Cómo hace la propuesta - Ran

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No podía despegar sus ojos de ella. La veía reír y jugar con su hermano menor mientras bailaban y su corazón latía acelerado. Hacía tres años que habían comenzado a salir y se sentía más enamorado cada día. Era inteligente, inquieta, autónoma, honesta... Todo lo que esperaba tener en una compañera.

Rindou y ella regresaron al privado junto al resto de los invitados al cumpleaños 36 de Ran.

- ¿Estás pasándola bien?- Preguntó dándole un beso rápido en los labios antes de dar un sorbo a su bebida

- Ahora estoy mejor- Respondió Él sentándola sobre su regazo cosa que sonrojo a la chica quien soltó una risita mientras Rindou se quejaba por perder a su compañera en la pista. Ella atrapó los labios de su novio en un beso rápido y después se levantó para ir corriendo con el menor de los Haitani, pues Ran le había dicho desde el principio que se quedaría bebiendo con sus amigos esa noche.



Las horas pasaron entre botellas, música, risas y conversaciones cada vez con menos sentido, cerca de las tres de la mañana, los hermanos se despidieron en el estacionamiento, mientras yo corrí a la camioneta de Ran a resguardarme del frío y ponía mi canción favorita.

- Por qué no me sorprende que estés escuchando esto...-

- Sabes que llevo con ella pegada toda la semana- Respondí tarareando

- No me di cuenta después de escucharla cinco veces seguida en una noche- Dijo entornando los ojos a lo que repliqué dándole un empujón en el hombro

- ¿Estas bien para conducir o quieres que yo...?-

- Dejé de beber desde hace rato, claro lo habrías notado si hubieras estado conmigo...-

- ¿Ah?-

- No pasaste más de una hora conmigo, princesa- Señaló remarcando la última palabra, sentí un escalofrío en toda la piel y me mordí el labio inferior conteniendo el jadeo, esa palabra solo la usaba cuando estaba mostrándose dominante. Tragué saliva de forma pesada y miré por la ventana repasando la noche, ¡mierda!, era cierto, toda la noche había estado con Rindou, Kakucho y Hajime, tenía tanto sin estar con ellos que simplemente había perdido la noción del tiempo -¿No debías haber estado para mí especialmente hoy?- preguntó tomando mi barbilla con fuerza y obligándome a mirarlo

- N-no fue mi intención- No estaba molesto, solo estaba poniéndome nerviosa, le excitaba hacerme sentir vulnerable y esta vez la culpa me tenía comiendo de su mano y él lo sabía -Ran, lo...-

- Shhh. Susurró poniendo sus labios sobre el lóbulo de mi oreja y dándole una pequeña mordida, sentí los vellos de mi nuca erizarse y mi respiración acelerada cuando comenzó a rodar suavemente sus labios hasta los míos apenas rozándolos antes de apartarse -Lo hablaremos en casa, princesa-

El camino no era muy largo, pero fue silencioso. De cierta manera, me hizo sentir en un dejavú, solo en una ocasión me había sentido así de vulnerable mientras viajaba con él en el coche. Sin saber que sucedería a continuación.

Ran llevaba su mano sobre mi muslo y describía figuras sobre en mi piel sin pronunciar palabra.
Podía notar que estaba nervioso, pero no estaba segura de la razón, esto había pasado varias veces durante las últimas dos semanas, pero él siempre decía que todo estaba bien y pese a mi insistencia, no conseguía que se abriera conmigo y me dijera que sucedía, así que no tenía más remedio que darle su espacio y esperar a que quisiera decirme lo que fuera que rondara en su cabeza.

Al llegar al departamento, esperaba que como de costumbre su comportamiento fuera lascivo y arrebatado, pero nada sucedió, se adelantó a mí y prácticamente se encerró en la habitación para luego ir por un vaso de agua y comenzar a deambular por el departamento sin sentido alguno.

Bad Habits - Tokio Revengers [One Shots 🔞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora