16┆km ඞɞ

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pasados y
'te amo'


Definitivamente, éste no era el cielo.

Si lo fuera, Jungkook no estaría mirándome como lo estaba haciendo en ese preciso instante.

-¿Me fui al infierno?

-llámalo como quieras. Algunos también lo llaman seguir vivo, ¿Te suena ese término?

Traté de levantarme de la suave superficie de la cama, pero mis muñecas estaban agarradas contra los costados. En la derecha había una venda, que iba desde el codo hasta la mano, cubriendo los cortes.

-¿Por qué no me morí?

-porque yo así lo quiero- Jungkook se paró de la silla al lado de la cama y se sentó en el borde-quisiste acabar con tu vida, Jimin.

-no- negué repetidas veces- quise hacerlo con la tuya. Tú habías dicho que yo era tu vi...-me detuve, ¿Por qué estaba dándole explicaciones a un hijo de puta como él?

-Continúa su mano fue a mi brazo, el cortado y lentamente pasó un dedo sobre la venda-¡Dilo! Querías acabar con tu vida para así hacerme daño, ¿verdad?— él parecía saber la distancia entre cada corte porque los apretó uno por uno, sacado varios gemidos de dolor de mi parte.

-¡Deja de hacer eso! Me lastimas.

-¿Y qué crees que quiero hacer, estúpido

-¡Ya me has hecho mucho daño, Jungkook!- le grité al borde de las lágrimas- has matado lo único que me daba las ganas de vivir, ¿No te parece ese suficiente dolor?

-no- su voz es divertida- me has roto la nariz, me has pegado una patada en los huevos y pretendías escapar de mi. La muerte de tu hermano no será nada en comparación con lo que pienso hacerte.

Traté de incorporarme en la cama, para irme, intentar escapar o al menos alejarme unos metros de Jungkook, pero él puso su mano alrededor de mi cuello, apretando y cortando de a poco el aire que entraba a mis pulmones.

-¡Deja de hacer eso!— mi voz salió ronca por la falta de oxígeno y al cabo de unos segundos (Muchos, segundos) empecé a ver puntos negros alrededor de mi campo de visión.

-¿No quieres estar con Yoongi, amor?- él me miró cínicamente y sonrió - entonces te concederé ese deseo, Jimin.

¿El iba a matarme?

Los bordes de las cosas pasaron de nítidos a borrosos y rápidamente mi visión se tornó negra.

Yoongi está mirándome mientras sonríe.

-¡Mimi! Tenemos que juntar muchos caracoles para poder ganar el juego.- Ruedo los ojos.

-bien- estiro las letras- pero tú los juntas, yo sólo los sostengo y...

Abro los ojos.

¿Por qué cada vez que pierdo la consciencia aparecían cosas sobre una playa en mi cabeza?

-come.

Jungkook estaba sentado en la cama, con un plato en sus manos. Me miraba con ojos oscuros. Me senté en la cama, porque realmente estaba hambrienta.

-Intentaste matarme.

Él no me miró.

-tú lo intentaste primero.

-sí, pero...

-¡Mierda!- Jungkook  se paró, dejando caer el plato y haciendo que se rompa- ¡Acabas de despertar, hombre! Deja de quejarte por una puta vez en tu vida- él agarró mi cara y la puso de forma que debía verlo―iré a buscarte un plato con comida y luego saldrás de la cama para que te limpie el brazo, ¿Te ha quedado claro?

No saqué mis ojos de los suyos, desafiandolo.

-suéltame la cara- le pegué un manotazo en el brazo y él se alejó.

No tardó mucho en acercarse y devolverme el golpe con la mano abierta en mi mejilla. El hijo de puta me había abofeteado.

-¡Vuelve a tocarme y no vas a vivir para contarlo!— le grité.

Él va se  había salido de la habitación.

Me levanté de la cama e intenté buscar algo que pudiera servirme, pero no había nada. Ni siquiera ventanas.

Jungkook  volvió, trayendo otro plato. Cuando me vio parado, dejó el plato sobre una mesa al lado de la puerta y se acercó velozmente.

-te dije que te quedaras en la cama- él me agarró por los hombros y me tiró sobre ella. En el proceso, presionó la herida de bala que tenía en el hombro, que estaba prácticamente curada pero que aún dolía un poco, así que chillé- quédate ahí, cierra la puta boca y come.

-¿Y quieres que coma con la boca cerrada! Tú no tienes lógica.

De nuevo, el escozor en mi mejilla.

Jungkook trajo el plato, se sentó y agarró mis manos con una de las suyas, mientras que con la otra pinchaba un trozo de carne del plato y lo acercaba a mi boca.

-abre la boca- negué y él soltó mis manos para poner sus dedos en mi nariz, sacándome la posibilidad de respirar por ahí - en algún momento abrirás la boca para respirar.

Luego de varios segundos, debí hacerlo y él no tardó ni cinco milésimas en meter el tenedor en mi boca, llenándola con la carne. Antes de poder escupir la comida, el ya tenía mi mandíbula apretada impidiendo así que pudiera abrir la boca. Era un hijo de puta.

-traga- lo hice después de una batalla de miradas en la que, obviamente, él ganó—¿Debo darte de comer como a un bebé, Jimin, o vas a comportarte como el adulto que parecías ser?

-púdrete.

jungkook  se paró, tirándome con él y se sentó nuevamente en la cama, dejándome sobre sus piernas.-no te muevas-retuvo mis brazos, usando uno de los suyos como prisión- no al menos de que luego quieras ser tú quien baje mi erección-me detuve en la inútil pelea- bien. Quédate calmado.

De nuevo, llevó el tenedor a mi boca y de nuevo, la mantuve cerrada.

-no soy un bebé, puedo comer por mí misma.

Jungkook no dijo nada. Solamente insistió con el tenedor.

-abre la boca, Jimin- repitió, su voz más dura- estoy cansado, cansado de que te portes como un perro cada vez que trato de hacer algo bueno.

-¡Nunca intentaste ser bueno!- le contesté gritando-me has secuestrado, violado y como si fuera poco, ¡Has matado a mi hermano!

Creía haber dicho eso un par de veces ya, pero tenía que repetirselo hasta que le quedara claro.

-¿Tú no lo vez, cierto?- él habló calmado y negó sonriendo con pesar- no entiendes nada, Jimin.

-¿En serio? Entonces explícamelo.

-te amo.

Sus palabras hicieron que mi espina dorsal tuviera una descarga eléctrica. Me removí, incómodo por la intensidad de su mirada.

-no puedes amar a alguien que no conoces― quebrado. dije con la voz

-te conozco, Mimi, ten por seguro que lo hago.

-no me digas Mimi .

Él sonrió con tristeza.

-¿No importa cómo te llame, no?- de nuevo, puso de cara de sufrido - sin importar lo que haga me odiaras.

-te odio, Jungkook- le confirmé.

Él tragó salivo y siguió calmado. No entendía anda, ¿Por qué estaba tan tranquilo cunado siempre había tenido reacciones violentas?

-lo sé- él me miró con una sonrisa triste- mañana te irás con tu hermano.

Y con ese ultimátum, salió de la habitación, dejando el plato sobre la cama y dejándome a mi completamente confundido.

:'c

EL SECUESTRO ┆km ඞɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora