Capítulo 36

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—¿En qué piensas? —Lucas quiso meterse en mi cabeza de camino a la fiesta —Has hablado con Khalan, ¿no es así?

—Tienes muchas preguntas —él sonrió —. Se me hace extraño estar pasándola bien cuando alguien acaba de fallecer, ¿no crees?

—Si deciden transitar su muerte y su ausencia de esta forma, me parece increíble —dijo —. Min-ho tuvo una buena vida, me parece justo que la celebren.

A decir verdad, el señor Park lo merecía. Había sido una persona tan amable que celebraríamos haber compartido la vida con él. Incluso después de muerto, merecía continuar recibiendo lo mejor.

—Vi a Khalan algo desconcertado luego seguirte para "coger algo de aire" —me dejó saber, y fruncí el ceño —. ¿Han discutido?

Negó.

—Apenas hablamos, de hecho.

Es todo lo que podíamos hacer.

—¿Puedo darte un consejo como el mejor hermano del mundo que soy? —largué una carcajada mientras nos salíamos del coche —Disfruta de la fiesta, no lo pienses demasiado.

—¿A qué te refieres?

Sus manos cogieron mi rostro y le di toda mi atención, ya que rara vez hacía aquello.

—Ya has visto lo corta que puede llegar a ser la vida —vaya incentivo me daba el muy idiota —. No porque seamos jóvenes quiere decir que no apostemos al 'ahora'.

Lucas se echó a caminar, dejándome completamente desconcertada.

—¿Cuánto soju has bebido? —le grité, y solo se volteó a verme para encontrarlo riendo.

A veces, me sacaba de quicio.

—Vamos, Bri —mi madre rodeó mi cintura con su brazo, incentivándome a caminar hacia la fiesta —. Hoy honraremos a Min-ho como se merece.

Sin duda, era una fiesta inusual. No había otra bebida alcohólica más que el soju, todos vestíamos de negro, y a más de la mitad de las personas aquí presentes no conocía. Un gran cartel colgaba del techo en el que decía 'En honor a Park Min-ho', y no pude evitar sonreír al ver a las persona bailando.

—Es bonita, ¿verdad? —Somi se apareció a mi lado, y asentí.

La más pequeña de los Park ya no era la misma que hace tres años. Si bien la situación de su padre la había llevado madurar más rápido de lo que debería, con el tiempo nos habíamos vuelto muy unidas. A fin de cuentas, con su hermano lejos y conmigo cerca, yo había sido un gran sostén para ella.

—Wonhee ha hecho un increíble trabajo... como siempre —suspiré, y me giré a verla —. ¿Cómo lo llevas?

—Pues —lo pensó por unos segundos con su mirada al frente —, no ha sido fácil, pero sé que mi padre ya no sufre. Eso me hace sentir mejor.

Rodeé sus hombros con mi brazo y la estreché contra mí.

La pequeña Somi era tan fuerte que no paraba de sorprenderme.

—La compañía constante de Khalan ha sido de gran ayuda, en especial, para mi madre.

¿Compañía constante? ¿Acaso acababa de oír mal o...? Sí, es que no podía ser posible.

—No sé si ella hubiera sido capaz de tolerarlo como lo hizo de no ser porque Khalan viajaba cada dos... —se detuvo, congelando hasta sus ojos.

Somi no se movía ni un centímetro, y eso no hacía más que delatarla; los Park me lo habían ocultado todo este tiempo. No podía enfadarme con ellos porque de seguro tenían un motivo, ¿pero él? Al parecer, yo era la única de los dos que había sufrido tenerlo lejos. De otra forma, me lo hubiera dejado saber.

DOMINANTE (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora