Seis

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Jimin trago saliva mientras miraba de manera nerviosa la puerta de la casa de Yoongi, ya se había transformado en su forma humana y tenía unas grandes ganas de salir corriendo y buscar los brazos de Jungkook pero su lobo estaba totalmente en contra, parecía que lo estaba controlando por completo.

Jungkook -dijo Jimin en su mente mientras apretaba sus dedos en la parte baja de la camisa que se había colocado y que por suerte había preparado antes de su transformación.

^Jimin, ¿Qué esperas? Nuestra pareja esta ahí dentro.

~Él no es nuestra pareja, nos va a rechazar.

^¿Cómo se te ocurre? Él no puede hacer eso.

~Ama a alguien más...

^Imposible...

~No lo es, porque yo también lo hago.

Sus palabras parecieron enfurecer a su lobo, Jimin hipó nervioso cuando sin darse cuenta ya se encontraba frente a la puerta de Yoongi, ni siquiera tuvo que tocar o hacer algún movimiento cuando la puerta se abrió de manera abrupta, mostrando frente a él a un serio Yoongi que lo miraba de manera fría con sus ojos de un color rojo.

—Jimin. -La manera seca en la que su nombre salió de la boca del nuevo alfa hizo que Jimin se sintiera afectado, después de todo seguía siendo la persona que la diosa Luna le dio como pareja.

—Y-Yo...-paró de hablar al instante en que le invadió el impulso de lanzarse contra el alfa en un abrazo, apretó sus labios en una fina línea, él no iba a hacer eso.

^No me retengas...

Jimin dio un paso hacia atrás de manera dificultosa, casi se doblegaba a la orden de su lobo quien era el desesperado por estar con Yoongi.

—Pasa.

La vos fría de Yoongi lo sacó de sus pensamientos y solo pudo ver como el chico caminaba dentro de la casa, Jimin lo siguió hasta llegar a la sala ¿Cómo él se podía ver tan tranquilo ante ésta situación?

Jimin no pudo evitar pensar en que probablemente este era el preciso momento en que su relación de mejores amigos con Yoongi terminaría por culpa de lo que estaba sucediendo.

Jimin vio cómo se dejaba caer de manera casi derrotada en el sofá mientras él se sentaba en otro que estaba bastante distanciado de Yoongi.

Pasaron unos cuantos segundos en un incómodo silencio hasta que Yoongi miró de manera fija a Jimin.

—Jimin, tu sabías mis planes respecto a esto.-dijo de manera pausada. —Sabes que mi decisión no cambia, aunque se trate de ti.

Jimin trago saliva mientras sentía sus ojos picar, no podía evitar lo que estaba sintiendo en esos momentos, después de todo él era su pareja destinada, su mate.

Sintió a su lobo chillar presintiendo las palabras que Yoongi diría.

—Jimin, yo te rechazo como mi mate...

***

Jungkook subió de arriba para abajo su mano en la espalda del chico que lloraba desconsolado sobre su pecho.

Su corazón estaba siendo apretado en esos momentos, no podía evitar pensar que era en parte su culpa que el castaño se encuentra en conflicto.

—Tae, ya basta.-dijo de manera tranquila cerca de su oreja.

Escuchó a Taehyung quejarse pero aun así seguía sin moverse.

Suspiró mientras llevaba sus manos a los hombros de Taehyung alejándolo de su cuerpo de manera lenta, lo primero que vio fue a Taehyung con los ojos cerrados y mejillas sonrojadas por el llanto, su cuerpo temblaba entre sus manos.

—Tae.-dijo de manera suave. -Mírame por favor.

Taehyung obedeció de manera lenta mientras mordía su labio inferior, reteniendo los hipidos.

—Ju-Jungkook. -Lloriqueó inclinándose para buscar un mayor contacto y abrazarlo pero fue detenido por las fuertes manos del pelinegro.

Taehyung sintió el dolor del rechazo atravesarlo por completo, pero no se atrevía a decir nada sobre eso, suficiente tenía con su lobo que no quería comunicarse con él.

—Y-Yo, no sé qué hacer Jungkook, quiero a Yoongi pero desde que sé que eres mi pareja te necesito p-pero yo le prometí a Yoongi que estaríamos juntos y no sé qué hacer no sé si quiero seguir con eso, él debe tener su propia pareja y tú eres el mío y tampoco quiero eso porque amo demasiado a Yoongi y-y no sé qué hacer. -Chilló Taehyung de manera atropellada.—Y para agregar, mi lobo no me habla, no me ha dicho absolutamente nada desde la transformación.

Jungkook miró de manera preocupada a Taehyung quién seguía desahogándose.

~Puedes intentar hablar con su lobo.

^Why not? Lo voy a intentar.

—Taehyung, te lo dije, no te voy a obligar a nada, entiendo que estés enamorado de Yoongi yo los e visto desde que empezaron a salir y sé que el también te ama y te cuidará mucho Tae, pero igual, es tu decisión y yo la respetare.

^Logré hablar con él...

~¿Y bien?

^Pues, está enojado con Taehyung.

~¿Cómo se llama?

...

~¿Jackson?

^Es que su nombre no es para nada fácil, mejor dame tiempo, le haré un apodo, creo que no ha de ser de aquí eh...

~Bien, intenta hablar un poco más con él.

^Ok.

—Tae, por favor deja de llorar, tu lobo te hablará pronto, debes relajarte para tomar una decisión ¿De acuerdo?

—N-No sé.-bajó la mirada mientras de manera lenta y temblorosa extendía sus manos y las colocaba sobre el pecho de Jungkook.

—Está bien Tae, no te presiones tómate tu tiempo y habla con Yoongi también, él debe estar preocupado por ti.

Taehyung mordió su labio inferir con remordimiento, claro que Yoongi debía estar preocupado, estaban juntos en el momento de la transformación y cuando se llevó a cabo y se dieron cuenta que efectivamente no eran parejas destinadas, él entró en pánico, alejándose del lugar, dejándolo solo.

Él era el hijo del alfa superior en la manada, se supone que tiene que dar el ejemplo siempre y la manada no vería para nada bien que rechace a su mate, Taehyung sabe que muy en el fondo Jungkook siempre le había llamado la atención pero siempre había logrado mantenerse al margen de él.

Sus sentimientos por Yoongi se han tambaleado, pero siguen ahí, él lo sabe y es por eso que es tan difícil tomar una decisión.

El movimiento de Jungkook levantándose del pasto lo sacó de sus pensamientos, sus manos le ayudaron a levantarse al mismo tiempo y otra vez, su cuerpo dio un paso adelante por inercia para estar más cerca del cuerpo del mayor, quería buscar la calma que le había brindado cuando llegó.

Taehyung ignoró el otro aroma que emanaba él cuerpo del pelinegro, el olor dulce contrastaba el fuerte de Jungkook y luchó contra las ganas de saber a quién le pertenecía.

—Ve a casa, descansa y toma tu decisión.-fue lo último que dijo.

—De acuerdo...

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora