Viaje.
La playa estaba repleta de gente, las pocas personas que no la ocupaban estaban en un bar muy cercano. Busqué a mi hermano que estaba nadando en el mar junto con su mejor amigo, le hice una seña, avisándole que me iría un rato a tomar sol. La reposera estaba caliente de tanto calor, pero igualmente me acosté.
-¿puedo?-preguntó alguien.
-claro, adelante -señalé el lugar vacio.
-¿cómo te llamas?
-Jimin y ¿tú?
-Jungkook
Estuve mucho rato hablando con él, pero en ningún momento levanté mi cara para ver la suya. Jungkook era un misterio, Jungkookno tenía rostro.
-Mimi , Mimi, ¡faltan tres meses para mi cumpleaños!-me levanté en busca de yoongi que estaba mojado y hambriento, miré la reposera donde se suponía estaba Jungkook, pero esta estaba vacía.
Me alejé con Yoongi para comer algo.
Me desperté sobresaltado, era verdad, había conocido a Jungkook antes. Miré el lugar donde estaba y me sorprendi al encontrarme atado en los asientos traseros de un coche, mi cabeza se encontraba en un regazo y una persona vestida de negro manejaba.
-no se suponía que despertaras tan rápido-. Dijo la persona que sostenía mi cabeza en sus piernas, Jungkook.
Quería replicarle pero mi boca estaba tapada con algo, una cinta. Quise sacar mis manos por detrás de mi espalda pero igualmente estaban atados. Me quise levantar, pero la mano de Jungkook sobre mi cabeza haciendo caricias sobre mi pelo me lo impidió.
-quieto.- Ordenó al ver que trataba de rehuir su mano-no te haré daño-lo miré con cara de pocos amigos.
¿No me haría daño? ¿Entonces qué fue lo de ayer?
-lo sé, sigues enojado, pero ahora es tiempo de relajarnos, ¿no te parece?- miró hacia el frente, cosa que yo no podía dado que no podía levantar mi cabeza.—¡vamos de vacaciones!- ubiqué el lugar como un aeropuerto- solos tú y yo, ¿qué opinas?—al no poder replicarle él siguió-. Creo que es una excelente idea para que veas cuan buena y encantadora persona puedo ser-. El coche freno- llegamos.
Me cargó como un saco de papas hasta la entrada del avión, me sorprendió no pasar por registro y todas las paparruchadas anteriores al abordaje de un avión pero claro, un hombre con un chico atado de pies y manos no demostraba un lindo panorama. Debía de ser un jet privado o él había conseguido mis papeles y documentaciones. Me bajó dentro del avión donde me sentó en un asiento de dos. Sacó la cinta de mi boca.
-¿prometes no gritar?— asentí por el simple hecho de no querer soportar esa cinta en mi boca. Arqueé la espalda tratando de desatarme las manos, pero él hizo un gesto y las agarró por detrás, haciéndome parar del asiento.-atado eres más dócil-. Volvió a cargarme hasta una puerta cercana a las sillas donde había una cama y unos pocos muebles, otra puerta dentro de esta 'habitación' dejaba ver un baño.- me gusta cuando podemos mantener una conversación sin que grites. Pero ahora- me dejó en la cama- no quiero precisamente hablar-dijo desatando las cuerdas de mis pies y armando un nuevo nudo para mantener mis piernas separadas en cada esquina de la cama.
Antes de siquiera pensarlo pateé su estómago con mis zapatillas, me salí de la cama y me encerré en el baño. Trabé la puerta empujando el pequeño mueble que había dentro y me apoyé contra este. Poco tiempo pasó antes de sentir golpes contra el marco.
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EL SECUESTRO ┆km ඞɞ
Random-para, por favor, para-. Supliqué. -no quiero parar, muchos meses tuve que esperar para esto-. Dijo apoyando sus rodillas alrededor de mi cintura para que no escapara y sacando su polera dejando ver su bien formado cuerpo. -estás loco. -nunca lo ne...