Capítulo 19

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Simular estar molesta por cada cosa que Khalan hiciera cuando mis intenciones era muy distintas, era sumamente difícil. Mientras bebía de una botella y bailaba bajo la noche estrellada, sentía que debía arrojarle una piedra a la cabeza pero tan solo deseaba unirme a él y sus provocadores movimientos.

—¡El baile de la muerte! —Gio apuntó a Khalan —¿No es así como bailabas aquella noche para conquistar a...? ¿Cómo era su nombre?

Mi corazón se detuvo. ¿Sería una mujer aleatoria o, casualmente, sería de quien él se había enamorado?

—¡Evelyn! —Lucas hasta se mostró eufórico, pero prefería creer que era por la pequeña botella de alcohol que había bebido.

Evelyn... Debía de haberla conocido mientras yo me encontraba en Suiza porque no recordaba a nadie con ese nombre.

—Era muy atractiva...

—¿Qué sucedió con ella? —indagó Irina.

Khalan frotó su nuca ante un visible acto de incomodidad, y aclaró su garganta.

Extrañamente, yo también me sentía algo incómoda. Era como si quisiera huir, pero también permanecer aquí para oír lo que tenía para decir sobre ello.

—Que fuera atractiva no fue suficiente para mí —le dejó en claro a Hugo.

—¿Fue porque estabas enamorado de alguien más? —le lancé una mirada amenazante a Pom. Y es que no podía mantener su boca cerrada.

Él no respondió verbalmente. Tan solo asintió con la cabeza.

Sus tres amigos se mostraron sorprendidos, pero yo solo me preocupaba por mí ahora mismo.

Si Khalan había abandonado a aquella tal Evelyn por haber estado enamorado de otra mujer, ¿eso quería decir que ya la había superado al estar acostándose conmigo? ¿O acaso yo acabaría como Evelyn?

Mierda. Tal vez, Irina no había estado tan equivocada aquella noche. Sin importar el motivo, no quería que nadie ni nada se arruinara por lo que nos encontrábamos haciendo.

—¿Qué dices? —por primera vez, mi hermano se tomaba una situación en serio —Tú nunca te has enamorado de nadie.

—Cuestiónalo mañana, Lucas —intervine —. Ya sabes cómo lo pone el alcohol en sangre.

Ambos parecieron relajarse y, aunque aquella duda continuaba en el aire, se regresaron a bailar como si nada hubiera sucedido.

—Súmate a nosotros —Hugo me invitó mientras que movía su cuerpo al compás de la música —. Hasta el momento, Khalan y tú no nos han dado ningún show.

—Supongo que, por primera vez, Lucas no tendrá la razón en algo.

—Tendrá que llevar a Khalan a su casa —por supuesto que no aceptaría perder bajo ninguna circunstancia —. Ya veremos cómo se lleva con un borracho mientras conduce una motocicleta.

—Me he hecho cargo de ti estando sobrio y siendo una pesadilla —me puse de pie —. Al menos, él tendrá una excusa para ser insoportable.

Lo sé. Había sido un tanto agresiva sin razón según ellos, pero lo sucedido con Khalan y su enamoramiento había provocado algo negativo en mí. Aún no sabía bien qué nombre ponerle, pero desaparecerme por unos segundos era una solución momentánea.

Al subir las escaleras, me encaminé hacia mi habitación y cerré la puerta detrás de mí. Aire cortante entró a mis pulmones, pero aire en fin. Me dejé caer sobre mi cama y cerré los ojos hasta que mi mente se enfriara.

¿Qué demonios estaba sucediéndome? ¿Acaso mis intenciones habían entrado en desacuerdo con mis sentimientos? Si así era, estaba más que jodida.

Los recuerdos de nuestra infancia juntos llegaron a mi cabeza de forma desprevenida, pero disfrutaba volver a esos tiempos de vez en cuando.

DOMINANTE (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora