*XIII

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⚠️ Advertencia: Capitulo cliché😝

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Narra autora

Todo el camino que paso en la carroza rumbo al campo de casería Connor está nervioso, más que nervioso aterrado, hace mucho tiempo que no estaba a solas con el Sr. Anderson.

Claro que en esta ocasión se encontraban con Sumo que estaba recargado en sus piernas, pero el gran perro no podía hablar, por lo que era similar a la primera vez que estuvieron los dos solos.

Eso le recordaba cuando se conocieron y fueron rumbo a la capital juntos en el carruaje.
Que bellos tiempos aquellos.

-¿Estás bien?- Pregunto Hank viendo que Connor estaba muy tenso viendo a un punto fijo.

Apartando la mirada a la nada, le contestó relajándose un poco.

-Si, es solo que recordaba la primera vez que nos conocimos y me fui a vivir con usted a la capital.

-¿Eso te molesta?

Connor río.

-Al contrario Sr. Anderson, no sabe cómo atesoro enormemente esos recuerdos, hace mucho que no estábamos juntos.

Hank se sorprendió por las palabras dichas, no pensaba que Connor pudiera apreciar tanto como él esos antiguos recuerdos de cuando se conocieron.

-También me gusta recordar la primer vez que te conocí, jamás pensé que crecerías tanto, ahora mírate eres el Omega más hermoso que conozco.

Esas palabras hicieron sonrojar a Connor, pero este escondiendo un poco su rostro, evitó a toda costa que el contrario lo viera.

-Gracias.- Simplemente pudo decir con una sonrisa.

El carruaje se quedó un momento en silencio, era la oportunidad perfecta para que Hank pudiera confesar lo que verdaderamente sentía y de una vez por todas terminar con esa agonía que tenía en su corazón.

Pero sin poder decir otra palabra el carruaje paró abruptamente.

-Llegamos Sr. Anderson.- Dijo el chófer abriendo la puerta.

Primero bajó Sumo del carruaje, muy emocionado de ver un aire nuevo, luego fue Hank ayudando a Connor a bajar.

Pero un pie de Connor se atoró en el escalón, haciendo que tropezara peligrando con caerse al suelo.

Antes de caer, Hank lo agarró de la cadera cargando su cuerpo atraiéndolo hacia él rápidamente, evitando que cayera.

Connor para no sentir caerse, abrazo con ambos brazos el cuello del Teniente acercando peligrosamente su rostro al contrario.

De pronto sus ojos chocaron, viéndose unos instantes con ternura disfrutando el momento de tenerse cerca uno del otro.
Incluso sus labios estaban tan peligrosamente cerca que podían sentir el aliento contrario.

-¿Estás bien?- Pregunto Hank acercando aún más sus labios.

-Si~- Suspiró suave y agobiado sin dejar de verlos.

Connor se sonrojo violentamente y al igual que Hank, solo pensaban en una sola cosa en esos momentos.

Querían probar los hermosos y carnosos labios contrarios, saber que se sentiría expresar ese bello sentimiento que tenían atorado desde hace mucho tiempo y quedarse así el resto de su vidas.

Pero Hank dándose cuenta de su acción rápidamente bajo al suelo a Connor aclarándose la garganta.

-Bueno... Es por aquí.- Dijo sin más alejándose del contrario caminando hacia arriba de la montaña.

La Herencia del Alfa~💙Hannor💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora