Durante el resto de sus clases de la tarde, Checo estuvo mentalmente ausente. Lo que Pierre le había contado lo había hecho pensar, tal vez demasiado, en todo su asunto con Charles. No era como si no sospechara que había algo raro sucediendo entre Max y el residente, pero ahora que sabía de qué se trataba todo, no podía evitar sentirse algo ansioso. Ya tenía claro que Charles le gustaba, mientras menos pensara al respecto, más fácil le sería acostumbrarse a la idea. Ese no era el problema. El problema era lo que venía a continuación. ¿Qué debería hacer?Si había algo que tenía claro era que no quería ser una segunda versión de Max. Seguía sin conocer los detalles pero por la forma en la que se estaban dando los hechos, era más que claro que eso no había salido bien. Así que era necesario saber que pensaba Charles de todo. Porque era muy fácil simplemente aceptar sus sentimientos y asumir que Charles le iba a corresponder. Pero... ¿Y si ese no fuera el caso? Era más que posible.
Carlos no le quiso dirigir la palabra en toda la tarde. Se notaba que Checo tenía otros asuntos rondando su cabeza. Así que, como buen amigo, solo lo dejó ser. Probablemente así, lograría aclarar, de una vez por todas, sus sentimientos.
Cuando terminaron su último turno, Checo se despidió con una excusa inventada y se dirigió a la salida. Caminó por el pasillo, junto a los demás estudiantes, pero cuando solo le faltaban unos metros, giró bruscamente a la derecha y se dirigió al elevador. Se subió rápidamente, ansioso, y marcó el último piso. Mientras sentía como la gravedad hacía de las suyas, deslizando esa rara sensación por su cuerpo, Checo trató de calmarse y organizar sus ideas.
Estaba a punto de ir a hablar con Charles.
No iba a discutir. No iba a preguntarle una duda. Iba a hablar sobre ellos dos.
Eso lo ponía terriblemente nervioso.
No quería amar a alguien como Charles, algo en su interior seguía diciéndole que no era buena idea, que solo iba a salir lastimado. Pero era inevitable para él sentirse así. Charles irradiaba perfección, y, aunque hubieran empezado con el peor de los comienzos, Checo no podía negar que se sentía atraído. Además, Charles era todo lo que él soñaba con ser, no solo lo deseaba, también lo admiraba, y esos pequeños momentos íntimos que habían tenido lo habían hecho sonreír y sentirse cálido en más de una ocasión. Le hizo falta un poco de estimulación manual para darse cuenta, pero la verdad era que ya no tenía vuelta atrás.
Estaba más que dispuesto a intentarlo, a darle una oportunidad a sus sentimientos. Pero todo dependía de lo que Charles le contestara.
A aquella hora de la tarde, los pisos superiores del hospital parecían propios de un edificio embrujado. Había un silencio inmutable y nadie deambulaba por los pasillos. La luz del sol que ya se ponía contribuía con el aire melancólico que reinaba sobre todas las cosas. Checo salió del elevador y atravesó el largo pasillo rumbo a su sala. Seguía tratando de calmarse, pero con cada paso que daba sentía sus latidos endurecerse, golpeando su pecho con fuerza. Una vez allí, abrió la puerta de la sala y entró. No tardo en sentir el aire acondicionado y el olor a desinfectante y barniz que siempre había. Tampoco vio a nadie deambulando por allí, eso, al menos lo hacía sentir un poco más tranquilo.
No encontró a Charles en el cuarto médico. Solo a Sebastian, luciendo cansado y hojeando un documento con su semblante algo preocupado. Su vista se alzó al sentir que Checo abría la puerta.
—¿Quieres algo? -le preguntó dedicándole toda su atención.
—Charles..
—Debe estar en uno de los cuartos. Búscalo por allí.
—Gracias.
Se retiró como mismo había entrado, dejando que Sebastian volviera a lo que fuera que estaba haciendo. Frotó las palmas de sus manos y se dispuso a buscar a Charles. Sin embargo, no tuvo que hacerlo, él mismo salió de uno de los cuartos del fondo garabateando algo en un bloc de notas. Checo se quedó inmóvil, allí en medio del pasillo. Solo esperando a que Charles notara su presencia.
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White thrill; checlerc. AU
Fiksi PenggemarCheco se encuentra destrozado después de la primera ruptura de su vida. Sus amigos se preocupan por el, lo quieren alegrar. Pero lo que se suponía que fuera una alegre salida de amigos, tiene un final inesperado para el. Un final que, sin proponér...