Wolf

Veintinueve

Jimin y Jungkook se encontraban en una de las bancas que Jungkook tenía en la parte trasera de la casa, ambos en silencio mientras que el rubio se encontraba con los ojos cerrados, disfrutando de la brisa y Jungkook sin poder despegar los ojos de él, admirando lo hermoso que era.

—Bebé, sabes que te amo ¿cierto?-pregunto Jungkook luego de unos segundos eternos, con la voz calmada.

Jimin suspiró abriendo los ojos lentamente, observó a Jungkook y asintió.

—Yo también te amo.-murmuró, recostó su cabeza en el hombro de alfa, tomando su mano para entrelazar sus pequeños dedos con los de él.—No nos casaremos en este año ¿verdad?

Jungkook besó la cabeza del omega, su corazón se estrujó al escuchar el tono triste y resignado de Jimin.

—Lo siento, amor, sabes que tu madre tiene razón, además, que no nos casemos aún, no significa que no vayamos a estar juntos, seguiremos viviendo juntos y el otro año nos casaremos, no llevemos las cosas tan de prisa, lo importante es que no nos separen.

—Está bien.-terminó diciendo Jimin apegando su cuerpo al de Jungkook, buscando cobijo, Jungkook soltó su mano para poder pasar el brazo sobre su hombro y abrazarlo, su otra mano tomó ahora su mano.

—Ya verás que todo estará bien, este año pasará tan rápido que no lo sentirás, cuando menos te des cuenta estaremos ambos en el altar dando nuestros votos de amor.

Jimin rió risueño, encantado ante esa imagen, volvió a cerrar los ojos relajándose contra la piel del alfa.

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Un libro voló por sobre su cabeza, ni siquiera tuvo oportunidad de recuperarse de eso cuando, sin poder evitarlo, otro se estampo contra su rostro.

—¡Tuan! Por favor, tranquilízate bebé.-dijo sobando su nariz.

-Que se tranquilice tu abuela.-dijo exasperado el omega.

Hace como una hora, Jimin se había dormido contra el hombro de Jungkook, Jackson supo cinco minutos antes de que el rubio despertara que no iba a ser el mismo quien se despertaría si no que Mark de mal humor, Jungkook entonces le cedió su lugar.

Jackson como que se arrepentía de eso en ese momento.

—Pero yo no tengo abuela... ¿O sí?-el alfa pareció confundido, lo suficiente como para no poder detener otro ataque de parte de Mark.—Deja de lanzarme libros.

Se supone que un alfa nunca debía permitir tal falta de respeto, según lo que él había aprendido es que los omegas debían ser sumisos y tranquilos de no ser así los alfas tenían el derecho de poner mano dura.

Pero tanto Jackson como Jungkook sabían que jamás se atreverían a alzarles la voz ni mucho menos lastimarlos, ellos eran sus tesoros más preciados así que Jackson tenía que buscar una mejor forma para calmar al rubio.

—Mark, ven aquí.-dijo cauteloso Jackson alzando sus manos al omega.

Mark observó los brazos extendidos del alfa con las cejas fruncidas todavía molesto, luchaba internamente ante las ganas inmensas que tenía de correr hacia su alfa, pero su molestia era más grande.

Él era el lado animal de Jimin, Mark no entendía sobre moral o estupideces como obligaciones escolares, es más, a él como que tampoco le importaba si se casaban o no, Mark lo que quería era procrear a sus primeros cachorros, él estaba listo para eso y no quería esperar un jodido año.

—No entiendo cómo puedes estar de acuerdo con ellos, estamos hablando de nuestros cachorros Jackson. -gritó furioso, lanzándole ahora cojines de los sillones.