POV. Jayden
Bien pensada la situacion resultaba graciosa porque hacia mucho que una escena como esa no se hacia presente ante mis ojos, algo tan comun, tan simple, algo que antes me habria dado absolutamente lo mismo ahora me parecia graciosa, especial y sobre todo bonita.
Recordarme a si misma desviando incomoda la mirada de un par de perros que se 'apareaban' frente a mi era algo que incluso ahora me resultaba gracioso porque solo eran perros... solo eran perros y yo habia sido tan estupida como para antes cuando los miraba me sintiera tan intrusa como si hubiese cachado a mi mejor amiga con su nuevo novio en la cama. Pero ni era mi mejor amiga y tampoco era una intrusa.
Hacia 15 minutos que, mientras Emma jugueteaba con la pequeña Judith entre sus brazos en la parte de atras de la camioneta, una jauria de perros habian llegado al claro corretandose juguetones unos a otros antes de ponerse entre todos a montar a una perra que cada tanto soltaba fuertes gruñidos y lanzaba mordidas a sus compañeros perros antes de ser tomaba por uno nuevo.
Despues de ver el canivalismo mas sadico y sangriento que nadie nunca antes hubiese conocido ver a un grupo de perros montando a una perra para preñarla me parecia tan dulce y comun como ver El Titanic por 3ra vez en el mes en un caluroso domingo por la tarde, asi que mantuve la mirada en ellos mientras ansiosa esperanba el regreso de Daryl.
El regreso de Daryl y los demas.
Desde que los zombies se habian adueñado del mundo jamas me habia gustado quedarme inactiva o sola por mucho tiempo porque sin quererlo mi mente viajaba hasta rincones abstractos de mi conciencia que no me gustaba visitar muy seguido.
Me llevaba de regreso hasta mi pasado...
Hasta el.
Daryl Dixon mirandome friamente desde detras de la barra de la cocina era el recuerdo mas antiguo de mi cabeza.., o por lo menos el unico que recordaba de manera viva, como si cada vez que lo recordara volviera a vivirlo.
Me recordaba ingresando a la vieja casa de los Dixon con una unica mochila de campamento medio vacia como equipaje siendo arrastrada por la mano grande y callosa de Merle.
Recuerdo haberme quedado congelada a mitad del corredor frente a la entrada sintiendo la intimidante mirada azul del hermano joven de Merle que me analizaba detenidamente desde la cocina como si con apenas verme hubiese decidido que iba a odiarme.
Ese habia sido el primer pensamiento que habia pasaso por mi mente pero despues de un tiempo algo dentro de mi cabeza habia hecho click y me habia llevado a creer que en ningun momento me habia mirado con odio, si no que me habia mirado con inmensa compasion, casi con lastima, como si lamentara que yo estuviese ahi de pie frente a el. Como si lamentara mi simple presencia dentro de esa casa.
Ese fue el dia que decidi que Daryl Dixon seria el dueño de mis pensamientos y aunque ahora no me llevara del todo bien con el no me daba pena admitir que mi idea de el no habia cambiado en absoluto.
Daryl seguia gustandome como el primer dia, y mas me gustaba ahora que me habia besado, ahora que habia tenido el la iniciativa de hacer algo que yo habia deseado cada dia y sin quererlo una sonrisa se abrio paso en mi rostro.
El beso que habia compartido con el habia sido tan simple, casi como una simple caricia pero yo no habia podido evitar pensar que me besaba asi porque se contenia, no habia podido evitar pensar que sus manos que se sostenian a mis mejillas habian querido bajar y tocarme mas pero se habia mantenido firme como si hubiese evitado de todas las maneras posibles hacerme sentir incomoda.
Entonces un disparo al aire me hizo saltar del asiento sacandome de mis ensoñasiones y haciendo a Judith comenzar a chillar fuertemente casi haciendome quedar sorda en ese pequeñisimo espacio. Apenas se escucho el disparo y los perros huyeron asustados.
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- The force of Thunder - Daryl Dixon (EDITANDO)
FanficLa odiaba. Eso era lo único que Daryl Dixon podía asegurar mientras la observaba. La odiaba y odiaba cada uno de sus detalles y actitudes. Odiaba la sonrisa tranquila y dulce que esta todas las mañanas le regalaba, igual odiaba la incesante conversa...