Zadirex: en busca de lo perdido

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Zadirex: en busca de lo perdido

Inicio de la ensoñación

Capítulo 9

Mantener la guardia en alto....

En el despacho se encontraban un montón de papeles por todos lados en especial sobre la mesa, los que entraron en la habitación se encontraron con una figura casi sumergida hasta el cuello de papeles.
La mujer al percatarse de la presencia de los recién llegados puso el papel que leía con mucha atencio y que cubrían cómicamente su cara sobre el escritorio revelando una apariencia parecida a la de una Azura recién salida del infierno. Llena de un aura sombría pero encantadora que no era ni más ni menos que gracias a esa cicatriz que se posaba desde su pómulo izquierda hasta la esquina de sus rojos y esquisito labios. Manchas oscuras bajo sus ojos se encontraban claramente como muestra del cansancio de la joven mujer junto a su despeinado cabello. Una apariencia demasiado intoxicante y provocativa.

Esto último fue lo que pensó aquel joven.

-¿Y entonces que vienes a notificar?- soltó una voz seca y con brusquedad.

- General Bell's... traigo buena noticias.- soltó el joven con mirada baja y voz firmé.

- salgan todos ahora mismo, el capitán necesita una lección de mi parte...- Esto último lo dijo despacio y con vos suave pero menguante causando miedo en los soldados dentro de la habitación. Todos menos Jack, y sin siquiera dejar su sombra todos desaparecieron.

Todos temían a su general, que a pesar de ser una mujer poseía un carácter inquebrantable sobrepasando por mucho a la de cualquier hombre, a ser acendida como general bajo muchos rumores de su pasado fue tanto amada como odiada por otros, mientras paso el tiempo se ganó el respeto y la admiración de los soldados y estos se preguntaban si esa mujer que debía ser temida en el campo de batalla en donde parecía un demonio, aguerrida y terrorífica, sería la misma de los rumores donde hablaban de una dulce y delicada mujer que fue traicionada por su amado.

La mujer se acercó al joven aparentemente enojada y con semblante oscuro, una vez frente a él se abalanzó, solo para alcanzar su mejilla - tan frío con migo esa es la forma en que agradeces el que te haya criado he...- dijo utilizando un tono de una madre desconsolada mientras en sus ojos se desbordaba calides maternal hacia el joven.

Si cualquier soldado viera este cambio 360 de su respetado general vomitarian una bocanada de sangre por la indignación.

-Antes te apegabas tanto a mi durante todo el día y ahora mírate- misuto la mujer en tono reprensivo mientras tiraba de la mejilla del joven.

-hha~ Emi me lo quieres arrancar, además ya no soy un niño- soltó Jack mientras masajea su mejilla.

- Tsk.. acabas de cumplir la mayoría de edad- dijo la mujer un poco disgustado mientra daba un leve golpecito en su cabeza.

Desde fuera de la habitación llamo una voz firmé- mi general, el comandante al mando acaba de llegar y solicita su presencia en la central.

Retomando su compostura seria dijo en tono de voz fuerte- bien... puedes retirarte. Y mirando al joven frente a ella dijo - ayúdame a peinarme.

El joven puso los ojos en blanco por un momento pero aún así accede ayudar a la mujer de mala gana.

- ¿Que sucedió...ha... con el supuesto elegido?- en medio de la pregunta soltó un gran bostezo.

-Pues la maestra se hizo cargo personalmente- soltó mientra ataba la cinta en el cabello azabache de Emilia.

-¿Um... y ella como esta?- el joven pone una expresión sombría al recordar los malos hábitos de la demonio.