Lo peor

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No era que Jayden no le agradara.

Despues de pensarlo seriamente por un tiempo habia terminado decidiendo que no solo no le desagradaba si no que incluso habia en ella algo que le gustaba, se sentia el peligro cada que se le acercaba y por ello estaba molesto.

Se sentia molesto por el impulso que nacia en su pecho de ser "Amable" y "Malo" cada que la veia. Y tal vez nadie lo supiera pero el era amable unicamente porque le preocupaba que ella deseara irse, porque, Jayden era como el ultimo charco de agua en el desierto, cada que estaba a punto de beberla esta se escapaba de entre sus dedos y de pronto se secaba victima del potente sol.

Asi se sentia respecto a la chica. Sentia que la tenia pero cuando menos lo notaba ella volvia a escapar.

Por ello trataba de no ser el malo.

"Voy a sobrevivir sin importar a quien arrastre para conseguirlo" la escucho decir un dia. Y aunque ella lucia debil y pequeña, podia estar seguro de que hablaba en serio.

Estaba seguro de que ella no era un asunto para hacer menos. No podia subestimarla.

Miro a su alrededor una vez mas mientras sostenia fuerte y en alto la ballesta. Las calles estaban completamente abandonadas. Si el lugar anterior estaba a reventar este era todo lo contrario.

El sol continuaba ardiendo a toda potencia. El calor se elevaba sobre el asfalto en una ligera cortina de humo que hacia que los pies del cazador se calentaran a toda potencia dentro de las enormes botas militares, generando en el cuerpo del hombre cierta incomodidad. Le incomodaba casi tanto como las pequeñas gotas de sudor que estaban comenzando a escurrir sobre su frente, metiendosele en los ojos, y en su espalda, pegandole la camiseta a la piel.

Se sentia mal pero debia continuar andando hasta encontrar algo util, o dicho casi igual, no encontrar nada.

Cada tienda habia sido saqueada, habia poco mas que basura regado en el suelo y en los estantes. Lo mejor que habia encontrado habia sido una bolsa de gomitas de chile tiradas en el sielo junto a un cadaver que ya eran casi puros huesos.

A cualquier otro la carne putrefacta lo habria ahuyentado pero el mundo ya era demasiado mierda para dejarse intimidar por cualquier cosa, asi que Daryl llevaba rato saboreando la primera cosa dulce que comia hacia ya casi un año.

Giro en una esquina y se quedo de pie escuchando con atencion. Habian ligeros ruidos.

Ruidos tan pequeños como los que habria ocasionado una rata pero tambien lo suficientemente fuertes como para que supiera que estaba cerca y, mejor aun, que no era una rata.

Contuvo el aliento y salio de la zona segura que representaba la enorme columna detras de la que se habia mantenido de pie. Siguio los sonidos hasta una pequeña puerta abierta. Al asomarse pudo ver que esta llevaba directamente a unas escaleras que terminaban en otra puerta abierta.

Miro hacia atras, miro hacia enfrente, se aferro a la ballesta y subio.

Estaba tan iluminado que no le costo trabajo distinguir el lugar.

Una pequeña recepcion, un enorme sofa cafe polvoriento pegado a la pared blanca, una mesita de centro de cristal rota y muchos cristales y papeles regados por el suelo al igual que cajas. Era obvio que alguien habia abandonado el barco de manera desesperada.

Una nueva serie de ruidos llego hasta él desde el pasillo oscuro que llevaba a otra habitacion, que seguramente era el consultorio medico. Comenzo a avanzar a pasos suaves por la oscuridad, entonces un pedazo largo de madera se estampo contra su nuca haciendolo caer de frente al suelo.

No habia sido lo suficientemente fuerte para que lo desmayara pero si para dejarlo algo aturdido y muy muy furioso.

Se dio la vuelta para caer sobre su espalda y apenas alcanzo a detener la tabla que volvia a caer sobre el a toda velocidad. Se sostuvo al pedazo de madera, la halo hacia el y pateo a quien fuera que lo sostenia.

Lo escucho caer al suelo de espaldas con un sonido hueco.

-Gggt...- escucho la queja y al levantarse se topo de frente con Jayden que se sostenia el abdomen con fuerza, apretandose mientras una mueca de dolor surcaba su rostro de lado a lado desfigurandolo, de pronto ya no era nada guapa.

-Maldita sea- gruño el hombre mientras levataba del suelo la ballesta y apuntaba a la joven con esta. La traicion habia sido rapida. -Mierda Jayden...

Si ella habia tardado tan solo minutos en traicionarlos el tardaria solo segundos en matarla. Seria misericordioso.

Entonces la chica levanto la mirada y la clavo en Daryl. Su expresikn se descompuso en un instante.

-Carajo Dixon- gruño Jayden sin apartar la mirada del cazador que la apuntaba con pulso firme. Sabia lo que pasaba por su cabeza y ello le preocupaba un poco -Escucha...

-Callate- gruño el hombre mientras baja la ballesta y la encaraba aun mas furioso que antes -Quedate aqui- ordeno y se dio la vuelta para llegar a la habitacion del fondo. Solo habian dos cosas. Una escritorio y una cama de observacion. La cama se encontraba detras de un cancel de cristal. Detras del cancel tambien habian dos caminantes.

Mirandose fijamente el uno al otro y tan quietos como estatuas.

Una mujer de tan solo unos veinte y algo y un anciano.

-Dixon...- entonces fue su instinto el que actuo. Se dio la vuelta tomo a la chica por el cuello con agresividad y tiro de ella hasta hacerla golpear el cristal de plena cara.

Los caminantes saltarin hacia la chica. Solo el cristal los detenia.

-Demonios- chillo ella mientras se sacudia y trataba de apartarse desesperadamente aunque el agarre del hombre no cedia -Dixon...

-Te tocaba la zona sur- afirmo Daryl -has vuelto a fallar... sigues traicionandonos- apreto un poco mas fuerte el rostro de la joven contra el cristal, la escucho quejarse pero no se detuvo -Creo que deberia romper ese cristal para dejarlos salir. Se llevarian bien...

-Dixon...

-Estoy seguro que salieron del mismo pozo de mierda...

-Por favor...

-Deberia dejar que ellos...- apreto un poco mas fuerte y escucho el cristal tronandose.

-¡Ya basta, Daryl!- grito Jayden y los dedos del cazador se abrieron dejandola escapar, se deslizo por el cristal hasta el suelo y cuando Daryl llevo hasta ella la mirada lo primero que vio fue el brillo de las lagrimas. -Yo solo queria unas muletas... solo eso...

Cuando el menor de los Dixon salio del consultorio lo unico que se mantuvo en su mente fue algo que lo perturbo hasta los limites de lo imaginable.

Las muletas en el suelo a mitad del pasillo, las lagrimas de Jayden Walsh y... la ereccion en sus pantalones.

"Vamos hermanito" escucho decir en su mente la voz de Merle "Creo que al final tu y yo no somos tan diferentes..."

-Callate...

"Ella siempre logro sacar lo peor de nosotros ¿Verdad, Daryl?" Y la voz se alejo riendo.

Acababa de cambiar de opinion.

La odiaba.

Lo estaba convirtiendo en su hermano.



- The force of Thunder - Daryl  Dixon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora