EL SECUESTRO ┆km ඞɞ

25┆km ඞɞ

soy el cerdito y jungkook el lobo

No resistí mucho antes de largarme a llorar. Jungkook  me había dejado hecho mierda luego de llamarme puto sin una razón verdadera.

Cuando llegué a mi casa y vi que Yoongi ya estaba comiendo, traté de recomponerme para que él no me viera así ni hiciera preguntas que no tenía ganas de responder.

-Yoongi, ya estoy en casa- dejé mi bolso en la mesa del salón y caminé hasta su pieza.

Mi hermano estaba sentado en la cama, con varios libros alrededor de él y con un lápiz en la boca.

-hola, minmin -él me miró.

-¿Qué haces?— la tristeza se fue un poco y se sustituyó por diversión al ver su ceño fruncido. Me daba gracia.

-tengo que estudiar para un examen de literatura, pero no entiendo nada.

Me senté a su lado en la cama y leí un poco sobre el tema. No era muy difícil. Tenía que estudiar sobre la diferencia entre mitos y leyendas y esas cosas que no servían para nada.

Durante un rato, le expliqué, haciendo pausas para que me peguntara e internamente, le agradecía a la profesora de mi hermano por mandar eso y a mi hermano por no entender.

Teniendo que explicarle a yoon, mi cabeza se centraba en otra cosa que no fuera jungkook llamándome puto.

-entonces, leyenda no hay dioses, mito si- mi hermano repitió lo que le había dicho.

-exacto.

El timbre sono y mi cuerpo tembló.

Sabía perfectamente quién era y qué quería.

-Jimin, la puerta-yoon me miró sonriendo cunado no me pare, pero luego entrecerró los ojos-¿Estás bien?

Asentí.

-tú quédate aquí adentro y por nada del mundo abras la puerta.

Él asintió dudando un poco.

-¿Pasa algo?

-no- mi voz salió seguro, pero no me sentía así es jungkook- Tenemos cosas de grandes para hablar y...

-Jimin, sé que algo pasó.

Me paré y no le respondi.

-por favor no abras la puerta.

Él asintió.

Caminé lo más silenciosamente posible a la puerta y observé por la mirilla. Definitivamente, era jungkook . ¿Podía hacerme el idiota y no abrir?

-sé que estás ahí Jimin - jungkook habló.

-¿Qué quieres?

No muestres tu miedo, Jimin . Eso es lo que él quiere.

-¿Puedo pasar?- me preguntó. Yo seguía mirando a través del ojo falso de la puerta.

Su sonrisa me daba miedo.

-no- mantuve mi voz firme-es que...-intenté buscar una excusa creible- estoy en pijama y...

Genial, Jimin . Eres una genio.

-te he visto desnudo, Jimin -jungkook recargó sus manos en la puerta y sentí que podía verme a través de ella- no digas estupideces y abre- su voz ya no era más la dulce y falsa voz del lobo cuando quiere entrar a la casa de los tres cerditos. Ahora era la del lobo sin el traje de oveja.

Jungkook quería hacerme daño, quería comerme.

-no, no, jungkook . No voy a abrir.

Soplaré y soplaré y tu casa derribaré.