30 Days Of Smut Challenge | Minsung

❛ Day 23

[Vestidos a medias]

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La tensión entre aquellos chicos se había vuelto más fuerte.

No porque las cosas empeorasen, no se confundan.

Ahora ambos estaban al tanto de que, efectivamente, querían volver a estar juntos, pero como el menor de ambos mencionó anteriormente, había que darse un tiempo y así arreglar todo sin ese miedo que tenían de que se repitieran los mismos errores del pasado.

Ah, pero Minho sonreía victorioso internamente al ver como los cachetitos del rubio volvían a sonrojarse cuando le hablaba o le miraba.

Se encontraban ordenando su ropa y cambiándose a una más abrigada, puesto que sus madres les dijeron que irían a una feria que se encontraba cerca y el frío era realmente fuerte, aunque agradecían que al menos no estuviese lloviendo.

Jisung se había colocado un suéter con cuello alto, encima un abrigo largo y de material grueso.

—No es suficiente— Habló el más alto al verlo de pronto, tomando una bufanda y envolviéndola al rededor de su cuello—, ahora sí

—¿Quiere que me ahogue?— Ah, y había vuelto a hablarle con honoríficos, provocando aún más felicidad en el castaño.

—Quiero que no te enfermes, eres muy delicado con las temperaturas, lo sabes. Sueles resfriarte muy fácilmente

—Mentira

—Una vez agarraste un resfriado solo porque no te secaste bien el cabello, y ni siquiera te habías ido a dormir aún

Puchereó y salió del cuarto, haciendo reír a Lee porque parecía adorable burrito amurrado.

Minho puso su gabardina negra sobre la sudadera marrón que traía, sacó su teléfono y bajó igualmente.

Ya estaban todos en la puerta, listos para irse, por lo que simplemente salieron y subieron al auto, en dirección a dicha feria.

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Había más gente de la que pensaron, varios puestos de diferentes temáticas y mucha gente amontonada en todos lados.

A Jisung no le gustaba estar entre la multitud.

Inconscientemente tomó el brazo de su mayor, apegándose a él mientras miraba a su al rededor, no logrando ver así la pequeña sonrisa que se había formado en los labios del contrario.

—¡Un conejo!

Los ojitos del rubio brillaron cuando vio aquel animal de felpa colgado junto a un juego de lanzar la bola. La fila no era muy larga, y Han tironeó el brazo ajeno para que pudiesen ir, rogando con la mirada y sonriendo amplio cuando el mayor aceptó.

—Iremos por algodón de azúcar que venden aquí, no se muevan de este puesto, ¿bien?— Habló Seolhyun de pronto, los chicos asintiendo para luego ellas dirigirse al lugar mencionado.

La cola avanzaba y ya no faltaba mucho para que pudiesen participar en el juego, Jisung daba saltitos de vez en cuando por la emoción.

—¿Tanto te gustan los conejos?— Preguntó entonces el más alto, enternecido por la exaltación de... su pequeño.

—¡Me encantan! Son como bolitas de algodón, pero soy alérgico a su pelaje, así que no puedo tener uno— Puchereó—, así que me conformo con tener de peluche, aunque sean falsos

—Se vería bien en tu cama junto el otro que tienes

—¡Sí! ¡Además ambos son blancos y tienen la nariz rosa!