Wolf

Veintiocho

—Ya está bebé, por favor no llores.-pidió Jungkook abrazando con fuerza a Jimin.

Luego de que salieran con las pertenencias de Jimin, el rubio ni siquiera se atrevió a despedirse de su madre, el pelinegro lo hizo con unas cuantas reverencias para luego caminar dando el espacio que necesitaba a Jimin hasta llegar a la cabaña, por suerte nadie los había molestado en todo el camino.

Jimin no dijo nada, siguió llorando con fuerza entre los brazos de su alfa, ambos sentados en el sofá de la sala con las maletas alrededor, el omega tenía el corazón partido, le dolía tanto no tener el apoyo completo de su madre, aunque sabía que ella tenía razón, había matado las ilusiones de Jimin de tener la familia que tanto anhelaba junto a su alfa.

Agradecía que su padre no hubiera estado en aquel preciso momento ya que sabía que él no le hubiera dejado irse con Jungkook, sólo esperaba que por lo menos su madre no le dijera algo que hiciera que su padre lo viniera a buscar para llevárselo.

—Jimin...-dijo como pudo, sintió un nudo en la garganta que le impedía el seguir hablando, le dolía el corazón ver a su omega de esa forma, Jungkook no sabía qué podía hacer para que parara.

Lo dejó llorar por lo menos por media hora hasta que pareció relajarse, Jungkook lo sostuvo besándole la frente y la coronilla de la cabeza, dándole caricias en la espalda y por supuesto diciéndole lo mucho que lo amaba y que todo estaría bien.

—Ju-Jungkook. -dijo con la voz rasposa el rubio mientras se incorporaba en las piernas de Jungkook.

Jimin tenía las mejillas sonrojadas y llenas de lágrimas, sus labios parecían hinchados al igual que sus ojitos que por desgracia Jungkook no podía ver completamente ya que Jimin se encontraba restregándolos con sus manos hechos puño mientras su cuerpo temblaba un poco.

—Aquí estoy, amor. -dijo besando los labios rojizos del rubio con delicadeza por unos segundos.

—¿Nos vamos a casar?-preguntó hipando, sus manos ahora apretando los hombros del pelinegro.

Jungkook suspiró observando con dolor los ojos rojos y aun con lágrimas del rubio, llevo sus pulgares a cada ojo y con suavidad secó un poco de aquellas lágrimas.

—Lo haremos amor mío. -dijo con decisión Jungkook.—Pero ¿no crees que tu madre tiene razón?

Jimin se quejó sorbiendo un poco con la nariz, asintió a regañadientes mientras miraba con los ojos acuosos los del alfa.

—Pero, yo quiero que nos casemos ya. -murmuró presionando su frente contra la de Jungkook mientras cerraba sus ojos.

—Haremos lo que tú quieras mi vida, sólo piénsalo bien y luego me dices tú decisión ¿de acuerdo? -dijo pacientemente Jungkook besando la nariz de Jimin. —Ahora ve y lava tú carita, empezaré a guardar tus cosas.

Jimin asintió y se levantó con las piernas temblorosas, caminó hacía el baño que había en la planta baja y decidió mejor tomar una ducha.

Se quitó la ropa cerciorándose primero que había toallas en el lugar para no estar molestando pidiendo una a su alfa y entró a la regadera, decidió que sería una ducha helada y suspiró aliviado al sentir las gotas heladas sobre su rostro, en especial en sus parpados irritados.

Estuvo quieto por varios minutos, su piel se erizaba ante el tacto frío, pero el realmente lo había necesitado y no pudo evitar pensar en cómo sería el conocer a los padres de Jungkook ¿lo rechazarían? ¿Estarían de igual forma en desacuerdo con la idea de que se casaran?

Jimin mordió su labio inferior con fuerza, sus ojos amenazando con dejar salir más lágrimas, negó con la cabeza rítmicamente, Jungkook tenía razón, pensaría las cosas tranquilamente y con tiempo, luego haría saber su decisión.

Mientras tanto Jungkook se encontraba doblando las camisetas de Jimin una por una, todavía pensaba en que debería comprar un ropero un poco más grande, pero por ahora vería como le va con ese.

~¿Qué piensas tú de todo esto?

Jungkook decidió preguntar, sabía y conocía a su lobo, sea lo que sea que se está guardando, Jungkook necesitaba escucharlo.

^Bueno, ya era hora de que pidieras la opinión de un sabio la verdad.

~Sólo habla de una vez.

^Ok, en primer lugar, lo siento, pero estoy del lado de la bonita mamá de Jimin, no quería decir nada o más bien hubiera estado en desacuerdo si no fuera porque está el hecho también de que serás el alfa líder de la manada.

~¿Pero y eso qué tiene que ver?

^Sólo ponte a pensar, tienes diecinueve años, aceptaste tal posición con Namjoon, pero no lo vas a tomar todavía porque estás muy joven y que por lo menos ya con veinte años ya te sientes lo suficientemente preparado para serlo, Namjoon lo aceptó dándose cuenta de que eres bastante maduro porque tenías razón con todo lo que le dijiste, eres muy joven y también tienes que terminar con la escuela, es por eso que él aceptó esperar tanto tiempo.

Jungkook se mantuvo callado ante la pausa de Jackson ya que sabía que no había terminado de hablar todavía.

^Ahora bien, es lo mismo en el matrimonio Jungkook, estás muy joven para casarte, sé que nuestra relación con Jimin y Mark es eterna, pero debes aprender muchas cosas que todavía no sabes por qué, todo será muy diferente cuando estén casados, necesitan conocerse completamente porque ya teniendo cachorros no podrán y será peor aun estando estudiando todavía, apenas y podrán verse ¡es más! Jimin tendrá que dejar las clases cuando este embarazado si se casan tan pronto ¿quieres eso?

Jungkook arqueó las cejas y apretó sus labios, por supuesto que no quería eso, se maldijo a si mismo al no pensar en eso tampoco.

^¿Lo quieres...?

~No, no lo quiero...

^Entonces no dejes que nuestro bebé tome una decisión como esa Jungkook, hazle saber todo eso, habrá tiempo luego lo importante es que de igual forma estarán juntos de ahora en adelante, ellos nos tienen y de eso no tienen que preocuparse.

Jungkook sonrió orgulloso mientras suspiraba ya un poco más tranquilo.

~Siempre me sorprendes Wang...

^Estoy para servirte, recuerda que doy clases los jueves y que te puedo dar descuentos.

Jungkook rió negando ante esas últimas palabras y siguió con su labor de guardar ropa, luego hablaría con Jimin.