que te va a quedar marcada de por vida —se cruzó de brazos y me estaba fulminando con la mirada.
—Enserio? —yo reducí nuestro espacio personal, que ambos estábamos a punto de besarnos.
—Lar.... lárgate —ella estaba tratando de evitar mi mirada, pero le era imposible.
—Me iré, si, aceptas que quieres estar conmigo —me atreví a acorralarla contra la pared y subí sus manos encima de su cabeza, en otras palabras, la dejé sin salida.
—Suéltame —dijo viéndome y luego mis labios.
—Cae en la tentación bonita —rocé nuestros labios.
—Eres un idiota —ella se mordió el labio.
—Aclaro que no haré algo que tú no quieras, y si, soy un idiota —le di un beso en la camisura de sus labios.
—No —ella se mordía el labio inferior.
—Kimberly —empecé a darle besos húmedos en el cuello —dime que pare y lo haré —seguí con los besos, ella se estremecía y soltaba leves quejidos.
—Juan... —me separé un poco para verla —si quiero —su respiración ya estaba agitada.
—Qué quieres? —despacio solté sus manos y ella las enredó en mi cabello.
—Quiero que me hagas tuya —volvió a morder su labio.
—Lo que desee mi princesa —sonreí.
(....)
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Mi Mayor Obsesión (JD Pantoja & Kim Loaiza) [COMPLETA]
RomanceÉl un chico, atractivo, guapo, una tez blanca, cabello castaño, piercing en su labio inferior. Ella, una chica muy guapa, tez blanca, estatura promedia. Él se enamora de ella, pero en secreto, ya que teme de que el amor de su vida lo rechace, por lo...