9┆km ඞɞ

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Locura

Media hora más tarde, Jungkook me había dado papel y un lápiz para escribirle algo a Yoongi.

Yoongi: debes saber lo que está pasando, o al menos espero que sepas algo de lo que sucedió. Quiero que sepas que siempre estaré, nunca te faltó un hermano y nunca te faltará. Nos fuimos de casa para alejarnos de toda la mierda que nos rodeaba, no dejaré jamás que tengas que pasar por eso de nuevo. ¿Recuerdas esa frase, de Tite Kubo, que te leía cada vez que tenias pesadillas? "los hermanos mayores nacieron para proteger a los menores". Esa frase se aplica perfectamente a nosotros.

Si es necesario te protegeré con mi vida, daria todo por ti. Voy a encontrar la forma de sacarnos de este lío.

Te amo Pequeño, te amo.

Doblé la carta y la guardé en un sobre, rápidamente lo cerré y salí de la habitación de las cámaras.

-¿terminaste?-preguntó jungkook mientras se secaba las manos en un delantal. Estaba cocinando.

-si.

-¿puedo leerla?-tendió su mano hacia mí.

-¿suponiendo que te diga que no, no vas a leerla igualmente con o sin mi consentimiento?-pregunté mirando sus ojos negros -y luego dices que no sabes nada sobre mi.

-haz lo que quieras. Dejé la carta sobre la mesa-. No es para que tú la leas, solo es para yoongi.

El jardín me parecía el mejor lugar para estar tranquilo, así que me dirigi hasta la puerta, donde Bam descansaba en el suelo.

-¡Jungkook!-grité al ver que el perro se paraba y me miraba.

Él vino corriendo desde la cocina y se acercó hasta el perro.

-Bam, adentro-. Le indicó con un gesto una puerta lateral.

El maldito perro fue. ¿Dónde vas?— miró mis piernas, listos para caminar.

-afuera.

-no-. Contradijo.

-¿no? ¿Ahora tengo prohibido salir a tomar aire?- mi voz salió tranquilo pero con un dejo de sarcasmo en ella.

-tienes prohibido hacer cualquier cosa que no implique estar conmigo.

-entones tampoco podré ir al baño. Contesté.

-no seas extremista-. Replicó.

-¿yo soy la extremista? Lo siento, pero discrepo eso.

-discreparías todo lo que yo diga.

—si—. Razoné—. Lo único que no discreparía es en decir que estás loco.

Se acercó lentamente hacia mí, mientras yo retrocedía. Agarró mis brazos y me pegó a su cuerpo, dejando mi pecho pegado al suyo, escuchaba su respiración y los laidos del corazón.-¿sabes que existen varios tipos de locura?-. Tomó un mechón de mi pelo de manera delicada. La locura sana, la que todos tenemos-. Soltó mi pelo y posó la mano en mi nuca, lo que causó mi estremecimiento. -También está la locura que lleva a la obsesión. Esa locura es peligrosa, no para el que la posee, sino para quien es perseguido-. Mi respiración estaba agitado, tenía miedo- Ten cuidado. Me soltó-. No quiero que salgas lastimado por mi locura.

-no sería mi culpa-. Repliqué tratando de recuperar la compostura.

-el loco nunca la tiene. Un loco no reconoce su locura.

-entonces no estás loco-. Él me miró como si no entendiera-. Si los locos no tienen juicio, ¿Cómo es que estás reconociendo tu locura?

-tal vez no esté loco-. Agarró mi nuca, acercando su cara a la mía-. Tal vez lo mío sea una simple obsesión.—. Terminó de cortar la distancia entre nuestros rostros y posó sus labios en los míos-. Solo obsesión-. Repitió.

No le respondí el beso, pero no podía alejar mi cara de la suya.

-déjame.- Dije entre los movimientos de su lengua contra mis labios.

Corri el rostro hacia un costado, tratando de sacar su lengua de mi boca. Un teléfono empezó a sonar.

-una jodida obsesión. Susurró en mi oído antes de separarse y hablar contra el auricular-. ¿Hola? ¿Están viniendo? Perfecto. Si, adiós-. Me miró-. Deberías de cambiarte-. Señaló mi ropa -. Vienen visitas que te van a interesar.

-¿de qué hablas?

-sabes, sé que es difícil decirle a tus padres que estás viviendo con un chico y todo eso, pero es momento de enfrentarlo.-no entiendo-. Mentí, la ficha había empezado a caer en mi cabeza.

-vamos a decirle a tus padres que estamos juntos.

-a pesar de ser una mentira—. Deduje.

-exacto.

-genial, ahora tengo que inventar una relación contigo a pesar de saber que no es así.

-creo que la palabra precisa es mentir.

-¿por qué haces esto?-pregunté levantando los brazos.

-porque quiero que no haya más obstáculos entre nosotros-. Contestó.

Me senté en el sofá.

-¿obstáculos? ¡¿obstáculos!? ¡El problema aquí no son mis padres! ¡El problema soy yo! ¿Qué no te das cuenta?-, Grité-. No quiero estar contigo. Bajé la voz y hablé lentamente. -Ni ahora ni en un millón de años.

-¿por qué crees que estás aquí?- se cruzó de brazos, su postura me resultaba amenazadora. Esto no es un cuento de hadas, Jimin. Esto es la realidad, y la realidad es que me gustas. Y siempre obtengo lo que quiero.

-¿sin importar el precio?-pregunté con ironía.

-vete a cambiar.-Señaló la puerta de una de las tantas habitaciones-. No es la mejor opción recibir a tus padres semidesnudo, ¿verdad?- sonrió de manera maliciosa.

Entré en la maldita habitación, donde había ropa. Lo agarré y sali de la habitación con él en la mano.

Me dirigí hasta el baño y me duché velozmente pensando en qué decir frente a mis ¡oh! Tan amados padres.

-¿listo?-preguntó Jungkook  tendiéndome la mano para ayudarme a bajar la escalera.

-¿tengo opción?

-nunca.

Siempre.

Holas, en la tardes subiré unos 10 cap Más

EL SECUESTRO ┆km ඞɞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora