¿Alguna vez le has temido a la oscuridad? ¿Conoces la verdadera razón de este miedo?
Un instinto... Un instinto natural de protegerte del peligro que se oculta en la oscuridad de la noche y en tú corazón. De las criaturas del abismo... Sus víctim...
La primavera saludaba a todos en la ciudad de Burlétte su brisa cálida y refrescante era bien recibí aún en momentos de crisis. Eran pocos los afortunados que podían tener almenos dos comidas al día, las calles se llenaban de refugiados de las guerras y pestes. Dejando un lugar sumamente inseguro, incremento de robos y violencia.
¡Hoy es mi cumpleaños! Cumpleaños, cumpleaños, cumpleaños.- una pequeña revoltosa de alrededor de seis años corría enérgicamente por toda la habitación, se subió sobre una mesa y comenzó a dar vueltas como un trompo hasta trastabillar.
El joven hombre que la observaba saltó desde el otro lado de la habitación logrando agarrar a la niña en el aire.
¿Miray, quieres sacarme el corazón por la boca?- Ryan la miro con mucha frustración pero lo dejo pasar por las palabras de la niña.
¡Mira! son tus alitas de lechuza. ¡Llévame!, quiero pasear- señaló animosamente llena de encanto.
Ambos continuaban en el aire hasta que el pecoso guardo sus alas y sus pies tocaron el suelo.
Durante nuestro tiempo de viaje nos topamos con dos mujeres, una desconocida que me ofreció protección y una conocida que desconocía, quién me enseñó el caminó.
Había pasado dos años desde los eventos de la cabaña, tiempo suficiente en el cual habían pasado miles de cosas. No sabría por cuál empezar.
- Miray ¿no deberías estar lista ya?- exclamó en un tono cansado el pecoso.
Por su parte la niña lo contemplaba sin palabras, despeinada y con suciedad en su cara.
El joven suspiro lleno de impotencia. no tenía ni las ganas, ni las fuerzas para reprenderla, Miray solo le regaló una sonrisa nerviosa por miedo a ser regañada.
-Vamos llegarás tarde a la escuela y quiero dormir un poco antes de irme a trabajar- Ryan la tomo delicadamente y la sento quedando de frente a él para comenzar a peinar su larga y espesa cabellera negra.
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¿¡En la noche comeremos pastel!?- pregunto la niña expectante llena de emoción.
Su mirada se torno afectuosa, una sutil sonrisa surcaron sus labios, depósito un beso en su frente.
Últimamente te has portado muy bien, has avanzado bastante con la lectura y escritura. - termina de atar su cabello en dos trencitas.
Si está noche comeremos mucho pastel, es un premió que te as ganado.- la niña se lanza a su regazo he intenta rodear su cuerpo con sus cortos bracitos.
