30 Days Of Smut Challenge | Minsung

❛ Day 5

[Fingering]

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La luz del sol que entraba por la ventana le pegaba en el rostro, haciéndolo removerse o haciendo intento de ello, puesto que tenía unos brazos y piernas aferrados a él fuertemente, como no queriendo dejarlo ir.

Con algo de esfuerzo levantó uno de sus brazos, acercándolo al rostro contrario para dejar suaves caricias en su tersa y acaramelada piel, yendo pronto hasta su suave cabello, jugando con las castañas hebras con delicadeza. Sonrió sin quererlo, sus ojos reflejando un brillo que no sabía explicar, pero que aparecía cuando tenía al mayor frente suyo.

Le gustaba Minho, claro que lo hacía.

Había comenzado a sentir esos revoloteos en su interior desde hace más tiempo del que podía contar. Recuerda desde que tenían siete y nueve años, respectivamente, ser ellos y nadie más. Hacer todo juntos, y sus madres jamás dijeron algo por ello debido a que pensaban inocentemente que eran cosas de mejores amigos.

Vaya mejores amigos.

Minho se removió de pronto, abriendo sus hinchados ojos lentamente, doliéndole la iluminación natural que entraba en la habitación.

—¿Llevas mucho tiempo despierto?

—N-No realmente

—¿Tan temprano y ya estás nervioso?

—Buenos días para ti también— Contestó molesto.

Rió y tomó su cintura para posicionarse sobre él. Lo miró por unos segundos, pasó su pulgar tiernamente por su sonrojada mejilla y pronto acercó sus labios para unirlos. Ambos cerraron los ojos sin siquiera pensarlo, sumiéndose en el delicioso y dulce sabor de los belfos ajenos.

Se separaron finalmente, y Jisung tenía unas duda dándole vueltas en la cabeza desde ayer, pero le daba miedo sacarla a la luz, aunque necesitaba hacerlo al fin y al cabo. Minho había estado llorando casi toda la noche sobre su pecho, sabía lo difícil que era la relación que llevaba con su padre, pese a no entenderla pues él jamás había sentido lo que era el amor paterno debido a que su propio papá había fallecido cuando tenía dos años por culpa del cáncer que no logró vencer.

Entrelazó sus manos con cariño, dejando un tierno beso en la punta de la nariz de Lee, dándose ánimos internos para sacar finalmente las palabras de su boca.

—Hyung... ¿qué vas a hacer?

—¿Con qué?

—Tu padre, ya sabes... ¿i-irás?

Soltó un suspiro y se dejó caer a un lado del menor, colocando uno de sus brazos por detrás de la cabeza mientras miraba fijamente el techo, atrayendo con su articulación libre al rubio que se acurrucó en él.

—Es algo complicado, ¿sabes? Él... lastimó a mamá de una forma horrible, ella estaba destrozada

—Me lo imagino

—Yo tenía once años por aquel entonces, no entendía mucho lo que estaba pasando, pero cuando vi a mi mamá llorando mientras empacaba sus cosas, supe que alguien la había dañado— Jisung no decia nada, tan solo escuchaba con atención haciéndole entender a Minho que continuara—. Jamás volví a cruzar palabra con él, no quería, me enviaba cartas y mensajes que yo nunca respondí— Tragó saliva forzosamente cuando sintió ese maldito nudo apretándole la garganta—. Sé que estuvo y está arrepentido de lo que hizo, pero eso no arregla la mala situación que pasé con mi madre por su culpa, enviaba dinero pero nunca era suficiente, siempre decía que no tenía más pero ahora él... tiene otra familia