EL SECUESTRO ┆km ඞɞ

23┆km ඞɞ

dame un beso

JUNGKOOK

Yoongi se había ido a dormir hacía un rato ya. Cuando me giré para ver a mi chico, el se había quedado dormido. Sonreí como un imbécil cuando el se removió y acomodo su cuerpo en el incómodo sillón que había elegido para dormir. Sabía que el estaba cansado, pero no pensé que tanto como para quedarse dormido. Así que decidí no despertarlo y llevarlo a su habitación.

Me costó mucho e hice un esfuerzo enorme para no intentar besarlo de nuevo o hacer algo cuando decidí cambiar su uniforme del trabajo por algo más cómodo. El se removió un par de veces pero no se despertó ni intentó alejarme. Pude sacarle toda la ropa, ponerle una camiseta gastada que encontré en su placa sin que el reaccionara, por suerte.

Me recosté a su lado, aspiré su aroma y cerré los ojos. El era perfecto.

-te amo tanto, Jimin- el no me escucharía, pero necesitaba decírselo igual -eres como un rayo de luz en la oscuridad... - acaricié su cabello, el suspiró y se acomodó, apretando su cabeza en el hueco de mi hombro-tan hermoso y tan dañino.

Abracé su cuerpo, sin ejercer mucha presión por miedo a que despertara y por miedo a lastimarlo. En serio, realmente en serio, estaba tratando de cambiar, de tomar esa oportunidad que Jimin me había dado para cambiar.

Quería ser un buen hombre para el, para llegar a ser lo suficientemente buena persona que el se merecía, pero era algo que se me hacía muy difícil.

Jimin era hermoso nadie podría decir lo contrario y esa belleza cautivador que me traía loco, junto con su cara inocente eran una mezcla fatal. El podría cautivar a cualquiera y ese era mi mayor miedo. Jimin encontraría a alguien mejor que yo y el hecho de que el se alejara de mí me ponía frenético y de mal humor.

Me quedé dormido alrededor de las dos de la mañana, aun sosteniendo el cuerpo de mi chico. El estaba relajado y no parecía tener un mal sueño cunado me desperté, pero yo sí. Estaba mojado, sudado como un cerdo y alterado, todo por causa de una pesadilla. ¿Qué hombre de veinticuatro años tenía miedo de perder a otro hombre?

Salí de la cama de mi hombre y me dirigí al baño que había visto cuando estuve con yoongi en su habitación. Me mojé la cara, tomé una respiración profunda y me miré en el espejo. No era feo, tenía dinero... ¿Entonces por qué Jimin no me amaba?

Tal vez porque eres un hijo de puta...

-no es eso... el...-intenté razonar conmigo mismo, pero no encontré una réplica -sé que no soy una buena persona, pero...

-¿jungkook?-me giré sorprendido cuando escuché la voz de mi hombre atrás de mí.

-Jimin , ¿Pasa algo?-me acerqué a el y agarré su cara, evaluando sus ojos. Eran tan puros, tan llenos de inocencia...

-no, sólo que me asusté al escuchar una voz- el se alejó de mí- ya sabes, yoongi no podía ser y pensé que tú te habías ido- el se apoyó contra el marco de la puerta y me observó-¿Estás bien?

-si, solo tenía ganas de...

-está bien- el se alejó sin dejarme terminar lo que iba a decir - sólo quería saber quién estaba en baño, nada más.

Jimin se alejó por el pasillo a la cocina, aun vestido con la ropa que le había puesto yo al dejarlo en su cuarto.

-¿A dónde vas?- me acerqué, agarrando su pequeño cuerpo con mis brazos, rodeándolo. Su espalda chocó contra mi pecho y el éxtasis se disparó por cada terminación nerviosa de mi cuerpo.

-a la cocina -tartamudeó.

Claramente, el estaba nervioso conmigo tocándolo, pero no podía, no quería, resistirme.