Capítulo 15

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Llegamos a una mansión, a este punto ya nada me sorprende, osea, ellos tienen todo esto por.... obviamente... su trabajo.

Todos nos bajamos, un guardia bajó a Juan, nos fuimos a una habitación.

—Por qué aún no despierta? —pregunté preocupada mientras veía a Juan.

—Supongo que por el suero, gustas quedarte con él? —me preguntó Julio.

—Si, o usted quería? —ahora yo le pregunté.

—No, sé que él va a despertar, pero por cualquier cosa ve a buscar el guardia que lo trajo, con permiso —se fue.

Yo solté un suspiro, entré a la habitación y cerré la puerta. Me senté en la cama, a la par de Juan, me encantaba verlo, sus facciones, sus tatuajes, él era simplemente perfecto.

—Juan —lo moví con cuidado —despierta —tenía mi mano encima de su brazo —Juan —volví a repetir.

Solté un suspiro, pero en eso me dió por ir a tomar agua, me iba a levantar pero alguien me tomó de mi mano.

—Kim? —escuché la voz de Juan.

—Si —voltee a verlo y no pude evitar sonreír —estas a salvo —le di un beso en su mejilla.

—Pero... qué paso? —me miró confundido y lo ayudé a acomodarse en la cama.

—Con la ayuda de mi papá los logramos sacar, tu padre también ayudó —dije.

—Espera.. mi padre? —su expresión cambió a confundido.

—Bueno, yo le llamé, cuando llegamos al lugar, él ya estaba ayudando —puse mi mano encima de la de él.

—Cómo obtuviste su número? —me volvió a preguntar.

—Lo importante es que estas vivo —me le acerqué y acosté mi cabeza en su hombro.

—Eres tremenda —él besó mi mano.

—Pero así me amas —lo miré y no pude aguantar, le di un beso en sus labios.

Él me aceptó el beso, me iba a acostar, sino fuera por que tocaron la puerta.

—Maldita sea —Juan rodó los ojos.

—Tranquilo —le di otro beso y me volví a acostar en su pecho, mientras él me dio un beso en la cabeza.

—Pase —soltó un gran suspiro.

—Hermano! —eran Francisco y Ricardo.

—No sabíamos que estarías ocupado —Francisco se sorprendió.

—Qué quieren? —Juan les preguntó frío, y yo le di un leve apretón en su brazo.

—Tu padre nos recordó de la fiesta de mañana en la noche —habló Ricardo.

—Fiesta? —me atreví a preguntar.

—Cada seis mese se hace una fiesta, por la cual no hay como un motivo en específico —me respondió Francisco.

—Interesante, a qué hora iremos? —pregunté.

—No iremos, ahora váyanse —ordenó Juan.

Ni Francisco ni Ricardo respondieron, sólo asintieron, salieron de la habitación cerrando la puerta.

—Por qué no? —le pregunté levantándome de la cama.

—Por que sólo va gente estúpida, egocéntrica —él rodó los ojos.

—Sabes desde cuándo no voy a una fiesta? —resoplé enojada —vamos! —le volví a insistir.

—No —él se levantó para ir al baño, pero yo me puse enfrente.

—Vamos! —me puse seria.

—No, con permiso —él me hizo a un lado, entró al baño y cerró la puerta.

—Bien, entonces me iré con Ricardo y Francisco —dije algo fuerte para que me escuchara.

—Cuidadito y te vas con ellos! —me respondió de al otro lado de la puerta.

—Tú no quieres ir, me voy con ellos —al terminar de hablar, me mordí el labio para no reírme.

Me acerqué a la puerta de la habitación, cuando él salió, yo abrí la puerta e hice como si me iba a ir. Pero él fue más rápido me tomó de la cintura y volvió a cerrar la puerta.

Yo le iba a reclamar, pero me acorraló contra la pared, subió mis manos arriba de mi cabeza, en pocas palabras... yo estaba sin salida.

—Ni te irás con ellos —él estaba serio, pero les apuesto lo que quieran que él me estaba comiendo con su mirada.

—Tú no quieres ir —miré sus labios y luego sus ojos.

—No... —lo interrumpí.

—Entonces... no habrá intimidad por un mes —le sonreí coqueta.

—Ah si? —él dijo con una sonrisa y yo solamente asentí —a ver cuánto aguantas —él se acercó a un milímetro de besarnos.

—Puedo... aguantar —me relamí los labios, y me estaba aguantando las ganas inmensas que tenía de besarlo.

—Ya veremos —él me soltó de la nada.

—Veras que te voy a convencer de ir a esa fiesta —salí de esa habitación.

Iba paseando, cuando me encontré a una muchacha, que al parecer ayudaba a limpiar la casa.

—Hola, en qué le puedo ayudar? —ella me preguntó muy amable.

—Sabe dónde está el Señor Julio Pantoja? —le pregunté.

—Si, en el cuarto de cámaras, algo más? —me volvió a preguntar.

—No, muchas gracias —le sonreí y me fui a de ahí.

No sé como le hice, pero llegué a esa habitación, toque dos veces, escuché un pase, y pues... entré.

—Oh hola Kimberly, qué pasa? —me preguntó Julio mientras seguía revisando las cámaras.

—Es cierto que mañana en la noche... hay una fiesta? —le pregunté sin rodeos.

—Si, Juan ninguna a asistido, te dijo lo contrario? —ahora él me preguntó.

—No, pero lo estoy tratando de convencer, alguna idea? —me puse a su lado, él me volteó a ver.

—Mi hijo tiene la idea de que esa fiesta es de pura gente egocéntrica, en una parte lo es, pero de la otra, es como... un rato para distraernos de lo que hacemos —él levantó los hombros.

—Elegante o Casual? —le pregunté tratando de entender.

—Elegante. Hay dinámicas, bailes, bebidas, de todo. El código de vestimenta de ahí es, rojo para la mujer y el color oscuro para el hombre. Van a ir cierto? —él cambió un poco el tema.

—Suena muy interesante, así que voy a seguir insistiendo a que vayamos. Muchas gracias —le sonreí y salí de esa habitación.

(....)

Mi Mayor Obsesión (JD Pantoja & Kim Loaiza) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora