Catorce

963 101 1
                                    

Jungkook dejó entrar de manera tensa a Namjoon y su acompañante, esperaba que Jimin se quedara en el cuarto hasta que ellos se fueran, no quería ponerlo en una extraña y tensa situación.

—Jungkook, él es Seokjin necesita hablar sobre la situación en la que se encuentran.-dijo Namjoon cuando llegaron a la sala de la cabaña.

Jungkook quiso negarse, no necesitaba que nadie se metiera en su relación con Jimin y mucho menos un extraño, pero antes de poder decir cualquier cosa, el chico alto y castaño habló primero.

—Mucho gusto Jungkook, lamento la intromisión, se que pensarás que no tengo nada que ver con lo ocurrido entre Taehyung, tú y los otros dos chicos pero créeme que si lo hago, no te puedo decir porque pero he venido para ayudarlos.-dijo con una sonrisa, Jungkook lo observó de manera hostil.

—No necesito ayuda de nadie, Jimin y yo estamos bien juntos y si están haciendo todo esto por Taehyung no deberían de preocuparse por él, sé que estará bien junto a Yoongi también...

—Las cosas no son así de fáciles, Jeon.-le cortó Namjoon con seriedad.-No hemos venido a separarte de Jimin ni nada por el estilo pero todavía hay cosas por hacer y hablar, no tomen una decisión apresurada.

Jungkook no respondió, creándose un par de minutos en un tenso silencio.

—¿En dónde está Jimin?-finalizó con el silencio Jin observando alrededor de la sala.—Hueles por completo a él, eso significa que se encuentra aquí.

—No se metan con Jimin, sin van a seguir con estas cosas prefiero que me digan solo a mi.-dijo Jungkook, su lado protector había salido a la luz y parecía lito para el ataque.

Jin sonrió curioso y sorprendido de como Jungkook defendía al pequeño chico rubio que se encontraba bajando en ese preciso momento por las escaleras de manera tensa.

Jimin caminó hasta quedar frente a los tres hombres, dio unos últimos pasos hasta estar junto a Jungkook quién lo tomó de los hombros al instante.

—Minnie, regresa al cuarto.-le susurró Jungkook con dulzura.

Jimin apretó los labios negando repetidas veces, le sonrió con calma queriendo abrazarlo en ese mismo momento pero sabía que no era correcto, así que simplemente se giró de nuevo encarando a las otras dos personas, especialmente a la que no reconocía.

—Soy Jimin.-dijo haciendo una reverencia.

—Hola Jimin, soy Jin, encantado de conocerte.-dijo el castaño con una sonrisa encantadora mientras alzaba una mano en dirección a Jimin, el rubio dudó un par de segundos hasta que estiró su mano aceptando el saludo.—Es bueno tenerlos a ambos aquí, necesito hablarles urgentemente de algo.

—No nos interesa.-dijo casi en el momento Jimin.—No hay forma en la que nos puedan separar, Jungkook y yo podemos ser una pareja real y llena de amor aunque no fuimos destinados por la diosa luna.

—Exacto.-le siguió Jungkook cruzando sus brazos.—Así que con todo respeto líder por favor, detengamos las cosas y...

-¿Ya se marcaron?-le cortó Jin ya un poco más serio, cuando pasaron unos cuantos segundos en silencio continuó. - ¿No? Pero pensé que se querían como parejas destinadas...

—Estamos tomándonos nuestro tiempo, cada cosa a su debido tiempo. - dijo ya enfadado Jungkook apretando las manos.

—¿Acaso piensan que esto es un juego? - preguntó con el mismo tono Namjoon.-Sé que esto no es culpa de ambos, si no de mi hijo por escapar con ese chico, también entiendo que quieran estar juntos pero no todos piensan igual, siempre los estarán juzgando y eso no cambiará por lo menos un poco si no hacen algo que es básico en una pareja, marcarse.

Jimin observó inquieto a Jungkook, se estaba poniendo demasiado ansioso con la idea de ser marcado por fin por su alfa. Jungkook le regresó la mirada con intensidad y Jimin tuvo que luchar contra la necesidad que empezaba a formarse dentro de su cuerpo por Jungkook.

—Estamos dispuestos a ayudarlos y apoyarlos una vez que vea por lo menos la marca en el cuello de Jimin, de otra manera será muy difícil persuadir a la manada.-continuó ahora Jin observando a ambos pero poniendo más atención en el pelinegro que se veía indeciso.

—Jungkook, si lo que quieres es privacidad nosotros nos vamos y ustedes se pueden quedar tranquilos marcándose, pero debes prometerme que lo harás ahora.

Jimin observaba esperanzado a Jungkook, su corazón latía con fuerza, le estaban insistiendo tanto que tenían alterado a Mark.

Jungkook suspiró mirando al techo y Jimin se preguntó por qué Lucía poco convencido de la idea de marcarlo, se veía presionado y frustrado y Jimin quiso llorar con la idea que realmente el pelinegro no quería marcarlo.

—No puedo. - terminó murmurando el pelinegro y Jimin sintió su corazón romperse.

Dio un paso hacia atrás sin saber cómo reaccionar y fue detenido al instante por las fuertes manos del pelinegro que lo sujetaron con firmeza.

—¿N-No... Puedes? - hipó consternado Jimin, con los ojos cristalizados.—¿Por qué? ¿Tiene que ver con Taehyung?

Jungkook dudó unos segundos hasta asentir lentamente, Jimin se quiso sacudir de las manos del pelinegro sintiéndose fatal por su respuesta, su lobo pataleaba de igual forma dolido y Jimin lo único que deseaba en ese momento era desaparecer por completo.

—Bebé no llores, no es por lo que tu crees. - dijo torpemente y como pudo acomodó el cálido cuerpo del rubio contra el suyo.—Yo es solo que... Cometí un error.

—¿Qué clase de error? - le preguntó Jin quién había estado callado junto a Namjoon mientras los habían estado analizando.

—Yo, el día de la transformación, Taehyung llegó a buscarme, me contó sus inseguridades y yo le apoyé le dije que tomara la decisión que creía la correcta y que yo independientemente a esa decisión siempre lo iba a respetar. No pensé que para el día siguiente él se iba a escapar y pues... No lo rechacé.

Namjoon sintió que palidecía, por un momento sintió un dolor indescriptible en el pecho.

Cuando una de las personas en la pareja destinada no quiere estar con él otro por a o b motivo, era muy importante rechazarse formalmente, ya que después cuando se quiera tener otra pareja, el otro sufriría las consecuencias, en especial cuando se trata de un omega que es más dependiente del otro, puede llegar a morir.

—¡Jungkook! - le reprochó Jin sin poder creer sus palabras. - Bueno, da igual ya está hecho, lo que queda ahora es remediarlo.

—Escúchame lo que vamos a hacer. - le señaló Namjoon sin ninguna expresión en el rostro. - Vas a subir, prepararte y vamos a empezar con la búsqueda de mi hijo para que así, por lo menos le puedas rechazar como se debe.

—Está bien. - murmuró Jungkook inseguro.

Namjoon salió de la sala seguido de Jin quien murmuró un los esperemos antes de desaparecer por la entrada.

Era el momento de empezar a hacer las cosas correctamente, después de que pueda hablar con Taehyung y dejar todas las cosas claras, podrá tener una vida tranquila por fin.

Junto a Jimin.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora