24 Reencuentro

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El jueves llega y yo siento demasiados nervios, a pesar de que sé lo que va a pasar, también sé que ella lo ha estado intentando demasiado en este tiempo, pese a mi odio desmedido Ainhoa ha estado haciendo todo lo posible para ganarse mi amor, pero es imposible que siquiera me caiga bien. Está haciendo las cosas demasiado mal desde hace demasiado tiempo, aunque me trae flores, chocolates y me regaló todo una enorme caja de más de 10 variedades de té en hebras, lo único que haría que siquiera la mirara sin odio seria que ella fuera Cavanagh, pero ni ella es Cavanagh, ni yo soy un ser evolucionado de luz, que puede perdonarle todas las cosas que hace, con su amor egoísta.

Me tomo los días de vacaciones que me debían desde que empecé a trabajar. Ahora estamos almorzando con ella, cuando tocan el timbre.

—Voy yo —abro la puerta y está Frannie con una enorme sonrisa y eso me hace sentir como la mierda.

—Ainhoa Elizabeth Reinhardt Dubois, queda arrestada bajo los cargos de: extorsión...

Frannie la reduce con fuerza sobre la mesa, colocándole las esposas mientras le lee los cargos y derechos. Ella me mira con tristeza, no se resiste, no dice nada, su cara lo dice todo, ella solo me mira.

Llegando a la puerta para y voltea a verme.

—Acabas de firmar su sentencia Audry, yo volveré y te haré la vida imposible. Ahora si conocerás al monstruo.

—Ponle un dedo encima y se me olvida que soy policía. Vamos camina.

Luego de tirar la comida, lavar los platos, cerrar la casa, me arranco el collar, lo dejo junto a mi viejo teléfono que comienza a sonar con el nombre de Killian en la pantalla, me saco el anillo y dejo todo para ir por ella. Tomo mis maletas, mi pasaporte y pasaje de avión.

—¿Lista cariño? —sonríe la pelirroja Alex con sus lentes de sol y su hijita en la sillita de atrás.

—Mas que lista.

Cargo la maleta y nos dirigimos al aeropuerto, ahí me esperan sus madres y Melissa. Ella grita corriendo hacía mí emocionada.

—¡¿De verdad estás yendo a buscarla?! Dios esto parece una película —dice emocionada— y yo soy parte de la peli.

—Me acerco a sus madres, Alina me toma de la mano— Por favor Audrielle, no la lastimes. Rebecca ya sufrió bastante.

—Alina yo amo a tu hija con cada parte de mi ser, con todo lo que soy, lo último que haría es lastimarla.

Ultima llamada al vuelo 314 destino Londres, última llamada al vuelo 314 destino Londres.

—Bueno ya vete —Dice Mel— ¡éxitos cuñada! ¡Y manda fotos cuando estés con la gruñona!

Abrazo a todas rápido y abordo el avión. Con la dirección que me dió Alina del lugar donde vive, la dirección del auditorio y todos los datos que necesito para encontrarla me dirijo hacía ella, al fin voy a reencontrarme con el amor de mi vida.

No puedo dejar de pensar en la mirada de Ainhoa y en la tranquilidad con la cual ella se tomó las cosas, ni siquiera se alteró un poco y eso me da más miedo que cualquier otra reacción suya, porque o bien está lo suficientemente loca para creer que ganaría o bien tiene algún as bajo la manga que le queda por jugar, y esa posibilidad me aterra.

Arribo al aeropuerto y con un mensaje de Melissa, en una hora sale del concierto con el cuarteto de cuerdas, me da tiempo de comprar un ramo de flores ahora y me dirijo en Taxi directamente a verla.

Camino hasta la puerta del auditorio, dónde ella sale de una función con un montón de admiradores con flores y peluches, le entregan un enorme ramo, y yo veo mi humilde ramito de 7 rosas rojas. Una tipa que se acerca a saludarla muy de cerca, dejándole un beso casi en la boca, Rebecca la aparta, se limpia y la mira mal, luego se aleja poniendo distancia, toma el ramo y se lo pasa a alguien atrás. La tipa sigue insistiendo en acercarse a ella, me dan ganas de tomar el exagerado ramo y usar su culo de maceta plantando ahí su las flores.

Efecto CavanaghDonde viven las historias. Descúbrelo ahora