quiero verte...

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La puerta se abrió de repente, haciendo un sonido estridente, provocando que Checo casi brincara en la cama.

—¡Checo!- Carlos se tiró sobre él abrazándolo con fuerza.

—O-Oye...- gimió Checo aún medio dormido.—¿Qué haces aquí?

—Estaba preocupado por ti y vine directo a verte.

—¿Qué hora es?- Checo miró a su alrededor, notando que aún estaba en el cuarto de descanso del cuerpo de guardia.

—Son las siete y diez.

Checo pensó brevemente y se relajó al notar que todavía era temprano.

—¿Se puede saber qué haces aquí tan temprano?- miró a Carlos con desconfianza mientras este lo seguía abrazando como si llevara años sin verlo.

—Lewis me trajo. Él está de guardia hoy, así que tenía que venir temprano a recibir. Yo vine con él también porque estaba preocupado por ti.

—Así que pasaste la noche con él...

Carlos sonrió como un bobo y ocultó su rostro en el ángulo del cuello de Checo.

—Ya sabía yo que no ibas a demorarte mucho con eso.

—No seas malpensado, Checo. No nos acostamos.- Carlos alzó la vista y lo miró, ofendido.

Checo separó el rostro para poder mirar a Carlos  a los ojos.

—¿Ah no?

—No. Lewis fue muy dulce. Ayer fuimos a su casa, como te había dicho. Yo también pensé que sucedería algo, pero no fue así. Me ayudó a estudiar en serio. Resulta que no estaba tan bien preparado como creía. Fue increíble... me preparó la cena y me explicó cuidadosamente todo lo que tenía que saber para el examen. Pero nunca sentí frialdad de su parte, él también está interesado. Dormimos juntos, pero solo me abrazó. En ningún momento quiso ir más allá, aunque se notaba que quería hacerme sentir bien, ser respetuoso conmigo. Ay, Checo... creo que me estoy enamorando.

—Si me dieran un dólar por cada vez que dices eso.

—No me mates el momento. Lo digo en serio.

—Está bien. Me alegro por ti.- Checo esbozó una sonrisita y acarició el cabello de Carlos.

—Sin embargo estuve toda la noche preocupado por ti. Me sentí un poco mal después de rechazar tu petición de estudiar juntos. Si quieres podemos hacerlo. Falta poco, pero si lo estudiamos juntos seguro que te irá bien.

—De acuerdo. Podemos estudiar juntos. Pero ya no estoy tan mal. Charles me explicó algunas cosas anoche.

Carlos se quedó inmóvil. Como si alguien hubiera presionado su botón de pausa.

—¿Qué?- inquirió Checo.

—¿Me estás diciendo que el orgulloso Checo, hater número uno del doctor Leclerc, le pidió ayuda ayer para estudiar?

—Bueno no fue tan así.

—Ok...- Carlos se irguió sobre Checo. Rodeó su cintura con sus muslos y agarró sus manos por encima de su cabeza.—...esto requiere medidas drásticas. No te vas  a mover hasta que me cuentes todo lo que pasó. Porque yo estaba ayer preocupándome por ti como un imbécil y resulta ser que tú estabas más entretenido de lo que yo pensaba.

Checo solo pudo sonreír ante la actitud de Carlos. No protestó ante la nueva posición, Carlos siempre había sido muy atrevido con él, son las consecuencias de conocerse por años.

—Ayer pasaron varias cosas Carlos. Más de las necesarias.

—No me digas que...- Carlos abrió los ojos, emocionado.

White thrill; checlerc. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora