Zadirex: en busca de lo perdido

14

Zadirex en busca de lo perdido

bosque de la bestias oscuras

Capítulo 14

Uno cae y el otro se levanta.

Una tragedia se avecinaba, ese año el otoño se volvió más frío de lo normal. La plaga "Viet's" se expandio no solo en el continente del este, si no más allá de donde se escondía el sol. Los demonios de sangre se habían salido de control, infectando de quienes se alimentaban. "Los convertidos" despiadados seres que arrasaban con todo; incontrolables bestias sin raciocinio, muertos vivientes.

Los humanos comenzaron a matarlos trayendo consigo una peste aún peor afecto las tierras, animales, humanos por igual.

-Hermano ¿estás realmente de acuerdo con la decisión de los ancianos?-  Shithan protesto con  notable preocupación.

-Te quedas con el resto en la tribu; cuidaras de los jóvenes y ancianos en nuestra ausencia.- Ordenó Hikan con poca paciencia, mientras tomaba las cosas necesarias para comenzar su excursión.

Shithan frunció su ceño en desagrado y llevada por su temperamental carácter se fue contra su hermano tomándole con fuerza de su pechera. Lo miro llena de preocupación, irá y determinación.

-Escúchame bien, podrás ser el líder de la tribu pero recuerda una cosa. Mi vida se limito a que te mantuvieras con vida por más de 20 años y está vez no será la excepción, así que voy a tomar un caballo e ir con ustedes. No hay motivo por el cual  tu o los ancianos puedan retener aquí.  ¿¡entendido!?

El corpulento hombre dejo escapar un suspiro y en su mirada apareció el miedo.

Los cazadores al mando de su Casique se quedaron callados conteniendo la risa ante aquella escena. Era asombroso ver cómo el Casique era sometido por esa mujer mucho más pequeña que cualquiera de ellos.

Era normal que apesar de ser un hombre que se enfrentara a bestias terroríficas. Le tuviera mucho miedo a la "pequeña mujer" que tenía frente a él, era su hermana mayor y quién lo cuido después de todo.

El hombre solo suspiro dándose por vencido. Aparto con brusquedad la mano de su querida hermana, accediendo silenciosamente a la petición.

Con voz impaciente y llena de molestia exclamo-  ¡Has lo que quieras! pero se rápida, por que no cuidare de tí, estarás por tu cuenta.

Shithan solo rodó sus ojos en una muñeca desaprobada por su comentario.

                            [...]

Umm, las telas traídas de las montañas no está nada mal...pero estás tiene mejor calidad y se produce con menos esfuerzo y materiales- comento la mujer a la joven sirvienta frenta a ella.

-Querida, dile a Eduard que lo espero en el bazar este de la ciudad dentro de 3 días.

El amo estará más que complacido mi señora.

Oryeo conocida por todos los reinos del continente, disfrutaba de su tiempo de óseo tomando té mientras se deleitaba con gran tranquilidad desde lo alto de su castillo personal.

Una sonrisa fugaz y coqueta se poso en su mirada al ver a lo lejos un caballo que corría con un mensajero sobre el.

-Su alteza Oreo le traigo noticias.- exclamó con urgencia Filippo.

La mujer impaciente extendió su mano- rápido Filpp se me entumece la mano.

Apenas tocar la carta su mano quedó impregnada de sangre. Sangre de una batalla desigual que Oryeo ya conocía.