Peligro Y Tentación [+21 Completa Parte I Bilogía Amores Nocivos]

El Cisne Negro

Ensayos, relajaciones. Más ensayos, muchas más relajaciones.

Así han transcurrido mis semanas, sin contar con la presión en la cual me he visto envuelta por parte de Aleskei en la rutina que es para mi presentación, más mi madre, queriendo saber ahora todo lo que hago y dejo de hacer.

«Más él»

Sobre todo, él. No es normal la necesidad que tiene ese hombre de mí, así como tampoco es normal la que yo tengo por él. Llego a casa sumamente agotada por mis ensayos, más las clases, me ducho, ceno encerrada y me duermo sabiendo que, en cualquier momento de la noche, él aparecerá en mi habitación despertándome con un leve toque, una sutil caricia en mi mejilla, o simplemente abrirme las piernas de la manera más brusca y besarme en medio de ellas, causando que me despierte con jadeos ahogados.

«Ese hombre me está volviendo loca, y lo más loco, es que me gusta que lo haga»

Siento que cada día se me hace más difícil ocultar lo que siento cuando veo a mi madre hablarle, tomar su mano, o desearle los buenos días con un beso en su mejilla. Que le pregunte cómo está, me causa incomodidad.

No debería, sé perfectamente que no tendría de sentir celos por mi madre cuando soy yo la que está haciendo las cosas mal, pero algo dentro de mí, me insta a ser así de insana con Pavel, y aunque en más de una ocasión ese sentimiento ha querido exteriorizarse, lo contengo.

No puedo hacer nada, porque yo no soy la esposa, yo no soy la que todos conocen, mucho menos la que tiene la corona y el anillo en el dedo.

En la posición en la que estoy, debo conformarme con ser la otra, y eso, me hacen sentir mucho peor, y cuando me armo de voluntad para cortar con esta relación tan retorcida, él me hace cosas que me hacen retroceder.

«Estoy mal»

Estoy sentada en el suelo descansando un poco. Aleskei ha salido a contestar una llamada y aún no ha regresado, así que decido sacar mi móvil de mi bolso para pasar el momento. Voy a mi perfil y sonrío al ver la fotografía que Britt publicó de ambas. Fue de ayer, estábamos en la cafetería y ella posó su cabeza en mi hombro y sacó su móvil para tomarnos la foto; ella sacaba su lengua, yo solo sonreía con el vaso de capuchino en mi mano. Decido comentar con un corazón y me salgo en cuanto me llega un mensaje de él.

Sé que es él, porque registré el número, así que pasamos de ser "número privado" a "PR" y un corazón negro al lado.

«Sí, a veces soy una romántica empedernida»

PR:

Espérame despierta. Es una orden.

Ruedo mis ojos y salgo de los mensajes. No pienso responder a eso porque no sé qué decirle. En realidad, sí sé que decirle, pero eso sería comenzar una guerra, y estoy demasiado cansada para eso. Pelear con Pavel, es sin duda algo que raras veces termina bien. Hace días lo comprobé, cuando fui al centro comercial a media tarde junto a Britt para recuperar mi línea anterior y él, no sé cómo lo hizo, pero apareció en el estacionamiento cuando estábamos por subirnos al auto de mi amiga, y simplemente me ordenó entrar al suyo.

Estaba sumamente nerviosa, porque su mirada era muy oscura, al punto que hasta Britt se sintió intimidada. Tuve que esforzarme en disimular, y terminé obedeciendo, y una vez dentro, estalló.

«¿Desde cuándo tengo que pedirle permiso para hacer mis cosas? Aparentemente en la cabeza de Pavel Romanov, es a partir de ese día»

Juro por Dios que creí que me iba a golpear, pero nunca lo hizo, solo me gritaba el peligro de andar sola sin Arkadi o él, incluso, me dejó bien claro las consecuencias que tendré si lo vuelvo a hacer.