...cinco.

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—¿Te pasa algo en particular?- Carlos se dio cuenta de que el humor de Checo estaba realmente en un peor estado que el usual.—¿Discutiste con Charles o algo así? ¿No le gustó que vinieras tan temprano a verlo?

—Las emergencias son una mierda.- fue la enigmática respuesta que le dio Checo, sin siquiera alzar la vista de la historia clínica.

—¿Emergencias?- Carlos ladeó la cabeza mientras jugueteaba con ambos extremos de su estetoscopio.
—¿No lo entiendo? ¿Ahora que pasó con las emergencias?

Checo chasqueó la lengua a la vez que se percataba de que había escrito mal una palabra.

—Yo me entiendo.- espetó.

—Supongo.- Carlos finalmente se rindió.

Estaban en el cuarto con los pacientes, ya Checo los había examinado y había anotado las evoluciones en las historias clínicas. Para cuando Carlos llegó, más tarde que él, ya casi todo el trabajo estaba hecho y Checo estaba en medio de un perfecto berrinche.

—Por cierto, Checo...- Carlos finalmente se rindió y buscó una silla para sentarse junto a él.—¿has sabido algo de Lando?

Con eso consiguió que la mano de Checo dejara de escribir y que este alzara la vista.

—Ahora que lo dices... no. No he sabido de él.

—¿Y no lo has llamado ni nada?

—No.

—Me preocupa un poco... lo último que supe es que iba a su cita con el chico del bar, Daniel. Incluso ese día fue la última vez que actualizó su estado. ¿Y si les sucedió algo? Parece que iban a un sitio lejos por la foto que puso Lando.

—No sé...- Checo reanudó su escritura después de corregir el error que había cometido.—Pero no creo que debas ponerte paranoico.

—¿Y si ese tipo le hizo algo a mi Lando?- Carlos se llevó dramáticamente las manos a las mejillas.

—No le hizo nada, Dios. Deja de hacer teatro. El chico simplemente estará ocupado.

—Pero piénsalo, Lando es cabeza, tronco, extremidades y celular. Tiene que haber sucedido algo para que no conteste.

—¿Tú sí lo llamaste?

—Un par de veces, tampoco he querido ser muy intenso. Pero esta mañana, mientras venía para acá, estuve revisando mis redes sociales y no hay ni rastro de Lando por ellas. Es como si se hubiera esfumado.

—Tal vez solo admitió que el chico le gusta y anda recuperando el tiempo perdido... cosa que no sé porque tú no has hecho aún. Cuando tienes novio nuevo te das buenas perdidas. ¿Qué sucede con Lewis que te he visto todo el tiempo aquí presente y fiel?- Checo alzó una ceja picara en su dirección.

—Ese asunto es largo y tortuoso. Mejor sigamos con el secuestro de Lando.

—Presunto secuestro.- aclaró Checo, poniéndole el punto final a la segunda evolución y releyéndola rápidamente, quedando complacido.

—Lo que sea.

—Creo que deberíamos...- las palabras de Checo fueron interrumpidas por el sonido de la puerta al abrirse. Ambos chicos se pusieron de pie al instante, pero, al notar que solo era Max, en los rostros de ambos se dibujaron sendas muecas de descontento.

El interno solo caminó hasta ellos y extendió su mano. Checo entendió a que se refería y le pasó las dos historias clínicas. Max tenía muy mala cara, casi tanta como la de Checo, así que la tensión podía sentirse en el ambiente. Los tres permanecieron en silencio mientras Verstappen revisaba las evoluciones con semblante inconforme. Carlos se sintió un poquito asfixiado, como si el aire no circulara apropiadamente en la habitación. Su mirada iba de su amigo al interno y de vuelta, siendo perfectamente capaz de sentir la hostilidad.

White thrill; checlerc. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora