Nueve

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Jimin caminó de manera rápida entre los árboles que lo llevaban a la cabaña de Jungkook, él sabía que lo estaban siguiendo desde que entró al bosque.

No sabía quién o más bien cuántos eran pero él no quería quedarse para averiguarlo.

Se atrevió a girar la cabeza un instante y en el momento se arrepintió, tras él, entre los arbustos logró ver a tres lobos que parecían acecharlo, por el aroma que pudo rastrear eran dos alfas y un beta.

Al ser descubiertos, uno de los alfas aulló y Jimin supo que era momento de transformarse. Cuando sus patas sustituyeron a sus pies, no perdió el tiempo y empezó a correr, él podía sentir que seguían tras de él y no logró reconocer el aroma que desprendían como alguno familiar, no parecían ser de la manada.

Jimin se asustó al ver a su lado al que reconoció como el beta, él lo miró de manera divertida haciendo que un escalofrío le recorriera por todo el cuerpo.

Aceleró el paso desesperado por llegar hasta Jungkook, esquivo los árboles y ramas que abstraían su paso y chilló mentalmente cuando uno de los alfas lo alcanzó.

Mark tomó las riendas de un momento a otro y alcanzó a tomar más velocidad, el lobo tras él gruñó enfadado pero Mark lo ignoró y siguió corriendo lo más lejos que pudo.

El pequeño omega corrió sin darse cuenta que los tres lobos habían dejado de seguirle, siguió corriendo hasta que algo lo detuvo abruptamente, su pata trasera fue atrapada dolorosamente, aulló al instante por el dolor y prefirió quedarse en su forma lobuna ya que sabía que la herida se intensificaría si se transformaba.

Jimin removió su pierna mientras veía la trampa de cazador que lo había apresado, se detuvo en el instante en el que se dio cuenta que cada movimiento aumentaba el dolor.

El ruido de los arbustos a su alrededor lo alertó de nuevo, observó frente a él a un hombre alto y corpulento que caminaba con una sonrisa lánguida hasta estar frente a él, totalmente desnudo, al igual que los otros dos hombres, uno más alto y delgado que los demás.

—Vaya, pequeño omega-dijo el alfa frente a él. - ¿No crees que es muy peligroso andar por ahí teniendo poco tiempo de tener tu primera transformación?

Mark salió a la luz de nuevo gruñendo furioso, causando la risa de los tres hombres.

—No te preocupes bonito ¿No tienes hogar? Nosotros podemos ofrecerte uno a cambio de ciertos servicios de parte tuya.

Él otro hombre habló mientras caminaba hasta él con una sonrisa torcida, Mark cerró los ojos sabiendo que no podía hacer nada contra dos alfas, a lo mucho podría defenderse del beta.

Jimin lo distrajo, estaba pidiendo desde hace unos segundos que Jungkook apareciera, lo estaba volviendo loco de tanto que decía su nombre al igual que él lo había hecho hace unos momentos en el vínculo que se había formado con Jackson.

Ellos no los salvarían, Mark lo sabía, iban a morir en manos de tres hombres rogues que se habían atrevido a entrar a las tierras de su manada.

—Muy bien, si no quieres que te hagamos daño justo ahora vas a ser obediente y... - un gruñido, lleno de furia detuvo sus palabras.

La cola de Jimin se movió como si se tratara de un cachorro, él y Mark reconocieron al instante el aroma que se acercaba con velocidad hacia ellos.

El lobo negro apareció tras los hombres mientras aullaba.

^Ya estoy aquí...

Escuchó Mark la voz de Jackson y luchó contra la emoción que sintió ante sus palabras, mientras tanto Jimin luchaba por tomar el control y correr hacia Jungkook, olvidando la trampa de cazador que apretaba en su pata.

—¿Y tú qué? - dijo con fastidio el otro alfa mientras rodaba los ojos.—Nosotros lo vimos primero.

Jungkook dio un paso adelante mientras mostraba los colmillos, estaba listo para atacar cuando detrás de él apareció Namjoon caminando de manera tranquila con dos lobos de pelaje café tras de él.

