La Boda

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—Si dejas de moverte, podré terminar más rápido, mamá...

Me quejo tratando de ajustar el tocado en su armado moño. Me ha pedido que sea yo quien la peine, ya que no quiso dejarse tocar por la estilista que su prometido contrató para este día.

«El tan esperado día»

Una semana ha transcurrido. Una semana durmiendo en una casa que no conozco, viendo cómo nuestra habitación fue llenada de cientos de presentes. Hombres de traje que entraban y salían dejándole obsequios a mi mamá. Así como mujeres haciéndole pruebas de maquillaje, vestido; también pedicura y manicura.

«Una locura total»

Por alguna razón, a mi madre no le cayó para nada bien la estilista, tanto así, que la echó de la habitación. Ahora, aquí me encuentro yo, terminándole de hacer el armado moño frente al espejo, en una gran habitación que no es la mía, en una mansión que desconozco, faltando minutos para que ella salga al patio trasero a contraer nupcias con él, Pavel Romanov.

«De solo pensar en su nombre, mi cuerpo se desestabiliza»

Una semana entera desde aquel día en el restaurante, ignorando su intimidante presencia. Tres veces me lo he topado. Tres veces he pasado por su lado dando un educado saludo nada más. ¿Por qué? Ni yo sabría cómo explicarlo. De alguna manera siento una oscura y peligrosa conexión con él, lo cual está mal, muy mal. Él será el esposo de mi madre en unos minutos, quedando yo, como la "hijastra" en la ecuación.

«Estoy mal»

Ese hombre me pone los nervios de punta, me hace sentir pequeña. Cuando fija sus intensos ojos azules en mí, me siento sin aire, olvido que decir, como actuar. No debería de sentirme así con él, pero me sucede, y eso me hace sentir tan mal, como confundida.

—Cariño, no deseo apresurarte, pero...

—Debiste de dejar que la experta te peinara entonces, madre.

Bufa estresada.

—Tú lo hace más bonito, cariño. ¡Mira lo que has logrado!

—Solo es un moño de bailarina y un tocado —digo, peinando su fleco frente al espejo—. Mucho fijador y ganchos de cabello. Tú, con tu belleza, es quien lo hace ver elegante, mamá.

Ella me sonríe, toma mi mano y la besa.

En esta última semana, ha estado demasiado dulce conmigo. Afectuosa y cariñosa. Supongo que son los nervios, no lo sé. O tal vez, porque añora a la abuela, o quizás, porque a partir de hoy, nos vamos a separar. Ella se vendrá a vivir aquí como esposa de ese hombre, yo me quedaré en casa viviendo ahora sola.

«Aunque, últimamente, ya lo estaba»

No es algo que hemos hablado de manera formal, pero es lo lógico. Yo no soy nada de ese hombre, nada nos une. Además, soy mayor de edad y puedo vivir sola. Ella merece ser feliz y vivir su romance. Con que yo esté aquí con ella, siendo la única de nuestra familia apoyándola, es más que suficiente.

La abuela murió, mi abuelo hace muchos años también. Ella fue hija única como yo, así que, no hay nadie más de parte de los King, salvo mi presencia.

—Tú luces hermosa —me dice estando de pie, admirando el peinado que le hice frente al espejo—. Te dije que el vestido verde esmeralda te quedaría precioso.

—Me hubiera encantado usar uno de mi closet.

—¡Malika! Pavel ha tenido un gesto contigo para empatizar y bajar la tensión un poco. Compró este hermoso vestido de novia traído desde París. Compró el que estás usando, solo fue un gesto, no seas grosera.

Peligro Y Tentación [+21 Completa Parte I Bilogía Amores Nocivos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora