¿Alguna vez han deseado volver el tiempo atrás? Para tan solo cambiar una desición, una sola desición que cambiaría todo tal y como plantea la teoría y la película del efecto mariposa.
Todo fue en picada desde aquel día crucial cuando la ví de nuevo.
-¡NO ME IMPORTA, NI ME INTERESA! Sin reencores, pero contigo para esta vida ya me basta y me sobra, no quiero volverte a ver de acá a lo que me queda de existencia y en las demás reencarnaciones ni te me acerques, porque no estoy dispuesta a pasar por esto de nuevo. Que estés bien, suerte, la vas a necesitar con tremenda desición de mierda que tomaste, que hasta que no te chupe el alma y el brillo que te queda no va a parar, ya que los dementores humanos de eso se alimentan. Éxitos y espero no volver a verte nunca más en mi vida.
Me alejé con las últimas palabras de aquel lugar pesandome en mi consciencia, ella quedó parada mirándome y si tan solo hubiera tenido la templanza y fortaleza que tengo ahora, no me hubiera devuelto, no hubiera dejado el auto estacionado para bajarme caminando a dónde la había dejado parada, si tan solo hubiera sido más fuerte, no me habría acercado a ella cuando la escuché llorar.
-¿Qué quieres Ainhoa? -me senté en el otro extremo del banco.
-Audry -dijo secando las lágrimas- quería pedirte perdón por todo lo que te hice, no estuve bien, pero no supe que hacer, hice lo que creí mejor, ya te había hecho demasiado daño.
-Lamento lo de tu abuela.
Era la única que la había elegido, después de todo, la única a la que siempre podía volver y la recibía con los brazos abiertos, esa mujer era su persona incondicional y ahora ya no estaba ¿Como podía ser indiferente a su dolor sabiendo lo que significaba para ella?
-¿Pero porqué volviste?
-Sé que no lo merezco Audrielle, que ni siquiera tengo el derecho a pedirtelo, pero quisiera que me dieras una segunda oportunidad para hacer las cosas bien.
-Suspire- No tienes derecho, y yo no tengo ganas de que me sigas lastimando. Pero... &la ví tan arrepentida que me recordó cuanto la había amado- podemos ser amigas y solo eso.
-Gracias Audry.
-No me agradezcas, solo demuestrame que no estoy cometiendo un error.
¿Adivinen que tan pendeja fui en la escala del uno a un millón?
Ella hizo las cosas demasiado bien, se asentó, consiguió un empleo de lo que se había recibido, luego en sociedad se puso su propio consultorio, y luego un día desdibujamos la línea acostandonos, de una vez se hicieron varias. Entonces la aquí pendeja puso reglas, que luego Ainhoa se metió por el lado oscuro.
Ahora logro comenzar a entender de que hablaba cuando dijo que se volvió loca cuándo Cavanagh la dejó, pero no sabía el grado de locura, sino hasta más adelante con todo lo que iba a pasar, todo lo que iba a hacerme.
Yo la odiaría como jamás creí odiar a nadie, hasta llegaría a desearle la muerte. Me arrepiento de muchas cosas, pero jamás voy a arrepentirme de haber hecho todo lo posible para proteger a Rebecca Cavanagh, el verdadero amor de mi vida.
Cavanagh su ex con la que había vuelto dejándome de hablar de un día para el otro, borrandose de la faz de la tierra, no era el monstruo que ella describió que era. El verdadero monstruo era y es Ainhoa.
-¿En que piensas?
-En como me gustaría que estuvieras muerta.
-Que dulce eres mi amor. Espero que estés lista para mañana y suenes convincente con ellas, de ti depende que te crean, no las quiero metidas en nuestra vida de pareja. No veo la hora en la que te alejes de ellas.
-No vas a alejarme de mis amigas también.
-Las verás muy poco Audrielle, soy tu pareja y seré tu prioridad.
-Como quisiera volver el tiempo atrás, y jamás haber dado la vuelta ese día. Todo por haber sido tan compasiva contigo.
-Es una de las cosas que más amo de ti.
Se acerca para colocar un cabello tras mi oreja y me aparto, levantándome, ella me obliga a sentarme encima de ella para besarme a la fuerza. Yo me aparto nuevamente y le doy una bofetada.
-Nunca más vuelvas a levantarme la mano -dice una mirada sombría.
Me volvió a sentar a la fuerza encima de ella, luego me volteó colocándose encima de mi sobre el sillón, sosteniendo mis manos encima de mi cabeza para obligarme a besarla. Se separa de mi para observarme y morderse el labio inferior.
-Eres tan hermosa, y luces tan tierna Audrielle, que es imposible que pases desapercibida -Baja su mano tocando mi cuerpo.
-No me toques, solo me provocas nauseas. -aparto la mirada cerrando los ojos ante el asco que me genera.
-Mirame -toma mi rostro obligandome a verla- empieza a comportarte como una buena novia o te pondré yo los límites y mientras más te resistas peor seré.
Mete su mano dentro de mi ropa, luego besa mi cuello y yo comienzo a moverme forcejeando con ella, entonces caímos al suelo ambas y yo me aparto lo más lejos que pude.
-Dijiste que me darías tiempo.
-Tambien te dije que no tengo tanta paciencia.
Se levanta apartandose de mí, y se mete al baño, escucho la ducha abrirse y me dirijo a la puerta intentando buscar las llaves, a punto de abrirla una mano la vuelve a cerrar a mi lado.
-¿De verdad esperas que me meta a bañar para irte? ¿Y sin despedirte? -Estaba desnuda toda mojada a mi lado. Me quita las llaves tirandolas- Ahora te vas a meter a bañar conmigo. Ya que tanto te gusta estar lejos de mí.
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Efecto Cavanagh
RomansaSe prometió a si misma que nadie nunca más le haría daño, pero sus promesas flaquean cuando Cavanagh aparece en escena y cuando su ex le pide una segunda oportunidad. ¿Quien ganará el duelo? ¿Que tan peligroso puede ser el amor?