—Intentando luchar en mis tierras ¿Eh?-dijo de manera condescendiente mientras me echaba un vistazo. —Atacando a uno de mis nuevos omegas, eso está muy mal.

Los hombres retrocedieron mientras se miraban entre ellos, como si se comunicaran con la mirada para luego transformarse y correr al instante.

Namjoon bufó divertido y miró a los lobos que venían con él.

—Vayan tras ellos.-les ordenó y los lobos inclinaron su cabeza en modo de asentimiento y corrieron tras el camino que tomaron aquellos lobos. —Tú también. - terminó diciéndole a Jungkook cuando vio que dio un paso hacia mí, asintió mientras me miraba un momento para luego correr tras los demás.

Jimin estaba demasiado ido viendo como su alfa se alejaba de él que lo tomó de sorpresa cuando unas manos tomaron su pata para sacarlo de la trampa.

—Tranquilo, solo quiero ayudarte. - le dijo la mujer que reconoció como Minah, la omega de Namjoon, cuando vio como Jimin se ponía en alerta.

Se relajó mientras veía como Minah desprendía la trampa y liberaba su pata adolorida y observó rastros de sangre que se encontraban alrededor de la herida.

—Puedes transformarte-dijo tranquila mientras le extendía una sudadera grande, era de Jungkook, pudo sentir su aroma al instante.

Jimin se transformó y tomó la sudadera con sus temblorosas manos para luego apretarlo contra su pecho, olió su aroma en él y no dudo más en colocárselo.

*****

—¿Ya me puedo ir? - preguntó por quinta vez viendo a Minah caminar de un lado para otro con gasas y cremas.

—Ya dije que no. - repitió la mujer de cabello castaño ya un poco irritada. —Acabamos de llegar, Jimin, tengo que curarte.

Después de ponerse la sudadera, Jimin había querido ir tras Jungkook pero fue vilmente detenido por Namjoon y Minah que le repitieron que debían curarle la herida, Jimin no tuvo de otra que aceptar.

—¿Jungkook no ha vuelto? - preguntó ya rendido mientras miraba como ella colocaba una especie de crema en su tobillo.

Minah retuvo la mueca que amenazaba con salir de su rostro, se preguntó por qué este pequeño omega preguntaba tanto por el joven que ya había reconocido como su yerno.

Ella sabía que era cuestión de tiempo para que su hijo se arrepintiera de su decisión y regresara a la manada reclamando lo que era suyo, y sabía perfectamente que el chico de cabello negro era su pareja y futuro alfa líder de la manada.

—Jimin, no tienes que preocuparte por él. - dijo seria mientras lo miraba a los ojos y pasaba una de las gasas por su tobillo. —Dime mejor ¿Dónde está tu alfa? ¿Por qué no se encuentra aquí todavía?

—Jungkook es mi alfa. - dijo de igual forma.

Tuvieron un duelo de miradas que pudo ir a peor hasta que la puerta de la pequeña habitación se abrió y en ella apareció Jungkook con la respiración agitada.

Jungkook al ver a la omega líder dentro hizo una reverencia mientras entraba al cuarto.

—Disculpe, señora Kim... - dijo con respeto y antes de decir algo más ella le interrumpió.

—Nada de señora Kim. - dijo con dulzura.—Soy Minah para ti, querido Jungkook ¿Qué haces aquí?

Jungkook observó unos segundos a Minah hasta que los desvío hacia Jimin quién extendió los brazos hacia él haciéndolo sonreír con ternura.

—Eh venido por Jimin. - dijo mientras caminaba hasta él y lo alzaba de la alta cama en la que se encontraba.

Jimin no perdió el tiempo y se enrolló en el cuerpo de Jungkook quién lo rodeó de la cintura con sus fuertes brazos.

—Jungkook. - suspiró contra su cuello mientras enterraba su nariz en ella.—Llévame a casa.

Jungkook sonrió y dio un último asentamiento con la cabeza ignorando la amenaza que le enviaba Minah con sus ojos, a él sólo le importaba salir de ahí y llevar a Jimin a su cabaña para mantenerlo a salvo.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora