DOMINANTE (+21)

Capítulo 2

La idea de bailar en una pista y hacer el ridículo frente a todos jamás había sido de mi agrado, razón por la que me encontraba bebiendo mi tercer botella de cerveza mientras era espectadora de todos y todo. Y es que algunas cosas no cambiaban.

No sabía cómo o cuándo, pero Khalan lo sabía todo. Nuestra amistad siempre había sido buena, aunque claro estaba que nunca habíamos sido los mejores amigos. Sin embargo, su frialdad hacia mí sí que era una novedad y ahora comprendía porqué. Apenas había podido verme a los ojos en toda la noche, y ni siquiera había intentado hablar conmigo por los viejos tiempos.

Ahora que ellos eran populares, la fiesta parecía esperarlos para comenzar. Las mujeres los rodeaban para ver si alguna tenía algo de suerte y acababa en sus camas esta noche, y no pude evitar reír ante lo estúpida que sonaba esa idea en mi cabeza.

Por el otro lado, Pom e Irina se habían marchado a la pista luego de insistirme sin parar por diez minutos para que me uniera a ellas. Como era de esperarse, no había dado el brazo a torcer y aquí estaba: bebiendo sola y lamentándome no estar alimentándome de la comida de mi madre.

—Hola.

La presencia de Gio a mi lado me tomó por sorpresa. Hablar con él podría levantar sospechas, pero más lo haría ignorarlo.

—Hola —respondí a secas, levantando uno a uno mis pies del suelo al sentir mis piernas cansadas por estar de pie.

—¿Cómo te ha tratado Suiza?

Sabía que él tenía tantas preguntas por hacer como yo, pero aquella no era una de esas.

Contemplé pedir una bebida más fuerte, pero decidí no refugiarme en el alcohol. Una cosa era huir del país pero otra muy distinta era hacerlo en algo dañino.

Suspiré y volví a relajar mi espalda en la pared detrás de mí.

—¿Qué quieres, Gio? —esa tampoco era la pregunta que me hubiera gustado hacerle.

—Bria, no supe de ti por un año luego de lo sucedido —mis pulsaciones comenzaron a hacerse más rápidas y lo último que quería hacer era recordar aquel día —. Te largaste sin más y debimos continuar con nuestras vidas como si nunca hubieras existido.

—No podía quedarme aquí —le dije tan tranquila como pude, rogando para que los nervios no se pusieran en mi contra —. Marcharme a Suiza era la mejor opción.

—¿Por qué? ¿Por haber estado juntos? —me apresuré a cubrir su boca con mis manos al revelar aquello.

Por su notorio descuido no me sorprendía que Khalan lo hubiera descubierto.

—¿Khalan lo sabe?

Gio arqueó su ceja, confundido, y removió mis manos para poder hablar.

—¿Qué tiene que ver él en todo esto?

—Ha estado más distante y frío conmigo —respondí —. Al principio, creí que era porque ya no era el mismo Khalan que solía conocer. Es decir, las personas cambian y, en especial, los adolescentes, pero me dio una mirada que solo... Lo supe.

Él rio.

—¿Ahora se comunican telepáticamente? —bromeó y rodé mis ojos.

Lucas había tenido razón. De no haberlos reconocido por su apariencia, de seguro lo hubiera hecho por tu intacta idiotez.

—Se lo has contado —esta vez, ni siquiera pregunté más solo lo confirmé.

—Khalan lo sabe.

—Nadie más puede saberlo, Gio. Si Lucas lo descubriera, él...