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Zadirex en busca de lo perdido

bosque de la bestias oscuras

Capítulo 11

Una pequeña "bestia."

Durante ese año los días pasaban volando, y en abrir y cerrar de ojos pasaron 3 meses Li Yue cumplió con su palabra, tras mi recuperación aprendí mucho de ella también consiguió algo a lo que llamo prótesis, gracias a esto pude ponerme de pie y dar pequeños pasos con un bastón.
Menciono también que un excelente artesano que vive en el pueblo más cerca lo hizo y que conseguir un ejemplar no era nada barato, además era difícil conseguilo, me pidió que valorará su esfuerzo y lo cuidara como mi vida. La preocupación seguía atormentando en mi pecho, por la repentina desaparición de Miray, Li Yue tranquilizo diciendo que con lo testaruda que es esa pequeña revoltosa de seguro abría decidido vivir por su cuenta en el bosque, tamben mencionó que sabe cómo sobrevivir por su cuenta, y no pondría en dudas sus palabras, la niña si que sabía como cazar, y aún sabiendo esto no deje de preocuparme, pues el invierno es despiadado y hasta el más fuerte puede ser destrozado.

Semanas después me encontraba por completo solo. Busque a el espíritu que se ganó gran parte de mi confianza por toda la cabaña, pero no le encontré.
[...]

Una semana después...

Abrí las ventanas y me percate que la primavera había llegado. Aquel hermoso paisaje me insito a salir de meses de encierro en aquella acogedora cabaña.

La brisa fresca soplo en mi rostro acompañada de la fragancia primaveral de la temporada los cálidos y agradable rayos de sol.

A lo lejos se escuchaba la armoniosa melodía de los pinos y de más árboles al ser arrastrado por la brisa.

Al sentirme tan pleno decidí hacer algo que no hacía hacia mucho, escribir...

Puse una pequeña mesita como escritorio serca de la ventana, prepare tinta y papel y deje fluir todo lo que sentía, lo que sentí, y lo que ya no volvería a sentir jamás...

Perdí mi falsa paz, esa que yo mismo me inventé por creer que podría arregla eso dañado en mí, estos últimos meses perdí a la iglesia, perdí a mi pequeña familia, perdí el amor de mi vida, e inclusive perdí mi pierna. Pero todo esto me recordó el mundo en el que vivo, que llega a ser cruel, déspota y despiadado, qué por más que queramos no se puede tapar el sol con un dedo y que en definitiva estoy totalmente loco, pero ya lo acepte y ya no... No volvería a tratar de negarlo o ocultarlo jamas.

[...]

Un fuerte golpe resonó por toda la cabaña parecía ser un jabalí golpeando la puerta y Ryan no pudo más que inquietarse.

Pam... Pam... Rebotaba el golpe continuo, fue así hasta que diviso una figura conocida acercándose a la ventana cerca de la mesa en dónde hasta hacía poco dormía.

Chasqueando la lengua Miray se acercó con ropaje de invierno empapado.

- acaso no piensas abrir - un brillo de alegría y tranquilidad iluminó el rostro del jóven al ver a la malcriada de Miray.

Es como si en ese momento la piedra que pesaba en su corazón desapareciera por completo.

Ryan se apresuró lo más que pudo para abrí la puerta he intento tomar el abrigo de Miray en un gesto afectuoso, por su parte la niña esquiva paso por un lado despreciando el lindo gesto del jóven.

El pecoso rio con tristeza y amargura al ver la ropa toda mojada de la niña, con trozos de nieve a medio descongelar cosa que no tenía sentido puesto que hacia más de 3 semanas que el hielo se deshizo en todo el bosque.

Zadirex: en busca de lo perdido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora