Wolf

Veintitrés

Luego de hacer el amor, Jungkook pensaba que Jimin iba a estar más tranquilo y relajado; así fue por lo menos por una hora, el tiempo exacto en el que se habían quedado recostados viéndose el uno al otro en silencio.

Luego Jimin pareció haberse transformado en un gatito buscando mimos, haciendo soniditos extraños pero adorables que hacían que a Jungkook le doliera el corazón por tanta ternura.

—No deberías de moverte tanto Jimin, debes ahm... estar do-dolorido -dijo preocupado Jungkook mientras observaba al omega removerse hasta estar más cerca, si es que se podía todavía más.

Jimin rió encantado al saber que su alfa se preocupaba tanto por él, rápidamente pasó su pierna derecha sobre el cuerpo de Jungkook quedando así sentado sobre el regazo del pelinegro, sonrió inocentemente cuando se impulsó hacia enfrente y se recostó sobre el pecho del mayor observándolo fijamente y dejando un casto beso sobre sus labios.

—Jungkookie, relájate, estoy preparado para ti y se nota que no sabes mucho sobre omegas. -murmuró con una sonrisa y Jimin amó el sonrojo que se formó en las mejillas de Jungkook en el momento.—Los omegas tenemos nuestro propio lubricante, por eso no es necesario prepararnos y también desde el momento en el que un alfa nos marca, nuestro cuerpo cambia un poco, ya estamos listos para recibirlos, más que listos y además que fuiste muy dulce y suave conmigo aunque no quisiste que nos anudáramos.

Lo último lo murmuró con un puchero y en tono de reproche mientras que jugaba con el cabello abundante y sedoso del al alfa.

—Lo siento, sabes que no estamos listos para ser padres todavía Jiminnie.–dijo apenado Jungkook llevó ambas manos al rostro del omega y empezó a masajear sus mejillas suaves y sonrojadas. —¿Qué más debería de saber?

Jimin parpadeó confuso ante la pregunta del alfa hasta que se animó a aclararlo.

—¿Te refieres a los omegas? Mmm...–Jimin miró hacia el techo pensativo. —Pues, usualmente cuando están embarazados o embarazadas siempre tienen entre tres o cuatro bebés.

El rostro de Jungkook palideció en el momento, empezó a boquear pidiendo ayuda a Jackson, pero parecía que su lobo estaba igual o más en shock que él, Jimin mientras tanto no pareció si quiera notar su reacción ya que siguió hablando.

—El celo de un omega siempre es en la semana en la que la luna está llena, usualmente nuestro aroma se vuelve más dulce para los alfas es por eso que estoy muy sorprendido de tu autocontrol, usualmente los alfas se vuelven locos en esta época y son los familiares los que los mantienen alejados a veces o, se compran supresores para mantenerse un poco más tranquilo.

—¿Por qué no me hablaste sobre eso? Pude haberte conseguido unos. – reprochó Jungkook, aunque de todas formas hubiera sido inútil ya que él ni siquiera sabía que eran esas cosas.

—Pensé que lo sabías, usualmente a los alfas se les enseña eso antes de cumplir la mayoría de edad, además, ni siquiera sabía que mi primer celo iba a ser tan pronto. –se defendió Jimin mientras se sentaba correctamente aún sobre el cuerpo del alfa.

Jungkook suspiró sentándose ahora él sobre el suave colchón mientras sostenía por la cintura a Jimin, besó sus afelpados labios por unos segundos hasta que se separó luciendo culpable.

—Lo siento, bebé, no me hablaron sobre los omegas cuando era un niño, no se suponía de hecho que yo iba a tener pareja o que por lo menos que iba a aceptarme alguien, estuve viviendo con unos familiares un buen tiempo y ellos me enseñaron a poder sobrevivir, sólo, así que todo esto es nuevo para mí.

Los ojos de Jimin se aguaron un poco ante las palabras de Jungkook, recordó cuando niño se enamoró a primera vista del hombre frente a él y se preguntaba si él también lo recordaba, prefería no sacar el tema en esos momentos, pero lo haría más adelante.

El rubio se lanzó a los brazos de Jungkook en un tierno abrazo que fue aceptado en el momento y rió risueño al recibir un suave beso en la mejilla derecha.

—Te amo Jungkookie, jamás estarás sólo, lo prometo.

Jungkook acunó el cuerpo del omega con fuerza contra su pecho, no pudo retener las pequeñas lagrimas que empezaban a asomar en las esquinas de sus ojos, se sentía lleno, agradecido y por supuesto amado.

–Yo también mi pequeño Jimin, te amo.

Jimin sonrió aún más estando por fin en donde él deseaba estar, en brazos de su alfa. Jungkook los recostó a ambos y en el laxo de unos minutos ambos volvieron a quedarse dormidos.

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Jungkook hubiera deseado que fuera su lindo omega quien lo despertara de cualquier forma, pero para su desgracia, fue más bien el escuchar como tocaban con fuerza su puerta, abrió los ojos con la espera de ver a Jimin junto a él, pero se alarmó al encontrarse sólo en la cama.

—Es el alfa Namjoon. –dijo la suave voz del omega quien lo observaba desde la entrada del cuarto y por cómo lucia, ya vestido con una camiseta que supo era suya junto a unos pantalones anchos y con el cabello húmedo se imaginaba que llevaba cierto tiempo ya despierto.—Hace unos minutos que lleva tocando la puerta pero no he querido abrir.

Jungkook maldijo mientras que con un salto salía de la cama, el gemido proveniente de los labios de Jimin hizo que lo observara en el momento y se encontró con el omega observándolo de pies a cabeza, haciéndole recordar su desnudez.

—No seas un omega malo, cariño. –dijo con la voz rasposa Jungkook encaminándose al baño que tenía el cuarto.—Dile al alfa que pronto bajo a abrirle, no lo vayas a hacer tú, que me espere unos minutitos.

—De acuerdo. –dijo Jimin aun escaneando el cuerpo de su alfa, se quejó en voz alta cuando el pelinegro empezó a cerrar la puerta, escondiendo de apoco el cuerpo de adonis de Jungkook, quien lo miró retadoramente al instante.—Puedo ser un omega malo por primera vez y tú puedes castigarme luego si quieres.

Jungkook parpadeó sintiéndose tentado en el momento, pero casi al instante negó con la cabeza repetidas veces mientras maldecía, cerró la puerta con fuerza y Jimin sólo pudo hacer un puchero mientras un ^Por lo menos lo intentamos de parte de Mark lo hacía suspirar en acuerdo.

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—Perdón que he venido a molestar, han pasado días desde que no los veo, han estado bien encerrados. –murmuró el alfa tomando un sorbo de café que Jungkook le había preparado.

—Si bueno, hemos estado un poco, ocupados. –dijo sereno Jungkook.

Ambos alfas se encontraban en el comedor, Jimin podía sentir un poco la tensión desde donde se encontraba él, en la sala. Se preguntaba qué era lo que necesitara ahora el alfa líder, él pensaba que todo había quedado claro.

—Bueno, a lo que vine. –dijo Namjoon haciendo a un lado la tasa aun caliente. Jungkook se tensó en el momento, miró atentamente al alfa líder.—Sabes Jungkook, siempre pensé que serías la pareja de mi hijo.

El corazón de Jimin se estrujó al escuchar las palabras de aquel hombre, quiso levantarse e ir hacia ellos para hacerle saber lo disgustado que estaba por sus palabras, pero no podía ya que Jungkook le había ordenado mantenerse alejado, y él tenía que obedecer.

—Señor...–La voz dura de Jungkook se hizo presente, pero fue detenido por el alfa líder quien alzo una mano frente a él.

—Déjame terminar Jeon. –dijo severo Namjoon, bajando su mano. – Como iba diciendo, como te imaginaba pareja de mi hijo, era obvio la posición que ibas a tener en el momento en el que tú y él estuvieran juntos pero las cosas no se dieron así obviamente.

—No entiendo a qué viene todo esto, con todo respeto señor, ya no tengo nada que ver con usted o Taehyung, así que no se adonde quiere llegar. –dijo cansado Jungkook mientras suspiraba.

Namjoon no respondió por unos segundos que parecieron eternos.

—No quiero a Yoongi como futuro líder, él se llevó a mi hijo lejos de su madre y de mí y sé que Taehyung es feliz con él, pero, aun así, si ambos volvieran, no podría cederle mi lugar a Yoongi, la ceremonia de bienvenida para los nuevos alfas, omegas y betas será la próxima semana Jungkook y yo te cederé mi lugar como líder de la manada, como debe ser.