Un dia largo

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POV. Jayden

¿Que mierda...?

¡Mierda!

Era lo primero que había pasado por mi cabeza cuando el fuerte grito de Dixon me desperto.

Al inicio me había costado trabajo procesar lo que mis ojos veían, veía a Dixon asotando con furia el cráneo de aquel Zombie contra el tronco de un enorme arbol mientras gritaba cosas que yo no conseguía llegar a comprender pero que de cierta manera sabía eran importantes, veía a una de esas cosas avanzando hacia mi con pasos lentos pero seguros arrastrando los pies y emitiendo gemidos extraños y por fin, al fondo de la escena podía ver la mochila que le había dado a Dixon llena de comida y cosas para la supervivencia hacia ya semanas.

Apenas mi mente había procesado el hecho de que un grupo de zombies nos atacaba y mis pies se pusieron en marcha. Corrí hacia la mochila empujando al zombie con el hombro haciéndolo caer, tome una de las asas de la mochila y corrí cobardemente para alejarme porque yo ahí era poco más que un estorbo. Porque yo no tenía un arma.

Y si, el plan era huir.

La razón era simple y sencillamente que yo no podía confiar en ninguno de ellos y ellos debían haber sabido que no podían confiar en mi, porque yo había sobrevivido sola desde el inicio de todo, había aprendido a valerme al cien por mi misma y había aprendido a hacer que las cosas terminarán siempre a mi favor. Esa era la única y más grande realidad.

Tiempo atrás seguramente me habría odiado a mi misma por hacer todas estas cosas que ahora iban en contra de todos mis valores sin embargo... El mundo había cambiado.

Los valores ahora sólo representaban una debilidad y yo no iba a caer, no iba a morir sin antes haber encontrado a mi tio.

Porque mi tio Shane debía estar vivo y con las caras de confusión que todos habían puesto por la noche quedaba claro que ninguno de ellos sabía nada de el.

Ahora podía símplemente marcharme y quitarles un peso de encima.

Porque Dixon ya lo había dicho antes. Yo sólo era una carga.

Ha ha. Maldito idiota.

Corrí a través de la negrura del bosque hasta que una mano se aferró a mi muñeca y me hizo regresar. Debido a la fuerza el golpe que dio mi espalda contra la pared me hizo gemir, seguramente me quedaría una marca, pero apenas vi el rostro de Emma frente al mío y una sonrisa se abrió paso por mis labios. A ella si que estaba contenta de verla.

-Emma- chille de felicidad pero su expresión no pareció cercana siquiera a la felicidad cuando me vio.

-¿Planeabas huir?- pregunto la mujer y me quedé callada observandola fijo. No me lo había esperado -Por favor dime que no, Jayden...

-No- respondi sonriente sin embargo apenas terminaba de decirlo y el ardor de una bofetada subió por mi cuerpo terminando en mi boca de donde escapó con

forma de chillido. Si que me había dolido.

-Eres una perra, Jayden- gruño Emma mientras acercaba peligrosamente su rostro al mío -Te permití hacerlo antes porque Martin era un infeliz pero ahora... Esos hombres no se lo merecen y mucho menos la pequeña.

-Tu no lo vez así pero les estoy haciendo un enorme favor- le gruñi mientras la empujaba -En estos momentos y sin arma soy más un estorbo que otra cosa.

-Bien- acepto Emma mientras se apartaba -marchate y haz lo que quieras pero ten la puta decencia de devolverles su comida- me pidió con tono amenazante y yo sólo fui capaz de sonreir de lado mientras negaba con la cabeza. Seguro que si me estaba portando yo como una perra pero...

- The force of Thunder - Daryl  Dixon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora