Once

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Jimin se miró nervioso en el espejo que colgaba en el pequeño baño de la cabaña, él no podía creer que dentro de unos minutos conocería formalmente a los padres de Jungkook.

No sabía cómo ellos actuarían con él, considerando que no era su pareja destinada por la luna y no sabía cómo sobreviviría si sus "suegros" lo rechazaban y hacían que se separara de Jungkook.

Un aura de preocupación y miedo lo apoderó, podía sentir como su estado de humor afectaba también a su lobo que empezaba a entrar en pánico.

Hizo un puchero y de manera distraída se observó en el reflejo hasta que sus ojos pararon en unas pequeñas manchas que se encontraban plantadas alrededor de su cuello, se sonrojó al darse cuenta de lo que se trataba.

Hoseok le había hablado de ello, su amigo hacía tantos viajes a la ciudad que siempre le traía información nueva y ese tipo de marcas o como él había dicho chupetones eran una muestra íntima y de pertenencia entre parejas.

—Pensé que jamás la notarías.-dijo la voz divertida de Jungkook.

Jimin se giró al instante, demasiado emocionado por las marcas, su lobo estaba inquieto y necesitado de atención.

Caminó lo que quedaba de distancia hasta Jungkook y lo abrazó con fuerza.

—Tal vez no te pueda dar una marca real pero esto es una muestra de que lo haré-continuó Jungkook y besó la coronilla de Jimin. —Ahora me perteneces, Park Jimin.

Jimin rió con vergüenza y emoción ante las palabras del pelinegro, sus ojos se encontraban completamente cerrados mientras él y su lobo disfrutaban del calor que necesitaban.

—Tuyo, Kookie. - murmuró Jimin, olvidando todo a su alrededor.

***

Jimin sabía que no podía escaparse de esa situación, esto eran un paso gigante para poder estar con Jungkook y necesitaba hacerlo.

—Minnie, podemos posponer la visita si no te sientes bien. - dijo Jungkook preocupado mientras tomaba al más bajo por los hombros.

Después de pasar la mañana juntos por fin se habían decidido de ir a casa de los padres de Jungkook para así presentarse formalmente.

—¿Qu-Qué? No, estoy Li-Listo Kookie. - murmuró Jimin.

Jungkook sonrió conmovido cuando vio como apretaba sus manitas en la camisa que llevaba puesta mientras mordía su labio inferior, no estaba del todo seguro si ya era el momento para presentarlo a sus padres y se sintió mal por poner al pequeño en esa situación.

Lo observó con seriedad mientras bajaba su rostro hacia el y poder entonces besar sus labios suavemente.

—Regresemos, tenemos tiempo de sobra para estas cosas ¿Si?

Jimin hizo un puchero queriendo negarse pero al final asintió de manera lenta hasta alzar su rostro aún con el pequeño puchero, Jungkook sonrió y besó sus labios de nuevo para luego ir de regreso a casa.

***

Por otro lado, la situación entre Min Yoongi seguía igual o peor, lo que llevaban en el lugar Yoongi pudo contar las veces en las que Taehyung le lanzaba miradas llenas de veneno.

Él no podía entender cómo el chico castaño cambiaba tanto su estado de humor y eso lo tenía un poco preocupado.

—Taehyung. - dijo lentamente.—Sé que estas despierto, hablemos.

Observó la espalda del chico quien estaba recostado en la espaciosa cama del cuarto principal del lugar, cruzó los brazos sobre su pecho mientras se apoyaba en el umbral de la puerta.

Suspiró cansado y caminó hasta sentarse junto a él.

—Tae, no me ignores, esto es importante yo... - Yoongi se detuvo en el momento en el que una de sus manos se alzó para rozar el hombro del chico, vio como este se levantaba y se volteaba hacia él con semblante serio.

Yoongi se sorprendió cuando se encontró con unos ojos anaranjados característicos de los omegas y supo que quien estaba frente a él no se trataba exactamente de Taehyung.

—Llévame de regreso a la manada. - le dijo el castaño con un tono de voz que Yoongi jamás había escuchado de parte de él. —No quiero estar aquí.

Yoongi trago el mal sabor que le dejaron sus palabras mientras negaba.

—¿Cuál es tu nombre? - le preguntó tranquilo y gruñó cuando sintió a su lobo removerse con ganas de salir.

~Relájate Jinyoung.

^Rilijati, rilijati.

Repitió con burla su lobo y prefirió ignorarlo, ya se había resignado a soportar el humor de Jinyoung.

—¿Por qué debería decirte? No eres nadie importante.

Yoongi rió mientras tronaba su cuello en un movimiento, se levantó de la cama y de un movimiento ágil se encontraba ya frente al de ojos naranja.

—Soy tu novio, cariño. - le dijo con seguridad pero él sabía que las cosas no serían tan fáciles.

—No, no lo eres Jungkook lo es. - dijo apresurado y Yoongi odió una vez más al mencionado.

—Lamento contradecir tus palabras pero no, Taehyung y yo llevamos años de relación, cariño y Jungkook no pinta nada en esta historia.

El de ojos naranja rió con ironía mientras negaba y alzaba una ceja

—Crees que me importa, la luna me dio a Jungkook de pareja, tengo que regresar con él y Jackson, eso es lo que voy a hacer.

—Jungkook tiene a Jimin ahora. - casi gritó e ignoró como algo se removió al escuchar sus propias palabras.—No te necesita.

Observó como el castaño se estremeció ante sus palabras y como sus ojos empezaban a humedecer.

—N-No es cierto. - murmuró mientras negaba. —Sólo lo dices porque no quieres que me vaya.

Yoongi sonrió ante la casi acertada razón pero después de todo sabía que lo que había dicho era cierto.

—Es verdad, Jungkook y Jimin estarán juntos desde ahora, así como debemos de estar nosotros ¿De acuerdo? Él ya no puede estar pendiente de ti, pero yo si, por que te amo y no pienso dejarte sólo.

Él castaño empezó a negar frenéticamente mientras dejaba salir de a poco lágrimas, llevó ambas manos a su rostro tapándose por completo e intentando ahogar sus sollozos.

—Ju-Jungkook. - hipó sin querer creer las palabras del chico frente a él.

Se preguntó cómo Taehyung se le había ocurrido enamorarse de alguien como él sin estar si quiera seguro si su relación duraría. Se tensó cuando sintió unas manos acariciar sus hombros pero no se atrevió a moverse.

—Está bien cariño, yo estaré siempre para ti, voy a esperar a que me aceptes.-le dijo con dulzura, haciendo al omega suspirar.

—Yo... - el castaño detuvo sus palabras sin saber que decir, su sentimientos estaban mezclados y necesitaba tiempo para pensar.

—¿Cómo te llamas? - le volvió a preguntar con el mismo tono.

Esperó unos minutos la respuesta del omega y sonrió cuando por fin la escuchó.

—Kunpimook... - susurró despegando sus manos del rostro, pero bajando la mirada.

—Mucho gusto, cariño. - Yoongi se atrevió a abrazar el cuerpo del omega y lo apretó con fuerza, feliz de no haber sido rechazado.

Yoongi esperaba que las cosas empezaran a cambiar desde ese momento, pero faltaba mucha más tormenta para que apareciera la calma.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora