Peligro Y Tentación [+21 Completa Parte I Bilogía Amores Nocivos]

Dazhbog

POV Pavel

Bajo de la camioneta mirando el humo expandirse por toda el área. El precinto amarillo alrededor me indica el nivel de gravedad en la estructura. Los bomberos ya han hecho su trabajo, han apagado el fuego. Ya no queda más que escombros y ruinas. Miro todo con cautela, mis hombres están revisando el resto del edificio y a sus alrededores, mientras que la policía habla con los bomberos.

La ira me invade, pero me controlo en actuar como un desquiciado porque sé, pronto podré liberarme.

Enciendo un habano y le doy una gran calada esperando pacientemente a que el oficial llegue a mí y me dé un resumen de los acontecimientos.

Esto sin duda me hará perder tiempo y dinero. Mucho dinero. Cosa que me enerva porque yo nunca pierdo, y si alguien se atrevió a cometer un atentado en contra de mis negocios, es porque tiene toda la intención de verme perder.

Eso nunca pasará.

El oficial llega a mi lado y se queda mirando hacia la estructura humeante de lo que será mi nuevo hotel que estaba pronto a inaugurar. Ahora deberé cambiar fechas, llamar al arquitecto, a la constructora, reorganizar toda esta mierda, gracias a que un maldito osó en cruzar la línea.

—Se encontraron algunos explosivos C-4 sin detonar. Por alguna razón, fallaron.

—Fue un ataque —afirmo con calma dándole otra calada a mi habano y la expulso para verlo a él—. ¿Informe oficial que presentarás?

—La explosión fue provocada por una fuga de gas. Nadie sabrá que fue un atentado en contra del verdadero Pavel Romanov.

Asiento.

—¿El culpable?

—Tus hombres, los que custodiaban el hotel, lograron atraparlo después de la detonación y se lo llevaron al matadero. Lo que me parece curioso y llama mi atención, el hecho de que entraron aquí si tienes seguridad alrededor.

No necesita decirme lo que ya sé.

—Largo.

Acata en silencio. Si estaba llevando esto con una relativa calma, toda se ha ido al carajo al oír el comentario de Miller, uno de mis más leales policías.

En el lugar donde estoy, puedes mover los hilos detrás del telón y nadie jamás se daría cuenta. En el escenario, los políticos, policías, personal médico y hasta artistas, trabajan para la ciudad haciéndola ver segura. Digna de pasear por sus calles. Detrás del escenario, donde pocas personas tienen derecho a estar, muchos de ellos trabajan para mí, para otros, o simplemente son consumidores de lo que hombres, como yo, ofrecen. Desde drogas, hasta un órgano. Inclusive un cuerpo para follar y hasta un niño para satisfacer sus retorcidas necesidades.

Yo tengo mis límites, yo no trafico niños, tampoco mujeres. Aunque cueste creerlo siendo un hombre moralmente gris, yo no apoyo este negocio y no me mancho mis manos con eso. Además, me importa una mierda quién sí lo haga.

De igual forma, todos pagaremos justos por pecadores.

Miller trabaja para mí, así como los demás presentes. Todos sirven a su ciudad, la cual es mía. Yo reino y eso los hace servirme a mí. Saben perfectamente que, de cometer traición, es morir ellos, sus mujeres e hijos. No trafico con mujeres y niños, pero no soy de los que deja cabos sueltos. Ni mucho menos muestra contemplaciones.

Mi móvil suena dentro de mi bolsillo y me apresuro a responder.

Oigo disparos, también la voz de uno de mis hombres informándome que están siendo atacados en la bodega.